Capítulo 4: Agresión, parte 2

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El primer pensamiento que le vino a la cabeza a Wei Wuxian, fue que algo en la formaciónde las banderas que pusieron los chicos salió mal.

Sus invenciones tenían que ser utilizadas con extremo cuidado, sino, el desastre seríainminente. Es por eso mismo que había inspeccionado las banderas, para ver si algo estabamal en los diseños que habían sido dibujados.

Wei Wuxian enderezó su cuerpo para permitir que las manos de los sirvientes se lo llevaranmás fácilmente, ya que así no tendría que preocuparse de caminar por sí mismo. El Hall deleste estaba repleto de gente. Estaba casi tan lleno como hace unas horas atrás, cuando estabaocupado por los aldeanos de la Villa Mo; solo que ahora todos los sirvientes estabanpresentes. Algunos de ellos todavía estaban en sus ropas de dormir y no habían tenido tiempopara si quiera darse una cepillada al cabello. No obstante, había algo que todos los presentessí compartían: llevaban en el rostro una expresión aterrada. La ama Mo se hallabadesplomada en su silla, como si recién se hubiera despertado de un desmayo. Las marcas quedejan tras de sí las lágrimas podían verse sobre sus mejillas y unas lágrimas todavíapermanecían aferradas a sus ojos. Sin embargo, una vez Wei Wuxian fue traído al lugar, suexpresión llena de aflicción se convirtió inmediatamente en una colmada de odio.

Un objeto con forma humana yacía en el suelo. Cubierto por una tela blanca, solo se asomabauna cabeza. Tanto Lan Sizhui como los demás jóvenes estaban agachados examinando lasituación; hablaban en voz baja entre ellos con una expresión abrumada. La conversación secoló en los oídos de Wei Wuxian.

—¿Han pasado menos de tres minutos desde que descubrieron el cuerpo?

—Después de haber controlado al cadáver caminante, avanzamos con prisa desde el patiooeste hasta el este. Ahí fue cuando encontramos el cuerpo en el pasillo.

La cosa con forma humana era, aparentemente, Mo Ziyuan. Wei Wuxian le echó un vistazorápido, pero no pudo evitar volver a fijar su vista en él una vez más.

Solo en algunas partes el cadáver lucía como Mo Ziyuan. En otras, parecía alguien totalmentediferente. Y si bien los rasgos claramente eran los de su molesto primo, estos estabanalterados: los pómulos estaban profundamente hundidos, los ojos hinchados y la pielarrugada. Lucía como si la sangre y la carne de su cuerpo hubiesen sido succionadas,transformándolo así en simple esqueleto con una delgada capa de piel encima. Si antes deesto Mo Ziyuan ya era poco agraciado, ahora su cadáver lucía, además, años mayor.

Mientras Wei Wuxian escrutaba el cadáver, de imprevisto, la ama Mo se apresuró hasta élempuñando una reluciente daga. Siendo muy veloz en su actuar, Lan Sizhui en un pestañeohizo volar la daga de sus manos. Pero, antes de que tuviera la oportunidad de hablar, la amaMo le gritó —Mi hijo tuvo esta trágica muerte, ¡Solo estoy cobrando venganza en su nombre!¿Por qué razón me estás deteniendo?

Wei Wuxian se escondió nuevamente detrás de la espalda de Lan Sizhui y habló mientras seagachaba —¿Cómo es que la muerte de tu hijo tiene que ver conmigo?

Durante el día, Lan Sizhui había visto a Wei Wuxian hacer un escándalo en el Hall del este y,después, le habían llegado una serie de rumores exagerados desde variadas fuentes. Era poresto que sentía una extrema compasión hacia el inválido y no podía evitar ponerse de su lado—Ama Mo, a partir de la condición de su hijo, es decir, la carne y la esencia que le fueronarrancadas, solo se puede concluir que fue asesinado por un ser maligno y no por él.

El pecho de ama Mo expulsó aire fuerte —¡No sabes nada! ¡El padre del lunático este era uncultivador! ¡Fácilmente pudo haber aprendido esos hechizos demoníacos de él!

Mo dao zu shi - historia originalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora