CAPÍTULO XXIX

4.2K 414 833
                                    

El comedor real, ya estaba listo para recibir al rey y a su familia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El comedor real, ya estaba listo para recibir al rey y a su familia. Toda la vajilla perfectamente limpia y ordenada, al igual que los adornos florales, porque Anne sabía que su hijo amaba tenerlos en el centro y orillas de la gran mesa.

Los candelabros colgando del techo, brillantes, lujosos e irradiando luz, estos se encargaban de iluminar todo el espacio, puesto que ahí también, las cortinas permanecían cerradas.

Las sillas correctamente alineadas, acomodadas para que la nobleza, pudiera sentarse en el orden que les correspondía: A la cabeza de la mesa, iba Desmond, a su costado derecho, la reina y a lado de ella, la princesa. Y finalmente, al frente de las dos mujeres, el príncipe y en ocasiones, cuando el rey estaba de buen humor, permitía que Niall tomara la comida con ellos, sentándolo a un lado de Harry.

Por el momento, solo se encontraban Desmond, Anne y Gemma sentados, esperando pacientemente que el menor llegara... tarde, como acostumbraba.

Los mosqueteros encargados de ellos, se mantenían de pie, cerca del acceso, entre ellos estaba Liam, aguardando por sus amigos que en cualquier momento llegarían y quería verlos.

Pasaron alrededor de cinco minutos, y el rey ordenó al servicio, que comenzara a servir la primer ronda de alimentos.

"Aún falta mi hermano." Gemma comentó, alisando por debajo de la mesa su vestido.

"Niall fue por él, ya no debe tardar." Respondió, indicando con un movimiento de mano, que le sirvieran vino a su copa.

"¿Es cierto que fue contigo a tu clase por la mañana?" La reina colocó sus manos sobre el mantel, entrelazando sus dedos.

"Si, y accedió a combatir." Gemma subió sus dos cejas. "Realmente sigue siendo bueno."

Anne sonrió, recordando todas las veces que llevó a las prácticas a su hijo, un Harry de ocho años corriendo y brincando, usando armas sin filo, en aquel entonces para evitar accidentes. Siempre fue muy sencillo para él.

El chirrido de la puerta llamó la atención de los presentes, y su vista se movió en esa dirección, cuando se abrió, revelando la figura del príncipe. Nuevamente se veía fresco y reluciente, vestía el traje que Louis le había dado del armario y claramente una camisa, que cubría perfectamente la piel de su cuello.

Solo por si las dudas.

Quiso llorar cuando tuvo que caminar por todos los pasillos hasta llegar al comedor, sus piernas dolían y su cadera resentía de manera exagerada, lo que había hecho hace un rato. Ahora se arrepentía un poco de haber abierto la boca, para desafiar a su mosquetero, al ser la primera vez que lo hacía, debió de haberlo tomado con calma.

The three musketeers ⚔ || larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora