30. Si te mueves, te mato

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Justin's Point Of View:

Desperté a la mañana siguiente con todo mi cuerpo dolorido. Seguía doliéndome como el infierno pero tenía que joderme.

Me alegro que hayan matado al hijo de puta de La bestia, sea quien sea le agradezco que haya hecho eso por venganza por haberme dado la paliza de mi vida.

Pero me encantaría saber quien cojones fue el que le mató. Casi no pude dormir dándole vueltas a quien podría ser esa persona que asesinó a La bestia, y que lo hizo sólo por mí.

No podía entrarme en la cabeza quien iba a querer matar a nadie por mí. Todos me odian, excepto los chicos pero si soy sincero no les veo capaces de ir a escondidas de Robert a matar a otra persona y menos de enfrentarse a La bestia.

No me gustaba ver a Anna preocupada y muerta de miedo, ella estuvo casi toda la noche preocupada por si hacía algún movimiento brusco mientras dormía y me hacía daño.

El miedo era visible en sus ojos, era miedo por mí y porque me pasara algo. Aunque estuviera tranquila porque el tipo que me golpeó no podía acercarse más a mí, seguía asustada por todo lo que estaba ocurriendo en nuestras vidas últimamente.

Y debo admitir que yo también tenía miedo, pero no por mí, si no, por ella. Estaba asustado por si Anna salía herida en todo esto, si eso ocurría ya era lo suficientemente consciente de que sería culpa mía.

Ella está bajo mi cuidado ahora, y si algo le ocurre toda la responsabilidad caerá sobre el peso de mis hombros.

Pero intentaré con todas mis fuerzas que ella no sufra más daño del que ya ha sufrido. Mataré a todo aquel que intente ponerle una mano encima a mi chica, y si es necesario ir a la cárcel o morir en el intento, entonces, que así sea.

El dolor que experimentaré al perder a Anna será mucho peor que un balazo que pueda matarme.

No abrí los ojos, simplemente me puse de lado y estiré mi brazo para abrazar a mi novia pero con lo único que hice contacto fue con un gran colchón.

Moví mi mano intentando buscar su cuerpo pero al sólo toparme con las sábanas abrí los ojos viendo algo borroso.

Froté mis ojos para tener una visión más clara de mi alrededor, aunque con cuidado de no lastimar más mi ojo.

Alcé mi cabeza mirando a todos lados con el objetivo de encontrar a mi novia. La divisé de espaldas hacia mí con su móvil en sus manos escribiendo algo.

Estaba vistiendo unos pantalones de chándal grises que parecían ser míos y una camiseta blanca de tirantes que obviamente era suya por lo ceñida que le quedaba al cuerpo.

Su cabello estaba algo mojado, seguramente debido a que se había dado una ducha. Sólo imaginándomela en la ducha, con el agua cayendo por su pelo y su cuerpo mientras enjabonaba sus pechos hacía que mi amigo se despertase.

Contrólate Justin.

"Cariño." La llamé aún un poco adormilado.

Ella se giró mirándome, sonrió.

"Buenos días dormilón." Dejó su móvil encima de la mesa de escritorio apoyando su lindo trasero en ella. "¿Qué tal ha dormido mi chico favorito?"

"He dormido bien, pero ahora que me levanto es cuando noto el dolor por todo mi cuerpo." Me quejo a la vez que me incorporo en la cama sentándome en el filo de esta.

"Normal, te han pegado una paliza cariño." Se cruza de brazos dejándome ver un venda que cubría su mano y muñeca, fruncí el ceño. "Luego te tomas la pastilla para el dolor."

El lazo de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora