¡Vaya! A veces la vida da un giro inesperado... en la dirección correcta.
Dos Jóvenes adultos que creían tener todo su futuro fríamente calculado, sus prioridades organizadas hasta que ocurre una cadena de hechos que hacen que la vida les haga dar...
El día en la oficina fue bastante agotador, pero aún así nos quedó demasiado trabajo pendiente, por lo tanto invité a los tres a qué vinieran a casa para poder terminarlo. A la tarde, cuando Madeleine se había ido a entrenar, ellos llegaron.
La tarde se diluyó entre cafés, debates y pila de papeles. Cuando los cuatro nos alegramos porque por fin habíamos terminado, Maddie salió de la habitación para invitarlos a ellos y a Dana, Sebastián, Charlie a cenar y así recibir mi cumpleaños.
08:15 PM
Las chicas estaban en la cocina poniéndose al día con sus temas de conversación mientras nosotros íbamos a comprar las bebidas.
Al regresar, cuando estábamos en la sala, Sebastián se puso a mirar las fotos que estaban encima del mueble. —Benny, no te puedes perder esto. – soltó tomando un porta retrato. Sebastián se reía mientras que Ben hablaba por lo bajo. —Necesito el contexto de esto. –dijo el argentino. Cuando me acerqué vi que estaban viendo una foto donde estoy vestido completamente de Belieber en una fiesta de disfraces.
Fue una noche agradable entre amigos, charla tranquila, salvó los chistes de Sebastián que no podía superar la foto que vió hace un rato. A las doce, alzamos las copas de champagne en un brindis dándole inicio a mi cumpleaños.
21 de septiembre – 07:30 AM – Paddington, Londres
¡Es mi cumpleaños! Para mí, no hay mejor día que este. Madeleine me despertó trayendo un desayuno de bajas calorías a la cama, ya que, según ella, si no empiezo a cuidarme no entraré en ningún traje, así que mientras desayunamos me dediqué a responder los mensajes de mis madrugadores allegados.
10:45 AM La mañana transcurrió normalmente, terminamos de corregir lo que hicimos ayer para presentarlo a los encargados de Lloyd's. Gwil parecía un abuelo diciendo "¡Qué grande estás!", "¡Cuánto has crecido!", o "Pensar que te conocí con 19 añitos...". En un momento, se levantó de su asiento, haciéndonos creer que se había acordado de que tenía una "Importante reunión" de la que no nos había hablado. Resulta que fue la reunión más corta del mundo porque en menos de diez minutos regresó cargando una torre de rosquillas que encima tenía unas velitas encendidas, apoyo está en mi escritorio mientras que los gemelos comenzaron a cantar el feliz cumpleaños, pensé un segundo mis deseos para luego soplar.
—¡Qué detallista eres, Jirafita! ¿La has hecho tú?– pregunté conociendo que el ojiazul no prepara ni un huevo cocido
—No, mi rey. Amorosamente te las preparó la panadera que trabaja en la esquina de mi casa.
Agradecí el detalle para luego tomar una foto y subirla a mis storys de Instagram.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hice que nuestras labores se retrasaran para degustar las rosquillas con café.
