La Asistente

Solo quiero bailar con ella

— ¿Así que tendré que usar un clon nuevamente?— dijo Sasuke, mientras se comía la cena que había comprado Naruto para ellos.
— Si. Pero puedes llegar mañana o pasado, después del Baile.
— Quieres bailar con Saori... — sonrió Sasuke.
— Por supuesto, y voy a bailar con ella.
— Idiota... aunque me gustaría ver la cara de Shikamaru mientras bailas con tu asistente.

Ambos rieron imaginando a Shikamaru y la expresión de "no tiene remedio"  en su rostro.
— Hablame de Clover — dijo Naruto mientras luego de cerrar las cortinas, acomodó su cabeza en las piernas de Sasuke.
— ¿Ah? — el Uchiha se seguía sorprendiendo con la dulce cercanía de Naruto.
— Clover. Teme.
— Si, Clover. Es una especie de mafia. Muy peligrosa. Se supone que no se metían con los ninjas, teníamos una especie de acuerdo tácito. Pero si intentan algo, saben que voy a acabar con ellos.
— Es extraño. Que se hayan decidido a hacer algo contra los Kages.
— Si, más aún si la reunión es en Konoha. Saben que yo protejo esta aldea y que estás tú aquí también.
— Quizás por eso es — dijo Naruto, Sasuke lo miró intrigado, para ese momento Uchiha acariciaba suavemente el cabello rubio de Naruto — saben que tú no estás aquí y que probablemente solo tú los identificarías, quizás creen que con un ataque sorpresa nos tomarán desprevenidos.
— Entonces tienes que avisar que vendré.
— ¿QUE? Pero por qué...
— Porque así se moverán, ya sea para prepararse para luchar o para huir. Tendrán que actuar.
— Realmente eres brillante, Teme.

Naruto sonrió y se levantó, se acercó a Sasuke y lo arrastró a él para besarlo.

— Te amo, Teme.
— ¿Me amas por ser brillante?
— Por ser tú básicamente.

Se besaron con necesidad en el sillón y se cambiaron a la cama. Naruto estaba desnudando a su amado y ambos tenían una erección importante cuando sonó el timbre.

Ding dong

Naruto se lanzó sobre Sasuke y le cubrió la boca con una mano.
— No voy a abrir. Da lo mismo quien sea.

Sasuke asintió.

— Que raro, Shikamaru-san me dijo que había venido directo al departamento — dijo Boruto.
— Quizás está durmiendo — dijo Sarada.
— O quizás pasó a comprar antes de venir — dijo Mitsuki — esperemoslo abajo, en la entrada del edificio.

Escucharon los pasos de los niños retirarse por el pasillo hasta la escalera.

Naruto se encaminó a continuar con su cometido, pero Sasuke lo miró con severidad.

¡Kage bunshin no jutsu!

Un clon salió por la ventana a comprar comida para, en un momento, recibir a los niños.

— ¿Estás contento? — susurró Naruto, quien aún no destapaba la boca de Sasuke.
— Mmph — asintió Sasuke.
— Podemos hacer algo cortito mientras regreso de comprar...— sugirió Naruto.
— No, me voy. Mañana es el baile y tu bendita asistente tiene que verse bien.
— Serás la persona más hermosa del baile, aunque eso lo lograrías con un short  y una sudadera.
— Claro, como si yo me fuera a poner algo así — rió Sasuke.
— Te he visto usar ropa más reveladora, Sasuke... esa camisa blanca que usabas cuando adolescente...
— Callate idiota. Ah, y no les des ramen a los niños — dijo Sasuke severo y activó su rinnegan
— No lo haré. Hey! Espera — Naruto lo tomó de la muñeca y lo besó — Te amo.
— Yo... también, Usuratonkachi — dijo Sasuke con las mejillas rojas y visiblemente avergonzado cruzó el portal creado por su rinnegan.

Cuando el bunshin de Naruto volvió, se encontró con el equipo siete en la puerta de su edificio. Boruto lo miró con severidad.
— Oye viejo, te tardaste mucho en llegar.
— El restaurante estaba lleno — sonrió el Hokage — pasen, traje mucha comida, porque quería probar varios platos.
— Hokage-sama, ¿sabe cuando volverá mi padre? — preguntó Sarada.
— Se supone que tiene que volver pasado mañana, cariño, porque me va a ayudar con el cierre de la cumbre.
— Comprendo — dijo Sarada muy seria.
— ¿Por qué?
— Es que mi madre dijo algo el otro día y se lo quiero preguntar— comentó indecisa de contarle o no al Hokage.
— ¿Qué dijo tu madre?

Sarada miró a sus compañeros, esta pregunta era lo que los tenía en el departamento del Hokage. Querían obtener una respuesta.