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llegué a la sala común junto al rubio, los dos chicos que siempre estaban con él, y Pansy, su "admiradora".

fui directamente hacia los dormitorios compartidos, mientras que los dos chicos pelinegros y la ojiverde se quedaban en el sofá de la sala, acomodándose encima del mueble color verde oscuro.

entré a la sala, corriendo casi hacia mi cama y tirándome encima suya, sintiendo pronto un bulto pesado a mi lado, junto a un aroma refrescante que inundó al momento todo mi ser. abrí los ojos, los cuales ni siquiera sabía en qué momento había cerrado, para encontrarme con el pálido rostro de Draco enfrente mía. sus ojos color ceniza me miraban fijamente, mientras su boca tenía pintada una sonrisa con unas bonitas perlas blancas en ella.

no pude evitar sonrojarme por la cercanía. mi rostro ardía y yo podía notarlo, y aunque ya sabía que él ya se había dado cuenta del rubor de mis mejillas, traté de esconderlo girándome hacia el otro lado, dándole la espalda.

un escalofrío recorrió mi columna al notar su mano en mi cintura, pegándome a él.

¿qué se cree que está haciendo?

me intenté separar, pero su agarre era fuerte. él gruñó, y yo seguí moviéndome, intentado quitar su mano de mi cuerpo.

— deja de moverte, Potter, intento dormir.

paré al instante. ¿había escuchado bien?

— ¿de qué hablas, Malfoy?

pregunté, aún sin moverme. mi rostro, aparte de estar cual tomate, tenía los ojos y la boca abiertos por la sorpresa.

— digo que dejes de revolverte tanto, quiero dormir.

enmudecí sin poder evitarlo. sentía su mano fortalecer su agarre en mi cintura.

— falta poco hasta que empiece la próxima clase, Malfoy, suéltame.

él rió por lo bajo. su cálido aliento chocó contra mi nuca, provocándome un escalofrío.

— podemos saltárnosla. personalmente estoy muy cansado. te prometo que solo nos saltaremos esta, nada más, aparte, toca herbología, y la primera clase nunca se hace nada, o bueno, eso me han dicho.

a ver, tiene razón. sinceramente yo también estoy cansado y me gustaría dormir 7 días seguidos si pudiera, pero con Malfoy abrazándome siento que sería incómodo.

o quizás no tanto.

bueno, descubrámoslo.

— de acuerdo, pero ten cuidado con tocar más de lo debido, rubio.

una carcajada suya inundó la habitación.

— descuida, rayito.

reí ante el apodo que me había puesto, acomodándome mejor en la cama. poco a poco fui cerrando los ojos, dejándome llevar por el sonido de nuestras respiraciones juntas.

slytherin - harco/drarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora