finnian poco a poco iba recobrando el conocimiento mientras un fuerte dolor invadía la cabeza y el cuerpo del rubio. se encontraba en un lugar desconocido y lo que recordaba era haber visto al hermano de Sebastián esfumarse antes de haber perdido el conocimiento.
intento buscar una salida de ese lugar obscuro, pero un fuerte tirón lo detuvo al momento de que iba avanzando, miro hacia abajo y noto que sus tobillos estaban encadenados, impidiéndole poder seguir avanzando.
-¿por que me pasa esto?..- dijo el rubio con lagrimas en los ojos. -¡ayúdenme!..ayúdame Sebastian- todas tus palabras creaban un eco en la habitación.
-guarda silencio nadie va a escucharte, por dios que dramático eres- Claude comenzó a acercarse al menor. -veo que tu pequeña luz sigue debilitada...que lastima pensé que me darías mucho poder.
-¿pequeña luz?- dijo el rubio sin apartarle la vista al tipo el cual se encontraba cada vez mas cerca de el. -¿donde estoy?-.
-me refiero a tu alma, esa cosa era inmensamente grande, debo admitir que nunca había visto algo así en toda mi vida como demonio, pero después de que te encontraras conmigo esta simplemente se comenzó a desvanecer- el pelinegro se detuvo y mantuvo su distancia. -por el momento no me sirves necesito que tu luz vuelva a la normalidad y cuando eso suceda tu vas a morir así que esfúmate- las ultimas palabras hicieron que Finnian volviera a perder el conocimiento.
Una dulce voz llamaba por el nombre del rubio aunque se escuchaba preocupada, al abrir los ojos lo primero que vio fue a Sebastian, Finnian miro a su alrededor y noto que estaba en la habitación del pelinegro, rápidamente el rubio se abalanzo en los brazos de Sebastian. Era obvio de que estaba asustado y el pelinegro lo había notado.
Sebastian se dio cuenta de que la luz del rubio se veía debilitada y la cara del niño que siempre estaba sonriente se veía llena de tristeza.
-¿que sucedió niño?- lo atrajo mas hacia el acariciando sus cabellos mostrándole una mirada de preocupación. El rubio con lagrimas en los ojos pudo sentir el calor de la persona que amaba y sus carisias. -y-yo conocí a Claude- las palabras del rubio hicieron un notorio enojo en Sebastian, el conocía a la perfección a Claude y sabia de lo que era capaz.
-El me conto cosas sobre ti...de tu pasado y luego me amenazo- intento mirar a los ojos al pelinegro, pero si lo hacia volvería a llorar -siento mi cuerpo raro, me siento débil... no quiero volver a esa habitación obscura.
-la habitación obscura... ese bastardo- Sebastian intento mantener la calma, pero simplemente no podía después de darse cuenta de lo que le habían hecho a su niño. -lamento no haberte podido proteger soy de lo peor- siguió abrazando el pequeño cuerpo del rubio hasta que este se quedo dormido, lo recostó en su cama y lo cobijo
salió de su casa y se dirigió al bar donde solía ir con Claude hace tiempo. Bajo de su auto y rápidamente entro al lugar, miro a su alrededor y noto que el lugar seguía igual después de hace tantos años, comenzó a caminar mirando ah todos lados hasta que pudo ver a Claude sentado en una mesa en el fondo del lugar y al parecer no estaba solo venia en compañía de Hannah, se acerco tomando del brazo al pelinegro y lo saco del lugar empujándolo contra el piso. -como te atreviste a ponerle las manos encima!!...pensabas que no me daría cuenta-
el hombre de ojos miel comenzó a reír mientras se levantaba del suelo. -Así que el niño decidió abrir su maldita boca, debí haber acabado con el- Sebastian al escuchar eso rápidamente le dio un puñetazo el la barbilla a Claude tomándolo del cuello. -no te quedo claro de que te alejaras de el- volvió a darle un golpe en el estomago.
-¡paren los dos!- Hannah se acerco a los dos con una mirada molesta, el pelinegro soltó a Claude tomando su distancia. -Todo esto es tu culpa Sebastian, tu sabias que esto pasaría y aun así seguiste arriesgando a ese chico- dijo Claude recobrando el aire. Hannah se acerco a Claude y se lo llevo sin decir mas.
las palabras de su hermano eran ciertas, El era responsable de lo sucedido nunca le dijo nada al respecto sobre sus hermanos, básicamente había bajado la guardia y ahora el que estaba sufriendo era ah alguien que comenzó a querer. No sabia que hacer en esta situación y tarde o temprano la situación se volvería a repetir y esta vez seria demasiado tarde para su niño.
una pequeña lagrima comenzó a recorrer la mejilla del pelinegro, intento respirar despacio para poderse calmar y volver a su casa. Al momento de llegar pudo ver como el rubio lo esperaba en la sala con una cara de preocupación que rápidamente al verlo se acerco a abrazarlo.
-¿que no se supone que estabas dormido?- Sebastian intento fingió una sonrisa. -Lo estaba, pero tuve una pesadilla y cuando desperté ya no estabas a mi lado...-.
-ven vamos a tomar asiento niño...necesito hablar de algo contigo- lo tomo de la mano y lo sentó aun lado suyo, por una extraña razón Finnian sentía que algo no estaba bien después de haberle contado lo sucedido con Claude. -¿Sucede algo Sebastian?- el pelinegro desvió un poco su mirada para evitar mirar los ojos del rubio. -Tu y yo debemos parar con esto, desde ahora solo seremos alumno y maestro...No creo que este bien lo que hacemos tu y yo- Finnian se quedo congelado ante las palabras del pelinegro. -¿Estas así por lo que sucedió hace rato?- el rubio intento no llorar.
-tu y yo deberíamos tomar caminos por separado, tu aun eres joven puedes conocer a alguien mejor...Ya no vengas a mi casa y yo tampoco te buscare eso es lo correcto, nunca debí conocerte tal vez te hubieras librado de alguien como yo- lo dijo en un tono seco y sin ninguna expresión. eso le dejo claro a Finnian de que Sebastián estaba hablando enserio, sin decir nada Finnian bajo la cabeza y salió corriendo lo mas rápido que pudo de ahí, Finnian al fin había experimentado lo que se sentía que te rompieran el corazón.
Al llegar a su casa se cercioro de que sus padres no estuvieran y corrió a su habitación a encerrarse, comenzó a romper en llanto, realmente ese no era su día de suerte. Realmente le había agarrado un cariño al pelinegro y escuchar aquellas palabras provenir de su boca lo habían destrozado.
paso mas de un mes y tal como había dicho Sebastian, el no lo busco ni Finnian a el. El aura entre ellos dos se había vuelto incomoda. Para Sebastian mirar a los ojos al rubio era imposible sin sentir como su corazón era estrujado por la culpa, si es que aun tenia uno. Sebastian nunca pensaba en que un demonio se enamoraría de un humano, pero ahí estaba desesperado por volver a tener a ese rubio entre sus brazos y no dejarlo ir, aunque algo que lo angustiaba mas era ver como aquella luz enorme que resaltaba en el ahora era una pequeña luz que tarde o temprano se iba a desvanecer, lo cual preocupaba mucho al pelinegro. Y para Finnian era lo mismo, realmente deseaba que aquello solo hubiera sido una mala pesadilla y al despertar las cosas serian como antes.
-¿Haz escuchado los rumores?- dijo Ciel mientras comía su almuerzo en una de las bancas de la escuela. -¿Cual rumor?- Finnian miro curioso al peliazul. -me conto una de las amigas de Lizzie que últimamente los comportamientos de nuestro profesor y la profesora Meyrin eran muy cariñosos, posiblemente están saliendo ya que los han visto irse en el carro del profesor- El rubio sintió como un balde de agua le caía encima tras esa noticia, trato de disimular ese sentimiento con una pequeña risa forzada. -Talvez esta pensando de mas las cosas, que tal si solo son amigos...¿no lo crees?- Finnian le dio un mordisco a su emparedado. -mmm supongo que tienes razón-. Al terminar la escuela Finnian se despidió de Ciel y se marcho por su camino mientras Ciel se esperaba en la entrada de la escuela mientras hablaba con alguien por telefono. -recuerda que el cumpleaños de Finnian es el próximo miércoles, así que no podre estar contigo...- El chofer de Ciel llego y este rápidamente subió al auto.
El pelinegro había escuchado aquella llamada, -creo que ya es momento...-
CONTINUARA........
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ESTOY A SUS PIES PROFESOR
Fanfictionun profesor es contratado por el director de la aclamada escuela Phantomhive, la llegada de esta persona le dará un giro a la vida de uno de los estudiantes al descubrir la verdadera identidad de este mismo...