EL HOMBRE MISTERIOSO

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¨Hace mas de millones de años los demonios fueron creados por el propósito de reunir almas, eran reconocidos por engañar a los humanos, ya sea para cumplirles alguna venganza, riquezas o fama a cambio de entregar su vida después de cumplir con el pacto¨

Un demonio tan conocido por las artes obscuras y cultos terminaría siendo un profesor  en una escuela prestigiosa, ¿Cuál era el motivo? Sebastián quería retirarse un poco del trabajo de ser demonio para poder investigar mas sobre la raza humana con el propósito de lograr juntar mas almas en especial las almas puras, un blanco para el era esa escuela a la que pudo ser contratado con facilidad, ya que el tenia todo planeado investigo toda la información de los profesores de aquella escuela, volvió a dar en el blanco cuando descubrió al profesor Tanaka quien era alguien que ya había cumplido años sin haberse jubilado.

Sebastián tuvo la oportunidad de conocerlo al igual que al señor phantomhive, cuando fue a pedir una oportunidad de trabajar ahí como profesor, el profesor Tanaka se veía muy decidido al escuchar propuesta del pelinegro tanto así que decidió retirarse como profesor y aprovechar tiempo con su familia. desde luego no fue algo que le sorprendió a Sebastián, ya que sabia perfectamente lo que sucedería.

Tiempo después antes de que las clases comenzaran el director estaba muy decidido de contratar y hospedarlo en su casa el tiempo que fuera necesario para el pelinegro, el señor Phantomhive tenia fe de que el se volvería un modelo a seguir para los estudiantes. Sebastian llego con un par de maletas a la mansión Phantomhive, los sirvientes de lugar llevaron su equipaje y lo acomodaron en una habitación ya acondicionada para el, -esto fue mas fácil de lo que pensé- murmuro el pelinegro mientras desempacaba las cosas de su maleta, Después de una hora uno de los sirvientes toco a la puerta de Sebastian y entro -Lamento si lo interrumpo, pero el señor Phantomhive quiere verlo en la sala principal- Sebastian asintió y siguió al sirviente hasta cierto lugar. Como era de esperarse el señor Phantomhiven se encontraba sentado a lado de una mujer y un niño el cual le mostraba una cara de disgusto al pelinegro -bienvenido a nuestra casa Sebastian, me gustaría presentarte a mi esposa y a mi hijo- Sebastian fue educado y saludo de mano a la mujer y al hijo mientras el se presentaba, se quedaron platicando toda la tarde y Sebastian nuevamente fue a su habitación para terminar de desempacar.

el primer día de clases Sebastian miraba a todos los estudiantes como un montón de almas tan puras tal como se lo imaginaba, pero hubo alguien que llamo demasiado su atención un estudiante rubio el cual su alma resplandecía un brillo demasiado fuerte en comparación de los demás, ni en un millón de años el demonio había visto un alma tan brillante. Sebastian aprovecho su clase para conocer a todos aunque le tenia mas interés por saber quien era esa persona del alma brillante, el rubio se paro de su asiento y se presento como todos sus compañeros -Mi nombre es Finnian y me gustan las historias sobre los seres demoniacos- el pelinegro vio el cuerpo del rubio de arriba hacia abajo con una cara de satisfacción -eso si que es interesante- le respondió Sebastian mientras veía como Finnian tomaba asiento.

Regreso a la mansión por la tarde donde lo volvieron a recibir los sirvientes con gentileza, llevo sus cosas a su habitacion y fue al comedor donde lo esperaba la señora Phantomhive a el y a Ciel para comer -Al parecer tendremos un invitado de parte de mi hijo- dijo Rachel algo feliz, Sebastian pudo ver a Ciel a lo lejos con aquel rubio -nos volvemos a ver- exclamaba el pelinegro en su mente mientras veía como Finnian se acerco repentinamente hacia el para preguntarle sobre que hacia ahí, obviamente Sebastian se quedo petrificado y no dijo nada solo le mostro una corta sonrisa. Rachel hablo al respecto de eso creándole una cara de apenado al rubio, algo que le dio un poco de risa al pelinegro.

Sebastian fue el primero en retirarse de la mesa y fue a su habitación, se sentó en el regazo de la cama pensando un poco sobre el rubio -su rostro es bastante lindo con una mirada de inocencia, su cuerpo también es bonito y delgado- hablaba en voz baja mientras entrelazaba sus dedos y recargaba su mentón en ellos -quiero hacer un desastre en el quiero matar esa inocencia...- la ultima frase hizo que Sebastian lamiera un poco sus labios. al caer la noche Sebastian se encontraba afuera de la casa de Finnian, tenia una desesperación de volver a verlo que fue sencillo dar con el, entro en silencio a su habitación viendo como este se encontraba ya dormido, el pelinegro admitió que se veía realmente lindo mientras dormía creándole unas ganas de tomarlo en ese mismo instante, se puso encima de el dándole un pequeño beso en el cuello mientras tomaba los brazos de Finnian para que este no se moviera y poco a poco dejo caer un poco su cuerpo contra el del menor y se acerco a su oído  -tu serás mío- con una voz ronca mientras sentía como ese pequeño cuerpo debajo de el comenzó a temblar e intentar moverse con desesperación, eso hizo reaccionar a el pelinegro y se aparto lentamente de el desapareciendo del lugar. Volvió a la mansión de rápido que olvido entrar a su habitación y termino entrando a la del hijo del director, de nuevo intento salir de el cuarto de este, pero algo llamo su atención un libro que se le hacia bastante familiar lo tomo y se lo llevo a su habitación.

Al despertar para irse a trabajar tomo el libro y lo escondió para que nadie lo tomara, se arreglo y se fue a la escuela pensando que ya era tarde. Al llegar miro su teléfono y noto que aun era temprano, bajo la velocidad de sus pasos y entro al salón y estaba vacío solo se encontraba aquel chico rubio, Sebastian tomo el hombro de este y rápidamente reacciono el rubio algo sorprendido, mientras le pedía disculpas al pelinegro por no haberlo notado hace unos segundos, Sebastian dejo sus cosas y regreso tomando asiento quedando frente del rubio comenzaron a charlar algo y después se retiro a su escritorio para poder comenzar con las clases


CONTINUARA...


  


ESTOY A SUS PIES PROFESORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora