Inspirada en la película "Mickey, Donald, Goofy: Los tres mosqueteros": Una fic dónde Louis es un joven inexperto con el sueño de convertirse en mosquetero, después de haber sido salvado por uno.
Tras una situación lo suficientemente extraña, le dan...
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Después de todo lo acontecido, Louis ahora se encontraba tranquilo. Y cómo no iba a estarlo, si en sus brazos, tenía al príncipe acurrucándose mientras dormía plácidamente cubierto por una de sus mantas más calientitas.
En esta ocasión, el rizado le había pedido que no fueran al jardín puesto que tenía frío, así que decidió que se quedaran sentados en el sofá, con la chimenea encendida y tazas humeantes de té caliente.
Louis mantenía su rostro hundido entre los rizos chocolate de Harry, estos desprendían un olor tan delicioso que le obligaban a cerrar sus ojos y disfrutar.
Y afortunadamente, la etapa de crisis entre ellos y sus amigos, estaba pasando. Niall y Zayn compartían de nuevo una amena partida de ajedrez en silencio, situados en la mesa del comedor, ignorando por completo el hecho de que el príncipe estaba con el mosquetero.
Louis encontraba la tranquilidad con Harry, era la calma en la que más confiaba, se olvidaba todos sus problemas al estar con él. Porque Harry hacía más bonitas las mañanas y tardes, las noches ya no sabían amargas, aunque no durmieran juntos, el simple hecho de soñarse era suficiente.
"Lou." Siseó el príncipe, revoloteando sus pestañas al abrir sus orbes. "¿Estás cómodo?"
"Si, lo estoy." Respondió, acariciando con sus dedos el cabello ajeno. "¿Tú no?"
"Mjm." Afirmó, y cubrió su boca ante el bostezo que escapó de ella. "Siento que dormí por horas."
"Y apenas fueron unos minutos, casi cuarenta." No, Louis no había estado contando el tiempo, pero si había velado su sueño.
El ojiverde levantó su rostro, buscando con su mirada la de Louis. Este le observó con adoración, cada detalle de su precioso rostro fue recorrido por el mar que el castaño tenía en sus ojos; era una creación divina que se había hecho para admirar.
Con ternura, se acercó y unió sus finos labios a los del príncipe, capturándolos en un beso lento, apacible y dulzón. Las bocas de ambos se movían en contra, deslizándose sin prisa, sin urgencia, solo disfrutando el uno del otro.
La mano de Louis se afirmó a la cintura del rizado por debajo de las mantas, y él sintió una corriente viajar por todo su cuerpo ante el tacto inesperado. Le gustaba lo que los besos de su mosquetero le hacían sentir.
Fueron interrumpidos por el carraspeó de una garganta, separándose con fastidio para ver a un rubio mirándoles de pie a un lado del sofá.
"¿Qué necesitas Niall?" Harry preguntó, con un tono pesado en su voz.
"Yo nada. Solo venía a decirte que es hora de retirarme." El consejero rascó su brazo con incomodidad. "Buenas noches, su alteza." Murmuró con sarcasmo, frenando una risa que estuvo a nada de salir por su garganta.
"Buenas noches, querido." El príncipe le contestó de igual forma. "Zayn, acompaña a Niall hasta su habitación por favor."