La Asistente

Trasnoche

Cerca de las 3 de la mañana, sintió que alguien golpeaba la puerta del departamento. Nadie más sabía su dirección así que se levantó rápido, debía ser Naruto. Miró por el visor de la puerta y vió un cabello rubio.

— Naruto...
— Perdona que te haya despertado, se que dormiste mal anoche...
— Pasa Naruto ¿qué sucede? — Sasuke hizo un gesto, para que el Hokage entrara.
— ¿Puedo dormir aquí? — dijo el rubio.
— Claro. Pero hoy... ¿No era el cumpleaños de Hinata? — preguntó Sasuke mientras le servía un té caliente a Naruto, ya que venía desde el frío.
— Si... Celebramos el cumpleaños. Pero, pero luego... Hinata me dijo que estaba cansada de estar en un segundo o tercer plato en mi vida.

El rubio bajó el rostro con los ojos llenos de lágrimas.
— Creo que lo he hecho todo mal, he hecho sufrir a Hinata y a los niños.
— ¿Naruto tu eres feliz con Hinata?— Dijo Sasuke, dándole al séptimo su té.
— ¿Si soy... feliz? creo que no. Teme.
— Lo imaginé. Quizás es difícil de pensarlo, pero si no eran felices, era necesario terminar.
— Sasuke...

El Uchiha se agachó frente a los ojos de Naruto. No era necesario torturarse, y vio un alivio enorme en el rostro de su amigo.
— ¿Vamos a dormir? — sonrió Sasuke — Mañana inicia la cumbre de los Kages. Debes tener buena cara.
— Siempre te puedo pedir maquillaje, ¿no? — guiñó Naruto.
— Burlate cuanto quieras, — dijo Sasuke con tono frío, levantándose para ir a dormir — he tenido que investigar mucho para cumplir esta bendita misión que me diste.
— Es solo una broma, Teme. Agradezco que estés cerca. Gracias por recibirme hoy.
— Eres mi mejor amigo Usuratonkachi. No hay nada que no haría si tú me lo pidieras.

Sasuke se quedó pensando en lo último que había dicho. De verdad eso era lo que sentía por su amigo, pero si sus compañeras de trabajo hubiesen escuchado esta conversación pensarían que sus teorías son ciertas. Dos hombres podían tener el nivel de cercanía que tenían él y Naruto, ¿verdad?

— Tu también eres mi mejor amigo Sasuke... gracias.

Sasuke fue a buscar una almohada y una cobija para su amigo.
— ¿Estarás bien en el sillón? Si quieres yo duermo aquí y tú en la cama.
— Podemos... — dijo Naruto y luego se quedó callado y tomó la almohada y la cobija.
— ¿Podemos? — preguntó Sasuke.
— No es nada. Una estupidez, ve a dormir Sasuke. No dormiste nada anoche y ahora yo vine a molestar.

Sasuke entendió lo que Naruto quería. No quería estar solo la noche que Hinata lo había echado de su casa.

— Puedes dormir conmigo, si quieres.

Naruto se iluminó. Era exactamente lo que necesitaba. Pasó rapidamente hacia la habitación con la cobija y la almohada. Sacó una camiseta de Sasuke y se metió a la cama.

— Eso fue rápido — dijo Sasuke.
— Tu me dijiste que podía dormir aquí — dijo Naruto, con una enorme sonrisa.
— Duermete, Usuratonkachi — Uchiha se metió a la cama y se giró para ver la hora. 4:30.
— Buenas noches, Teme.
— Buenas noches, Usuratonkachi.

Al día siguiente, Sasuke abrió los ojos por el brillo de la luz del amanecer. Se giro y vio al Hokage con la boca abierta y roncando destapado. Tal como lo recordaba de las veces que habían dormido juntos de niños.
Sonrió. Tenia la misma cara estúpida de siempre, Uchiha miró la hora, eran las 6.30 tenía media hora más para dormir, sintió a Naruto girarse sobre sí mismo y acercarse a él.

