Capítulo 8

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Viernes 29 de Mayo, 11:25 am –Londres

~Lucy~

Las últimas 4 semanas se hicieron cuesta arriba, fueron muchas horas de dormir poco, las primeras dos semanas, la abstinencia volvió a Ben totalmente irritable, perdí la cuenta de las veces que pensé en matarlo, dejarlo en la casa de sus padres o dejarlo salir a encontrarse con su proveedor pero me mantuve fuerte, aunque muchas veces terminaba hiriéndome con sus comentarios, también lo vi llorar incontables veces, por querer consumir, o por que lo deprimía la sensación de sentirse solo, insuficiente o incapaz. 

La incontable cantidad de veces que lo encontré tirado en la esquina de su habitación mirando hacia la puerta diciendo que alguien malo lo venía a buscar, días sin energía pero a la noche con insomnio. Aunque por momentos me reía cuando me contaba 7 veces lo mismo, su pérdida de memoria a corto plazo también era efecto de la abstinencia. Siguió teniendo hipersensibilidad aunque cada vez menos, y en estas últimas semanas su ardor muscular se redujo notablemente, vómitos, mareos, sudoración y el deseo de fumar cigarrillos también formaron parte de lo que fueron las primeras semanas del tratamiento.

Las próximas 2 semanas, mantuvo el deseo de fumar, lo hace, pero lograre sacarle ese vicio de encima.

 Actualmente ha mejorado bastante, los síntomas físicos ya no están, aunque le persisten los ataques de pánico y paranoia, y esos ataques de no tener ganas de nada y depresión, aunque, creo que también se acostumbro a la comodidad de tener todo servido, y me estoy cansando.

Hay días que se ha sentido tan bien que ha querido dejar el tratamiento, hable con el doctor Frederick y me comento que es parte del proceso, que no puede dejarlo porque esto puede llevarlo a una recaída y volver a consumir, así que sigo en plan mamá Lucy.

De lo que nunca me voy a quejar es que siempre mantuvo su actitud de chef, cocina tan rico este rubio.

—Lucy, mi gran consejera de eventos, aquí te dejo la tarjeta de invitación. –este comentario de Joe me hizo salir de mis pensamientos.

—Muchas gracias Joey, ahí estaré, no puedo creer que solo falten dos semanas para la gran noche. – comente entusiasmada 

—Esperemos que diga que sí, sino tendremos que pagarle unas vacaciones a Lucy por haber realizado tanto trabajo en vano. –agrego Gwilym bromeando

— ¿Quién es capaz de rechazar a este pelirrojo tan tierno?- dije con voz tierna abrazando a Joey

—¡Hey Lucy! me olvide de invitarte, esta noche haremos una parrillada en mi casa estaremos nosotros dos con nuestras prometidas, eres más que invitada, puedes venir con alguien si quieres.- Me invita Gwilym

—Muchas gracias, tengo planes para esta noche, es el cumpleaños de una amiga. - comente

—La próxima será, es viernes y no hay mucho más por hacer aquí, están libres. Feliz fin de semana. – expresó Gwil

Al entrar en casa, busco con la mirada a Ben y pero no esta, paso al baño a lavarme las manos, en su habitación tampoco estaba, supuse que se había ido al mercado o tal vez se ha quedado charlando con alguien en la calle, es mi tío Norberto en ocasiones, charla con todo el mundo, se conoce todos escándalos del barrio, me dirijo al comedor, cuando de repente veo a un rubio de 1,78 de altura cocinando, tratando que no me vea me acerco a él, y lo abrazo por detrás depositando un beso en su espalda. 

Da un pequeño salto y suelta el cucharon que tenía en sus manos, se gira rápidamente con una cara de pánico.

—Tan sigilosa vas a ser. – sacándose el audífono del oído

Algo nuevo... eso te incluye a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora