EL REGALO (parte 1)

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¨Hijo lamentablemente no podremos estar contigo en tu cumpleaños, El trabajo de tu padre se alargo mas de lo contemplado y tendremos que quedarnos mas tiempo aqui. Te depositamos dinero para la comida y para que puedas comprarte un regalo, tu madre te quiero y de verdad lo siento..¨

las palabras de la madre de Finnian tras aquel teléfono, no le parecían una novedad para el, ya que siempre era lo mismo, eventos familiares , torneos,  su graduación. Realmente la prioridad de los padres era su trabajo olvidándose de su hijo, el cual nunca les reclamo ni pidió atención, era raro verlos en la casa y comer juntos o salir de viaje.

Finnian fue a retirar el dinero y regreso a su casa. -Me parece que hoy hare maratón de películas-. Minutos después alguien toco el timbre de su casa, se paro del sofá y le puso pausa a la película. -¿quien es?- Dijo el rubio antes de abrir la puerta, -pues quien crees bro...- Finnian rápidamente abrió la puerta sorprendido, lo primero que vio fue a su amigo con varias bolsas en la mano. -No te ofendas Ciel, pero realmente pensé que estarías con Elizabeth-. el rubio lo dejo pasar y lo llevo a la sala -Realmente pensaste que no estaría en tu cumpleaños.- -para ser honestos si- Ciel solamente hizo un puchero y se puso a reír.

Toda la tarde estuvieron jugando videojuegos y comiendo pizza, mientras que hablaban de Elizabeth. -Sabes Finnian...aun no entiendo por que no tienes novia, realmente eh visto que les gustas a varias chicas de nuestro salón- Las palabras de Ciel avergonzaron a Finnian, pero a la vez recordó sus encuentros con Sebastian el cual le costo aceptar un poco de que ya no volverían a intentar algo. -no lo se, creo que aun no encuentro a la persona indicada supongo...- el ojiazul arqueo una ceja y se levanto del sillón y fue a la cocina donde había guardado unas bolsas, -vamos a tu habitación, ya tiene tiempo que no vengo- el rubio lo miro algo confundido. -de acuerdo-.

ambos subieron a la habitación donde Ciel saco varias latas de cerveza y las coloco en el piso, -ya que cumples 18 talvez deberíamos celebrar a lo grande- Finnian quedo sorprendido al ver la cantidad de latas que había ahí. ambos se sentaron en el piso y destaparon una lata, Finnian miro de reojo como Ciel se tomaba la bebida sin problemas, respiro pesadamente antes de darle un sorbo y se llevo la lata a la boca. El sabor era muy agrio para el asiendo una mueca de disgusto.

-veo que no te gusto, así es al principio pero ya después te acostumbras- el peliazul se termina su bebida y abre otra. Finnian estaba sorprendido por su amigo cuando el ni siquiera llevaba la mitad de la lata, se armo de valor y se tomo de golpe la lata. -oye no tomes tan rápido es tu primera vez-. El peliazul le paso otra lata y este la recibió para seguir tomando junto a el.

Finnian comenzaba a sentirse extraño al parecer el alcohol ya estaba haciendo sus efectos, se paro y se recostó en su cama. -¿te encuentras bien?- el peliazul se paro y se sentó en una orilla de la cama- el rubio negó con la cabeza y se intento sentar, -me siento mareado y muy relajado. Ambos se rieron hasta que se mantuvieron callados por un rato -Finnian yo...- el peli azul tomo del mentón al rubio y le planto un beso donde el contrario lo empujo. -Ciel no hagas eso, yo no..- el peliazul ignoro sus palabras y lo empujo a la cama quedando arriba de el. -¿que no recuerdas lo que me dijiste aquella vez de mi pelea con lizzie?, me dijiste que lo intentara con otras personas por que yo era apuesto...así que no veo el problema de intentarlo contigo- quizo volverlo a besar, pero el rubio actuó rápido y giro su cabeza, Ciel algo enojado decidió atacar su cuello dándole fuertes succionadas. -no me refería a eso, yo no quiero hacer esto...Ciel para no estas siendo consiente de tus actos- intento zafarse pero era inútil, el peliazul estaba sosteniendo ambas manos. -¿Y por que con el si?- Finnian estaba sorprendido por lo que había dicho su amigo, -¿Ah que te refieres?- el peliazul apretó un poco las muñecas de Finnian mientras lo miraba enojado. -Tu te has estado acostando con el profesor, yo lo se- el peliazul se quito encima de el rubio y le dio la espalda. -¿como sabes eso?- Ciel suspiro -Aquella vez cuando Sebastian aun se quedaba en nuestra casa, realmente supe que tu irías a mi casa a buscar el libro, decidí esperarme unos minutos para volver a casa y ayudarte, pensé que estarías en la oficina de mi padre, pero oh que sorpresa me lleve cuando escuche en la habitación del profesor sus gemidos y los de mi amigo-

Ciel se fue del lugar sin decir mas. Y ahora Finnian tenia miedo de que eso perjudicara a Sebastian si Ciel le contaba eso a su padre. sus ojos se comenzaron a llenar de lagrimas -supongo que es inevitable llorar-. con pocas ganas fue a tomar un baño, al salir se dirigió a un cajón donde tenia guardada la camiseta que Sebastian le había regalado. se la puso junto con su ropa interior, apago la luz y se fue a acostar.

-Aun huele a el- el rubio se abrazo a si mismo imaginado aquellos fuertes brazos que lo abrazaban con gentileza mientras aquella dulce voz le hablaba sintiendo el roze y el calor de ambos cuerpos, tambien de como aquellos labios que lo hacían perder la cordura, el placer que recorría su cuerpo durante el sexo y la sexy voz de aquel profesor jadeando por el mismo placer. Tanta imaginación provoco que al rubio se le hiciera una erección, sin pensarlo se retiro su ropa interior y desabrocho un poco la camisa exponiendo sus pezones, seguía atrapado en aquellos pensamientos, mientras comenzaba a masturbarse con una mano y con la otra comenzó a jugar con sus pezones. -¡maldición! ¿Cuándo me volví tan sensible?...pero no es suficiente- dejo de tocarse su miembro, llevándose sus dedos a la boca humedeciéndolos, abrió sus piernas eh introdujo el primer dedo en su orificio.

comenzó a dar ligeras embestidas hasta que introdujo el segundo dedo, eso le provoco que jadeara un poco de dolor. -supongo de que a pasado tiempo-.

-Tienes razón- la voz misteriosa hizo que el rubio saltara de su cama por el susto cayendo de ella mientras se asomaba a ver que quien se trataba. -¿Sebastian?- abrió sus ojos como platos mientras se avergonzaba. El rubio permaneció del lugar mirándolo serio -¿que haces aquí?- el pelinegro tomo su distancia extendiéndole una bonita caja negra adornada con un moño. -te prometí que no te buscaría, pero me entere de que cumplías años- el rubio rápidamente agarro su ropa interior, se la puso y se acerco tímidamente a recibir aquel regalo. -gracias...- se sentó en su cama y abrió aquel obsequio. -ese es?- saco el libro que su abuelo le habría regalado de aquella caja. -todo este tiempo tu lo tuviste- el pelinegro asintió, -atrapo mi curiosidad y lo tome, realmente no sabia que era tuyo hasta esa vez que lo fuiste a buscar...lo leí y descubrí algo interesante.

El rubio dejo el libro a un lado y se acerco a abrazar al pelinegro. -gracias por devolverlo, realmente pensé que no lo volvería a ver. Sebastian intento corresponder aquel abrazo, pero su mirada se lleno de tristeza al ver como la luz del rubio se veía aun peor que la ultima vez. Finnian sintió un gran vacío al no sentir los brazos de Sebastian recorrer su cuerpo como antes lo hacia, Sebastian lo miro de reojo y se asusto al ver como aquella luz se seguía extinguiendo.

rápidamente lo separo y se inclino para verlo a los ojos, aquellos ojos azules estaban llenos de lagrimas, el pelinegro no pudo evitarlo y también dejo salir lagrimas de sus ojos escarlata mientras juntaba su frente con la de el. -dime como puedo salvarte...-

CONTINUARA....



ESTOY A SUS PIES PROFESORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora