un profesor es contratado por el director de la aclamada escuela Phantomhive, la llegada de esta persona le dará un giro a la vida de uno de los estudiantes al descubrir la verdadera identidad de este mismo...
-¿Como puedo salvarte?- Finnian quedo sorprendido al ver a la persona que ama llorar. -¿Es cierto que estas saliendo con la profesora meyrin?- el pelinegro negó con la cabeza -Ese rumor ya fue aclarado, la profesora Meiryn le pidió matrimonio a el profesor Bardroy...lo cual fue algo peculiar- limpio las lagrimas de los grandes ojos azules del menor. -se que me escuchare egoísta, pero te quiero niño- las mejillas del rubio se ruborizaron su corazón latía fuerte.
Durante ese maldito mes sentía que su corazón se entumecía al mirar al pelinegro, incluso hace un par de minutos atrás. Pero esa sensación cambio tan repentinamente.
Sebastian noto que la pequeña luz de Finnian creció un poco y al fin lo pudo entender, todo este tiempo que pensó que debería alejarse era un completo error. -yo también lo quiero- esas dulces palabras que provenían de la voz del rubio, provocaron que el corazón de Sebastian latiera muy fuerte, en toda su vida como demonio nunca había sentido su corazón latir, creyéndose a si mismo de que no tenia uno.
-por cierto no sabia que tomabas- dijo el pelinegro desviando su mirada a las latas de cerveza que aun seguían en el piso. -mi amigo vino a mi casa y el las trajo...tome algunas y...- el pelinegro nuevamente miro y toco con delicadeza la marca que tenia en el cuello. -¿tu amigo hizo esto?- el rubio apenado asintió. -Yo no le correspondí y le pedí que se fuera, pero el sabe lo que sucedió entre nosotros-, Sebastian lleva su mano a su frente y la estruja -No me sorprende tanto, ya lo venia venir, pero.. ignoremos lo sucedido...en este momento solo quiero estar contigo y hacer esto...
Finalmente aquella pared que los detenía se rompió y ambos se besaron, un beso dulce y tierno pero también un beso que demostraba las intenciones que tenían. Mientras el pelinegro lo encaminaba a la cama recostando con delicadeza al menor. -Lo que estabas haciendo antes fue tan excitante y mas al ver de que traes puesta mi camisa- dijo con la voz algo ronca para después comenzar a desabrochar la camisa. -¿Cuanto viste?- el rubio cubrió su rostro con ambas manos por la vergüenza. -solo un poco, pero si hubiera visto mas te habría destrozado-. el pelinegro le quito ambas manos regalándole una sonrisa traviesa.
El pelinegro se acerco al oído del rubio y le susurro. -quiero seguir viendo como Metes tus lindos dedos a tu agujero- El rubio se acomodo de tal manera que el pelinegro pueda ver como juega con su agujero.
Los ojos del pelinegro se llenaron de deseo y lujuria al ver al rubio en esas situaciones, dios realmente deseaba besar, tocar y probar cada parte de su cuerpo y mirar aquellas expresiones que lo hacían perder la cordura, Sebastian mordió su labio.
Finnian estaba totalmente perdido por el deseo, el estaba estimulando su entrada por su propia cuenta, apreciando como el pelinegro no le apartaba la mirada mientras se quitaba su camisa. Finnian pudo apreciar detalladamente el cuerpo del pelinegro, no se comparaba para nada a su cuerpo, realmente había extrañado ese cuerpo.
-Profesor ya estoy listo- dijo el rubio mientras abría sus piernas para el, las acciones del rubio realmente habían desbordado el vaso en el interior de Sebastian, rápidamente termino abalanzándose sobre el devorando sus labios eh introduciendo su miembro a la entrada del menor dándole ligeras embestidas, las piernas del rubio abrazaron la cadera del pelinegro.
ambos se separan del beso dejando un hilo de saliva. -niño, yo siempre trato de ser cuidadoso contigo, pero simplemente no puedo- el rubio entre jadeos sonrió traviesamente. -Entonces no seria tan emocionante- Sebastián comenzó a embestirlo mas fuerte, los gemidos y choques de piel resonaban en toda la habitación. Finnian comenzaba a llegar al clímax, araño un poco la espalada del mayor por el placer y un orgasmo salió de su boca mientras se venia.
-eso se escucho realmente bien- dijo Sebastian sacando su miembro de la entrada de Finnian para cambiar de poses. Ahora Finnian se encontraba arriba -quiero que me montes- el rubio se puso completamente rojo. -yo no se hacer eso- el pelinegro volvió a introducir su miembro con cuidado en el interior del Rubio. -T-Tan profundo- dijo Finnian entre gemidos -Espera- rápidamente el pelinegro negó con la cabeza -No puedo...yo aun no me corro-
Tomo su cintura y comenzó a moverlo de arriba Hacia abajo, el rubio posiciono sus manos en el pecho de Sebastian dejándose llevar por las embestidas.
-se siente tan bien...- dijo Finnian entre gemidos y aumentando el movimiento por su propia cuenta.
-Sebastian apreciaba la hermosa vista jugando un poco con sus pezones, llevándose uno a la boca y tocando los glúteos del menor apretandolos un poco, provocándole que soltara un ligero chillido mientras este seguía moviéndose suavemente.
El miembro de Sebastian golpeaba el punto dulce, ambos corazones latían cada vez mas fuerte y Finnian comenzaba a perder mas el control.
Ambos estaban disfrutando de sus deseos carnales, dándose tiernos besos uno que otro cada vez mas intenso
La sensación era completamente diferente, se sentía demasiado cálido, las actitudes de Sebastian eran mas delicadas a como eran antes.
Este fue el primer cumpleaños en el que Finnian pudo sentirse querido y deseado por alguien y eso lo hacia realmente feliz.
-Realmente lo quiero- dijo el rubio con lágrimas en los ojos por la felicidad -Estoy muy feliz, por que vinieras a verme-
Sebastian detuvo los movimientos, volviendo a mirar aquellos ojos brillosos por las lágrimas y pudo comprenderlo -No puedo imaginarme todo lo que tuviste que vivir todos estos años, pero te prometo que me mantendré a tu lado...soy todo tuyo-
Le dio ligeros besos en sus ojos terminando por besar todo su rostro provocando de Finnian se riera.
Finnian vio que los ojos de Sebastian cambiaron completamente a los de un demonio, acaricio la mejilla del pelinegro y los vio mas de cerca, -tus ojos son realmente hermosos, creí que no los volvería a ver-
El pelinegro quedo sorprendido, ya que no se había percatado de que había cambiado la forma de sus ojos inconscientemente. Aunque algo lo dejo mas sorprendido al sentir como el interior de Finnian lo estaba apretando un poco.
-¿acaso eso te prende?- Finnian asintió y comenzó a moverse de una forma tan erótica ante los ojos del demonio
El pelinegro gemía por el gran placer que sentía con aquellos movimientos -creo que deberíamos hacerlo mas seguido en esta posición- se acerco explorando el cuello del menor dejando una marca en el sitio que fue marcado antes por otra persona.
-me voy a correr- dijo entre jadeos el Rubio aumentando los movimientos. -yo igual- volvió a atacar su boca liberando todo en el interior del rubio.
Finalmente ambos terminaron y el rubio se quedo completamente dormido.
