"Mi primer beso"
Alessia
Sentí que sus labios se juntaron con los míos, eran suaves y tenían un toque húmedo. Era un beso delicado como si yo fuera de cristal; como el rosé de una pluma ligera que mandaba electricidad por todo mi cuerpo, mientras sentía un pequeño frio por el aro metálico que lo adornaba. Nuestros labios se complementaban el uno al otro formándose uno solo, como si fueran indispensables para vivir; aun así, algo destacó, era el sabor de sus labios a: café y tabaco.
Aunque no tardo mucho, pero, sentí como si flotáramos; que la gravedad se extinguía por un maldito segundo, básicamente, estábamos solo nosotros dos.
Cuando se separó de mí, volví a la realidad, dándome cuenta que todos estaban en silencio y que no podía mover mi cuerpo por el impacto; encontrándome con sus ojos llenos de picardía.
Mis mejillas estaban tomando un color rojo carmesí, o me equivocaba...posiblemente me había convertido en un tomate.
Me regaló una sonrisa de lado y soltó mi quijada, elevando su brazo para arreglarse su cabello, mandando su flequillo para atrás mientras de nuevo jugueteaba con el arito de su labio y los cuchicheos empezaban.
—Bueno, vámonos, Alessia. —Murmuró mientras volvía a su postura normal—. No quiero que se me pegue la estupidez de todos estos idiotas.
Baje mi cabeza mirando al suelo mientras mis manos se volvían un puño, el cual apretaba con fuerza, tome una bocanada de aire con ella regresando toda mi valentía para responderle, entonces volví a levantar mi cabeza y lo mire:
—Pues tu fuiste el primer idiota...
Él solo me miraba mientras con su cabeza me hacia un ademan en señal que nos marcháramos, pero... ¿Quién se ha creído para besarme?
Él esperaba a que empiece a caminar, aun así, no tarde ni medio segundo, alcé mi brazo —que en ese momento estaba ligero— y coloqué mi mano en su mejilla, le di pequeñas palmaditas mientras sonreía, y en una de esas... ¡PUM!
Señores y señoras, oficialmente le acabo de romper el labio.
—Ay...lo lamento, se me fue la mano —solté una risa angelical.
—La sonrisa que tenía al principio se volvió una con sorna y paso su pulgar sobre sus labios, limpiando la sangre que empezó a brotar. —Eres muy agresiva Juvertson.
—Tienes mucha suerte en darte cuenta ahora...la próxima vez, le mandas un saludo a San Pedro de parte mía. Y esto es un recordatorio, para que sepas que no puedes andar besando a cualquiera quien se te antoje. —Respondí sarcástica, manteniendo la serenidad tragándome todas mis blasfemias.
Ryan soltó una pequeña risa, y eso provocó que mi enojo aumentara cada vez más, porque su sonrisa de sorna no desaparecía, aunque yo lo había pegado.
Inhala y exhala, Alessia.
Cálmate, recuerda que todos somos humanos.
Pero, ¿Cómo carajos quiero calmarme?...
¡Sí me robo mi primer beso!, y no es un humano, ¡Es un idiota animal!
Aunque...uno bien atractivo.
¡Carajo! ¡Cállate conciencia, no intervengas!
No voy a querer cometer un homicidio...aunque pensándolo bien, podría estar cometiendo un pogromo.
Paso poco tiempo y la gente del alrededor aún no se iba, estaban tan impactados como mi apreciada persona que hace cuatro minutos dejo de ser virgen de labios.
ESTÁS LEYENDO
"Una historia de..."
Romance«Intentar definir la historia que leemos es algo difícil y fascinante a la vez, pero... ¿por qué no definirla con puntos suspensivos?» Era lo que siempre se preguntaba Alessia, una joven soñadora que anhelaba una aprobación y un abrazo sincero; quie...