Capítulo 22: Complacencia, parte 4

17 2 0
                                    

El ruido provenía de todas partes.


Era un océano de susurros, murmullos y risas que venían desde el frente, atrás, arriba y abajo.Las voces involucraban tanto a hombres como mujeres, jovenes y viejos, a los ruidosos y alos más callados. Wei WuXian podía incluso oír fragmentos de oraciones, pero estas iban yvenían y no le permitían captar nada en específico.


En verdad era demasiado ruidoso.


Wei WuXian continuaba presionando su sien con una mano y usaba la otra para sostener unCompás del Mal del tamaño de su palma. Los punteros del Compás giraron temblorosamentedos veces y luego empezaron a girar más y más rápido. Tan solo unos segundos después,¡giraba sin control alguno!


La vez pasada, cuando estaba en la montaña Dafan, había sido extraño que el Compás delMal no pudiera encontrar ni una sola dirección. Pero, esta vez, incluso llegó a girar por símismo sin detenerse ni una sola vez. ¡Esta situación era más increíble que cuando lospunteros no se habían movido ni un poco!


La sombría premonición en el corazón de Wei WuXian solo se agrandó. Empezó a llamar—¡Jin Ling!


Ya habían caminado por un tiempo dentro del castillo pero aún no habían visto a nadie. WeiWuXian gritó un par de veces pero no recibió respuesta alguna. Las primeras habitaciones depiedra que se encontraron estaban todas vacías pero, al adentrarse aún más, en el centro deuna de las habitaciones se toparon con un ataúd negro.


Era bastante raro el que un ataúd apareciera aquí. Sin embargo, la madera utilizada era de unnegro profundo y su diseño había sido creado con gran habilidad. Al ver esto, Wei WuXiansintió una afinidad excepcionalmente fuerte hacia él. No pudo evitar darle unas palmaditas.La madera era robusta y el sonido firme. Lo alabó —Pero qué buen ataúd.


Lan WangJi y Wei WuXian estaban parados en ambos lados del ataúd. Después de cruzar unamirada de entendimiento, ambos extendieron sus brazos al mismo tiempo y abrieron la tapa.


El momento en que la tapa fue levantada, el sonido que los rodeaba se multiplicó, inundandolos oídos de Wei WuXian como la marea alta. Era como si, antes de eso, hubieran estadosiendo observados secretamente por incontables pares de ojos, cuyos dueños los vigilaban ensilencio y luego comentaban entre sí cada palabra y acción que ellos decían. Pero, de unmomento a otro, esa calma se rompió cuando vieron que el ataúd iba a ser abierto. Ante esto,Wei WuXian pensó en una docena de posibilidades y ya se había preparado para defenderseante escenarios como los fuertes olores que expele la ranciedad, las garras de monstruosintentando alcanzarlos, una inundación de agua venenosa, humo tóxico de rápida dispersión ode los ataques de espíritus resentidos. Por supuesto, su deseo más grande en esos momentosera ver a Jin Ling. Sin embargo, en contra de su expectativa, nada pasó. Nada.


Inesperadamente, el ataúd estaba vacío.


Wei WuXian estaba un poco sorprendido pero al mismo tiempo, un poco decepcionado. LanWangJi se acercó un poco más. Bichen se desenvainó por sí misma unos centímetros, su fríaluz brillaba en el fondo del ataúd vacío. Solo en ese momento, Wei WuXian se dió cuenta deque el ataúd en realidad no estaba vacío, sino que el objeto dentro de él se escondía en lasprofundidades y era más pequeño de lo que esperaban.

Mo dao zu shi - historia originalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora