ESTOY A SUS PIES PROFESOR

LA LUZ MAS BRILLOSA

Sebastian se había vestido casual para esa noche, unos pantalones de mezclilla color negros, una camisa gris, unos tenis blancos y una chamarra de cuero.

Estaba muy ansioso de ver al rubio, ya que seria su primera cita como pareja y quería verse bien para Finnian, salió de su casa y paso a casa de Finnian. Al llegar el pelinegro bajo del vehículo en espera de su niño. 

El rubio salió de su casa con una dulce sonrisa mientras Sebastian lo miraba de pies a cabeza apreciando lo hermoso que se veía con su atuendo, llevaba un lindo overol de mezclilla algo holgado con una camisa de manga larga color azul cielo y su cabello estaba ordenado con unos pasadores blancos.

-Te vez muy lindo- El rubio no tardo en sonrojarse por aquel halago dándole un beso en la mejilla a Sebastian. -tu te vez muy guapo es la primera vez que no te veo vestido tan formal-

Ambos estaban sonrojados soltando una ligera risa de nervios. -Vamos sube, hoy quiero llevarte al lugar que mas te guste- El pelinegro abrió la puerta del copiloto esperando a que el rubio entrara. Finnian antes de entrar al Vehículo miro por ultima vez los ojos del pelinegro regalándole una sonrisa. 

Sebastian al mirar aquellos ojos azules le trajo recuerdos sobre aquel ángel, sacudió su cabeza un poco para olvidarse de eso y cerrar la puerta para después entrar y poner en marcha el vehículo.

llegaron al lugar favorito de Finnian, entraron al lugar sentándose en una mesa para parejas. -Así que waffles- Finnian asintió entusiasmado, -son muy buenos los vas a amar tanto como yo- 

Un mesero se acerco a tomar su pedido, El rubio pidió algo dulce y una malteada para dos y el pelinegro pidió lo mismo ya que no tenia idea de que pedir, el mesero asintió y se fue del lugar.

-¿vienes muy seguido?- finnian volvió a asentir -solía venir de niño con mis padres y con mis amigos, realmente me gusta mucho venir aquí me trae muchos recuerdos- se toma una pequeña pausa -Pero al fin pude venir contigo como mi pareja- El pelinegro trato de ocultar su sonrojo sin evitar sonreír por lo que dijo. Ambos volvieron a mirarse en silencio compartiendo sonrisas y entrelazando sus brazos.

¨que hiciste Sebastian¨ aquella frase resonaba en el interior del pelinegro con mas recuerdos de aquel ángel llorando. -¿estas bien cariño?- la voz de Finnian trajo de nuevo a la realidad a Sebastian -no es nada Finny, solo estaba pensando un poco- el rubio lo miro algo preocupado, pero eso desapareció cuando la mesera llego con su pedido y lo coloco en la mesa

-bueno...comamos- dijo el rubio mostrándole una sonrisa al pelinegro, ambos comenzaron a comer y Finnian no paraba de hacer un ruidito tierno cada vez que le daba un bocado a su waffle, realmente lo estaba disfrutando mucho.

Ah Sebastian pareció gustarle terminando con todo su plato -Veo que te gusto mucho- El pelinegro saco una ligera risa por la forma tan emocionante en la que lo dijo el rubio, -Tenias razón estaban buenos. Ambos sorbieron de la malteada disfrutando de aquel momento.

.....

-Estoy muy lleno- dijo el Rubio tocando su estomago algo inflamado por la comida, Ambos al terminar de comer habían decidido caminar un poco en el parque que se encontraba cerca del lugar, aunque Sebastian nunca se imagino que el Rubio terminaría quejándose lo cual se le hizo tierno.

-¿Quieres que te cargue cariño?- Sebastian tomo la cintura de Finnian, -Me gustaría- el rubio se subió a la espalda del mayor donde rápidamente lo alzo agarrándolo con fuerza para que este no se cayera.

Sebastian era muy cálido y reconfortante para Finnian, el menor dejo caer su cabeza en el hombro del mayor abrazando un poco mas su cuello y sin darse cuenta se quedo dormido.