— Buen día, Teme — el Hokage abrió esos enormes ojos azules y le dedicó una cálida sonrisa.
— Buen día, Naruto.
— Quien diría que tu ojo rinnegan tiene un color tan especial, es más rojizo de lo que esperaba.

Sasuke se levantó, se bañó y se transformó en Saori. Cuando Naruto vio salir a la chica del baño en ropa interior hacia la pieza, se quedó sin aliento.

— Teme, deberías avisarme, por Dios — chilló el rubio, embobado.
— Naruto soy yo, es una chica falsa, no debería siquiera molestarte — dijo Saori rodando los ojos y poniendose un vestido negro que le llega a la rodilla — ni siquiera deberia recordartelo.
— No deja de ser una chica guapa, idiota.
— Pues deja de calentarte con mi transformación, es tu secretaria.
— ¡Teme idiota! Aunque así como va todo, estaré soltero pronto — dijo Naruto, sarcástico.

Sasuke preparó café para ambos y se apresuró a salir.

— Hay café fresco en la cafetera por sí quieres tomar o llevarte. Nos vemos en un rato — dijo Sasuke — ¿puedes dejar de mirarme así?
— ¿Asi como? — preguntó Naruto fingiendo inocencia.
— Asi como si me quisieras comer vivo.
— No puedo evitarlo, Saori es muy guapa.
— Naruto...
— Tranquilo, dejaré de mirarte así. Eres mi asistente.

Sasuke se fue raudamente, Naruto se dio cuenta de que efectivamente encontraba aquella transformación de Sasuke muy linda.
Si el Teme hubiese sido mujer ¿que tanto había cambiado sus vidas?

Sería su esposa, claramente.

Espera, ¿qué?

Naruto tomó aire y abrió la puerta. A quién quería engañar. Si Sasuke hubiese nacido como Saori, probablemente se hubiese casado con ella.

No podía evitarlo y lo tenía muy claro, él siempre había tenido esta atracción tan potente por su amigo. Esta necesidad de que estuviese cerca de él, de no dejarlo ir, y ahora que al verlo cumplía con los canones impuestos por la sociedad no podía evitar derretirse al mirarlo...

Naruto se detuvo en su camino, al llegar a la torre del Hokage y esta línea de pensamiento lo impactó.

Saori le gustaba físicamente,si, lo atraía. Y desde que la vió pasearse en ropa interior había abierto una puerta a querer comérsela con zapatos... y para peor sentía un deseo que nunca había sentido, ni siquiera por Hinata. Pero había algo más de ella, algo que había roto su corazón al pensarlo, le gustaba mucho también porque la sociedad la aceptaría como su pareja. Porque al no ser hombre como Sasuke, podría pasear con ella tomado de la mano por Konoha sin problemas.

Y al llegar a la oficina y abrir la puerta otro golpe de realidad lo impactó.

Entre Saori y Sasuke no había tantas diferencias físicas, más allá de las evidentes. Si hubiese visto a su amigo en ropa interior con el cabello mojado esa mañana... ¿hubiese querido lanzarse sobre él? Una punzada en su barriga y en sus partes nobles le dieron la respuesta.

Toda su vida había buscado esta respuesta.

No le gustaba Saori, ella era la excusa. Su cuerpo femenino hermoso y delicioso era una excusa. Lo que él deseaba era recorrer la piel nívea de su amigo y comerlo como si no hubiera mañana.

Le gustaba Sasuke. No, toda la vida lo había amado. Esa era la verdad.

Se dejó caer sobre el sillón. Vaya momento para darse cuenta que era bisexual.

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Hola hooola!!!

Feliz año nuevo para ustedes! Que el 2022 traiga mucha felicidad y buenas obras a sus vidas!

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Besos, Ramen y tomatitos para ustedes!