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Euge

Había pasado casi una semana desde ese día. Todavía teníamos vacaciones, pero la vuelta a clases cada vez estaba más cerca.

No hicimos mucho en esa semana. En realidad ni los vi, porque me fui a pasar algunos días a lo de mis primos. 

Igualmente me mantenían actualizada por el grupo de WhatsApp y alguna que otra videollamada.

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-¿cuándo volvés, Meu?- me preguntó Tiago en una de las tantas videollamadas que hicimos

-Yo hablo al pedo. -dije "enojada"- 5 veces te dije ya cuando volvía.

-Mentirosa, no me dijiste nada- dijo haciendo montoncito con la mano. -si me hubieras dicho me acordaría, si te presto pila de atención cuando hablas.- contestó, a lo que rodé los ojos y me reí.

Quedamos un rato en silencio, ya que yo estaba armando el bolso para volver, y tenía que buscar las cosas alrededor de toda la casa. Una persona muy ordenada se podría decir que soy.

-¿Meu estás ahí?- escuché la voz de Tiago, que salía por el parlante.

-no- 

-que graciosa que sos eh, mi vida.-dijo, y me reí. -te extraño euge.- ME LO MORFO. ¿Desde cuando me dice así igual?

-Ayyyy mi vida. Yo también te extraño.- dije haciendo puchero.- cuando vuelva nos juntamos vos y yo a merendar y me contas todo lo que me perdí estos días. Vuelvo mañana a la mañana.-

-volves justo para la joda que va a hacer Pri- comentó.

-No sabía nada, no pusieron nada en el grupo.-me quejé

-no, lo hablamos hoy hace un rato. Viste como son de organizados tus amigos.- dijo riendo. 

Que linda sonrisa. 

-jsjsja gracias Meu.- dijo medio vergonzoso

-¿por?- pregunté confundidisima.

-por lo de la sonrisa.- dijo, aún riendo.

-La concha de la lora pensé que lo había pensado nomas.- dije tapándome la boca.

-Vos también sos linda.- 

-bueno bueno- dije, antes de empezar a reírme de los nervios.

-che...te dejo que termines de armar el bolso tranquila.- 

-Bueno, Ti. Nos vemos mañana. Te extraño y te quiero mucho.- dije mandando un beso a la pantalla.

-Pará, no cortes que por acá alguien te quiere saludar.- dijo dando vuelta la cámara.- Saludá, no seas boludo.- y mostró a Mau sentado al lado de él.

Había escuchado toda la conversación al parecer, por la carita de culo que tenía. 

-Hola gordoooo, te extraño.- dije con la esperanza de que se le fuera esa cara que tenía.

-Hola- dijo saludando con pocas ganas, sin contestarme lo otro que le había dicho.

Al fin y al cabo no ligo una. Me arreglo con uno y la cago con otro. Que difícil todo.

𝘁𝗵𝗲 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝘂𝘀 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora