habían pasado dos semanas desde que recibí la primera carta, todavía no sabía qué ponía en ella, pero también me mataba la curiosidad, ni siquiera entendía por qué el tío Vernon me la quitó, nada tenía sentido en ese momento.
a partir de entonces habían llegado muchísimas cartas más, las cuales él siempre quemaba o simplemente escondía.lo único que me podía preguntar era, ¿por qué? era solo una carta, seguramente ni siquiera era algo importante, ¿por qué se molestaban en quitármela?
un día me harté, salí de mi "cuarto", que en realidad era una pequeña despensa debajo de las escaleras, con rumbo a la sala de estar, iba a hablar seriamente con mis tíos.nada más entrar a la habitación escuché la aguda y desesperante voz de tía Petunia, me estaba prácticamente obligando, a base de gritos, insultos y amenazas, a prepararles algo para merendar.
asentí desanimado y fui a la cocina. les preparé unos sándwiches y una taza de té para cada uno y volví a la sala.— tío Vernon, ¿podemos hablar?
pedí mientras les entregaba con cuidado las tazas con la caliente bebida y los pequeños sándwiches.
— ¿qué quieres ahora, niño?
suspiré con cansancio, siempre era lo mismo, me trataban mal, les daba asco tenerme con ellos, y en parte me había acostumbrado, pero igualmente dolía, aunque fuera solo un poco.
— ¿podrías darme mis cartas?
hablé con la mayor tranquilidad posible, tampoco quería que se enfadara nada más pedírselo.
— Harry, ¿que no entendiste de que no es nada que pueda importarte? ya olvídalo, niñato, no te daré ese cacho de papel, créeme que no pone nada interesante en él.
rodé los ojos, era exactamente la misma respuesta que hacía 2 semanas, al parecer él solo innova en los insultos, en todo lo demás parece un loro, repitiendo lo mismo una y otra vez.
— ¿y tú qué es lo que no entendiste de que no me lo creo? si no fuera importante no me lo ocultarías.
me crucé de brazos delante suya, esa iba a ser la última vez que me trataba como a un inútil, porque yo sabía que no merecía eso.
se levantó y me agarró con fuerza y brusquedad por la manga de mi camisa, tenía el ceño fruncido y la boca abierta, sabía que estaba enfadado y ya me estaba preparando para recibir una paliza varios gritos y quizás un castigo, pero en cambio no dijo nada, se quedó estático mirando algún punto que se hallaba detrás mía. me giré con suavidad y abrí los ojos con asombro, había muchísimas lechuzas fuera.
me giré hacia él de nuevo, aún no se movía, el primo Dudley y la tía Petunia estaban igual, todos miraban con sorpresa y a la vez miedo a las decenas de aves mensajeras que había fuera de casa.me separé de ellos lentamente hasta llegar al umbral de la puerta de la sala, iba a salir corriendo hacia mi "habitación", pero una carta que salió de la chimenea llamó mi atención. me acerqué hacia ella, de hecho iba a cogerla, pero un grito hizo que frenara en seco.
— ¿qué crees que estás haciendo, Potter?
miré al tío Vernon con verdadero terror, se iba acercando lentamente hacia mí, esta vez si que no habría nada que pudiera frenarlo, estaba perdido.
— y-yo solo... ¿q-que está pasando? ¿p-por qué hay tantas lechuzas f-fuera?
intenté no hacerle notar el miedo que estaba pasando, pero mi voz me delató, no podía parar de tartamudear y eso me ponía realmente nervioso, él no debía saber que me asustaba su simple presencia.
de nuevo lo vi abrir la boca y seguidamente los ojos, pero esta vez demostraba más miedo que antes, había un brillo de terror y sorpresa en sus castaños orbes.

ESTÁS LEYENDO
slytherin - harco/drarry
Fanfiction¿que habría pasado si en vez de ir a gryffindor, harry hubiera ido a slytherin?