slytherin - harco/drarry

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nos habíamos pasado todo el día entrenando, sin pararnos siquiera para comer o descansar unos minutos. estábamos todos destrozados, pero contentos, porque nos sentíamos preparados para ganar.

después de ducharnos y cambiarnos, fuimos a cenar, encontrándonos con los demás alumnos de nuestra casa, los cuales nos recibieron con gritos y aplausos.

no pude evitar sonreír, me sentía querido y apreciado por primera vez en mi vida.

nos sentamos cada uno en su sitio y empezamos a degustar la comida, riéndonos y bromeando sobre varias cosas, pero sobretodo del partido de mañana.

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el tiempo pasó con velocidad, tanto que ni siquiera me di cuenta de lo rápido que llegó el momento en el cual me levanté junto a los demás y fuimos a la torre de astronomía para observar las estrellas con la profesora Aurora Sinistra, una mujer alta, de tez oscura, rasgos finos y pelo negro recogido en trenzas.

— bien, os ruego que os sentéis, la clase debe empezar.

hicimos caso, sentándonos en el suelo, uno al lado de otro, todos fijando la vista en el cielo. los alumnos de primer año de todas las casas estaban ahí, atentos a lo que la profesora indicaba.

me senté en medio de todos, para poder tener una buena perspectiva del cielo, pero para no estar tan cerca de la profesora. Draco se sentó a mi lado derecho, y al otro lado estaba Hermione, aunque no parecía estar muy interesada en tenerme cerca.

— el cielo está especialmente despejado hoy, por lo que podremos ver varios planetas y constelaciones.

subí la vista para observar el cielo, fijándome sobretodo en la luna llena que alumbraba todo lo que sus finos rayos rozaban. me giré a ver a Malfoy, parecía hipnotizado con todos los astros que se lograban ver. la luz lunar iluminaba su pálido rostro, haciéndolo ver como un muñeco de porcelana, delicado, frágil.

él pareció notar que lo miraba, pues lo hizo también, cruzando miradas conmigo, haciéndome estremecer con tan solo una sonrisa.

le sonreí y volví a mirar hacia arriba, según Aurora indicaba lo que teníamos que ver.

— esas dos esferas que se logran ver ahí son saturno, la mayor, y mercurio, la menor.

las vi, y era simplemente maravilloso poder mirar con tanto detalle unos planetas que están a millones y millones de kilómetros de distancia de nosotros. los anillos de saturno se veían con claridad, mientras que el tono rojizo de mercurio era fuerte, tanto que parecía una gota de sangre en un lienzo blanco.

— hay varias constelaciones visibles, entre ellas la constelación escorpio y la constelación sagitario. la de escorpio es más simple, mientras que la sagitario está formada por más estrellas, lo que la complica bastante a la hora de interpretar su forma.

eran simplemente preciosas, las estrellas brillaban de forma increíble, y basándonos en eso podíamos "unir puntos" hasta formar un dibujo.

— si miráis hacia ahí — dijo estirando el brazo para señalar un punto a su izquierda — podéis ver la nebulosa corazón, la cual se encuentra en la constelación de casiopea, que se puede ver justo debajo de donde se encuentra la nube de gas y polvo en forma de corazón.

era preciosa, una nube, como un pedazo de algodón, en forma de corazón, con tonos rosados y amarillentos.

— pensar que esa nebulosa de forma tan caprichosa tiene químicamente los mismos elementos y compuestos que permiten que nuestro corazón distribuya la sangre a través de nuestro cuerpo... es una metáfora rebuscada que busca que nos demos cuenta de que el universo es mucho más que unas estrellas, el universo es infinito, está lleno de astros, constelaciones, planetas, puede que hasta de más personas aparte de los humanos terrestres. el universo somos nosotros, el universo nos cuida y nos da la vida.

todos nos quedamos en silencio, procesando todo lo que Aurora había dicho, observando con mucha atención el gran corazón que alumbraba el cielo.

— se dice que toda persona que observe esta constelación junto a su pareja, tendrá un futuro lleno de amor a su lado, tal y como lo tuvieron Andrómeda y Perseo, personajes importantes en la historia de la constelación casiopea.

me quedé boquiabierto, la historia era tan interesante que me dolía que no la contara entera.

de repente, sentí una mano aferrarse a la mía. bajé la vista hacia nuestras manos, unidas, con los dedos enlazados, y luego la subí, chocando mis ojos verdes contra los grises del más pálido. me sonrió, y no pude evitar sonrojarme. entre lo que dijo Aurora, y lo que Draco hizo a continuación de eso, no sabía qué pensar.

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lo último que dijo Aurora sí que me lo inventé, pidoperdón, pero lo demás no, me tomé el tiempo de investigar un poco acerca de constelaciones y planetas que se podrían ver en noviembre, y creo que el capítulo no me quedó tan mal. el siguiente sería el partido de quidditch, y sinceramente debo pedir disculpas por adelantado, porque aunque aún no lo haya escrito, me quedará fatal AJAJAJAJAJAJ