Capítulo 8

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Luisa

Ya habían pasado tres meses y seguimos estando juntos compartiendo los mejores recuerdos y los mejores momentos, la vida se estaba volviendo un cuento de hadas y no podía evitar enamorarme cada vez más de él pero no podía aceptarlo tenía tanto miedo de perderlo.

Solía contemplar el cielo mientras veía las nubes, las estrellas o la luna, me prometí que solo compartiría cielo con alguien que me hiciera sentir lo mismo que sentía al ver las estrellas y ahí me encontraba en el techo de mi casa viendo las estrellas con él, hablando del infinito del universo y de cosas tan comunes cómo que habíamos hecho en el día.
De pronto su voz me sorprendió y dio un vuelco en mi corazón con lo que dijo.

-Me muero por ti. Dijo mientras aventaba su espalda hacia atrás para recostarse en el piso.

Me quedé sin palabras no pude hacer nada, él me jaló del brazo y me acerco hacia el y así nos encontrábamos viendo las estrellas acostados, abrazados, uno al lado del otro.

No podía creer todas las sensaciones que este chico me hace sentir, Dios, él era lo mejor que me había pasado.

Me estaba poniendo demasiado nerviosa así que me levanté y camine hacia la orilla del techo, él también se levantó pero su miedo a las alturas lo hizo mantener distancia.

Me voltee y me aventé a sus brazos, estaba tan cerca de él, podía oler el olor de su perfume y sentir su corazón latir, lo vi a los ojos y supe que si seguía así no podría contenerme, deseaba besarlo, sin embargo lo abracé hundiendo mi cabeza en su pecho cortando toda posibilidad de un beso.

Regresamos a la sala y vimos una película mientras nos abrazábamos.

Cómo cada sábado llegó el momento de despedirse, el me dió un beso en la mejilla y  se fue.

Me quedé pensando en la calidad es ese beso y en lo mucho que me encantaba estar con él.

Llegó la hora de irme a dormir sin embargo no podía dejar de pensar en él, cada día me enamoraba más y no sabía hasta dónde podría contenerme, necesitaba hacerlo no podía arriesgarme a perderlo.

No sin antes agradecerle todo aquello que él hizo por mí.

𝓛𝓸𝓼 𝓶𝓸𝓾𝓷𝓼𝓽𝓻𝓸𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓪𝓽𝓪𝓻𝓸𝓷 𝓪 𝓛𝓾𝓲𝓼𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora