SAMAEL
Durante los últimos años después de la muerte del padre de Mallory, las cosas se habían puesto bastante malas para todos. Cada una de las acciones que Mallory hacía tenían consecuencias, y una de ellas la llevo a el peor momento de su vida; el colapso de su familia.
Pero yo siempre estuve ahí, y siempre lo he estado, la he visto crecer y convertirse en quién es ahora. No mentiré, extraño a la dulce e inocente princesa De Santis, aquella chica a la que trataba de ver como a una hermanita, pero que siempre fallaba.
Nos conocimos cuando ella tenía 4 años y yo 8, me tocó cuidarla y curar sus raspones cuando caía mientras su padre nos enseñaba movimientos de lucha. Ahora cuidaba su vida como si fuera la mía propia, y los que eran pequeños cortes con arena enterrada, se convirtieron en heridas de bala o cuchillos.
Ella había dejado de ser ingenua y tonta, se había convertido en la villana de su propia historia, pero era jodidamente sexy y hermosa, tan impulsiva y vengativa, que he de admitir, aquello era algo que me ponía demasiado.
Pero que también, me jodia la existencia.
Aunque en momentos como este, en donde alguien intentaba matarla y ella no escuchaba razones, quería agarrarla de la garganta, de ese hermoso cuello largo que tiene, colocar mi mano alrededor de su laringe y carótida, apretar contra la pared y follarla hasta que entendiera que su vida significaba más que la de cualquier otro puto soldado o lugarteniente.
—Es jodidamente terca.— murmuró Leonardo a mi lado mientras nos dirigíamos a la salida otra vez.
Leonardo era 10 años mayor que yo, a sus 40 era un muy buen consigliere y un buen luchador, había sido el consigliere de Alessandro desde los 20 años, cuando su padre el antiguo consigliere falleció. Y ahora, era el de Mallory, pero tanto él como yo habíamos visto a Mall crecer, y sabía parte de la mierda por la que nuestra Capo había pasado hace 6 años.
Y aunque las acciones de Mallory eran impulsivas y estúpidas, cargadas de emociones demasiado intensas y negativas, eso era lo que hacía que nuestros soldados le temieran y la respetaran aunque fuera mujer, que no dudaba en hacer las cosas, y pese a que Leonardo y yo lo desaprobáramos, teníamos que admitir que tenía más agallas que muchos otros hombres de la mafia.
—La haría cambiar de parecer, pero no quiero una bala en mi cabeza.— murmuré subiendo a la camioneta junto a él.
El motor de la Range Rover rugió, pisé el acelerador y salí rumbo a las calles de Las Vegas.
El paradise in hell está ubicado cerca del centro de la ciudad, uno de los burdeles más grandes que la Camorra tiene, y en dónde muchos hombres fuera y dentro de este mundo asistían.
—Ambos sabemos que probablemente eres el único del sexo opuesto a ella, al que no mataría.— dijo Leonardo en cuanto bajamos al lugar, acomodé mi abrigo.
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VENDETTA; L'angelo della morte.
RomanceMallory De Santis estaba destinada a ser la heredera del Imperio De Santis. Un imperio de muerte, drogas y violencia. Era la princesa de las vegas. Y también; la futura Capo de la Camorra. Había sido formada y entrenada para serlo. Pero nunca pens...