"Capítulo 4"

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"Sonreír hasta con el alma rota."

Alessia

A veces... es difícil volver a sonreír, volver a sanar, demostrar ante todos que estas bien, para que no empiecen con su interrogatorio. Porque mientras más intentan descubrir algo sobre ti, más te lastiman.

Y aunque intentes odiarlos no puedes, nunca lo vas a poder hacer, porque los amas a pesar de que te lastimen.

Existen leyes básicas de la vida, y está en una de ellas:

"Sonreír hasta con el alma rota."

Joshua y yo nos distanciamos demasiado estos días, y realmente me afecta. Se que sus insultos y acciones frecuentemente me lastiman, pero ser ignorada por él, duele.

Ese día cuando llegue a mi casa no paso mucho tiempo y Joshua llego, tuvimos una fuerte discusión que no quiero recordarla, sería como ponerle sal a la herida.

Los días que transcurrían lo único bueno que sucedió es que me recupere de mi caída, pero él y yo...no cruzábamos miradas, hasta llegar al punto de que cuando estaba yendo a subir a la motocicleta el aceleraba dejándome ahí, con un gran susto por el hecho de que me iba a caer, por lo cual todos los días llegaba a la preparatoria corriendo mientras apestaba a sudor.

Me he preguntado: ¿Por qué soy tan estúpida?

Pues la respuesta es simple: Porque eres una persona de poca paciencia y le sigues creyendo a Joshua de que te puede llevar a la preparatoria sin que llegues apestando a sudor.

¡Oh, claro!

¿Por qué no pedí un Uber o esperaba el autobús?

Pues la preparatoria no queda cerca de mi casa, y hasta que uno de los dos vehículos llegue, yo estuviera tres metros bajo tierra, escuchando una larga, fastidiosa, horripilante y odiosa conversación de mi madre con el director.

Todo este tiempo me ha puesto a reflexionar lo que paso...

Realmente me culpo por lo que paso, pero me libere, no aguante más y le escupí la verdad en su cara, aunque me delate a mí misma.

Realmente yo no tengo experiencia en el amor, posiblemente no sepa ni una mierda, pero se querer y amar a quienes lo merecen, tengo esa maldita ilusión de encontrar al amor de mi vida y poder recibir una pizca de amor puro. A ese amor que te complemente, de que te haga crecer como persona, que los dos puedan construir nuevas experiencias y sueños, que sea realista y sincero, que te ame tal y como eres, igual tu a él, pero... si no te amas a ti misma.

¿Cómo lograras encontrar un amor así?

No lo sé, no he encontrado esa maldita respuesta y creo que nunca lo hare.

Ahora volvamos de nuevo a la realidad, este día no me deje ver la cara de estúpida por Joshua, me levante más temprano de lo normal para ir con calma a la preparatoria.

Camine todas esas malditas cuadras, pero con tranquilidad y un poco de alegría por la música que sonaba en mi celular.

Sí, a veces no me importa que la gente escuche mi música y pues si a ellos no les gusta, me vale un carajo.

Te equivocas, querida.

No te vale un carajo. En realidad, te importa.

Porque cada vez que te quedan viendo de mala manera, porque les pareces: "rara", te sientes incomoda y apagas tu música.

"Una historia de..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora