—¡Mirabel-! —Camilo se levantó lo más rápido que pudo del suelo y retrocedió dos pasos hacia atrás.
Mirabel se sorprendió tanto que quiso cerrar la puerta una vez que vio a su primo de rodillas, pero el pasillo iluminado con velas llamó demasiado su atención.
En lugar de esconderse, salió a admirar la vista y la luz tenue de todas esas velas se reflejó en sus anteojos.
Camilo tardó un rato en pensar qué iba a decirle.
—Perdón, yo solo quise-
—¿Tú las encendiste por mí? —Le preguntó.
Mirabel tomó el adorno que tenía su propio nombre escrito en él y volteó la cabeza para mirar a su primo.
—Me las encontré en la cocina —se remangó la camisa por los nervios y prosiguió—, ¿Las hiciste especialmente para este día, no es así?
Mirabel bajó la mirada y dejó su adorno en el suelo, muy cerca de su puerta.
—Sí, pero la abuela no me dejó usarlas —Mirabel suspiró y sus ojos dejaron de brillar por la tristeza.
—Pues es un total desperdicio, en verdad son muy bonitas —Camilo dejó de hablar para admirar una vez más el brillo de las velas en cada puerta, luego cruzó sus brazos—. Que pena, ellos se lo pierden.
El tono burlón de Camilo hizo que Mirabel sonriera. Camilo no esperó volver a ver una vez más esa sonrisa, ya había olvidado lo bien que se sentía ser el motivo de su felicidad.
Ambos bajaron la mirada, sus pensamientos coincidieron a la perfección.
—Lo siento- —Dijeron al mismo tiempo.
—No, yo lo siento —Volvieron a coincidir.
Al darse cuenta de que pensaban exactamente en lo mismo, Mirabel rió por las coincidencias y dejó hablar a Camilo.
—Está bien, está bien. Tú primero.
—Sé que has estado evitándome durante las dos últimas semanas, lamento haberte hecho sentir incómoda durante tanto tiempo. Comprendo por qué te sientes así —Una vez que Camilo dejó de hablar, Mirabel tuvo que interrumpir.
—¿Incómoda? No, Camilo, yo nunca me sentí incómoda a tu lado —Contestó y puso sus manos sobre su pecho para hacer énfasis en sus palabras—. Jamás quise que pensaras eso, siempre adoré pasar tiempo contigo.
Mirabel respiró profundamente y ordenó mejor sus palabras.
—En realidad, después de lo que dijo la abuela, pensé que crear una distancia segura entre nosotros dos sería lo correcto —Continuó—. Aunque en el fondo yo no quería hacerlo...
A Camilo le alegró saber que su prima nunca sufrió por culpa suya, sin embargo, en realidad pensó que ella tenía razón. Pese a que la distancia los lastimaría a ambos, no tenían más opciones si querían ahorrarse problemas en el futuro.
—De hecho, tienes razón. Eso sería lo mejor para la familia —Admitió el muchacho.
Camilo no estaba seguro de lo que pasaría más adelante, pero hablar de esto con franqueza con Mirabel se sintió como quitarse un enorme y doloroso peso de encima.
—Sí, es lo mejor para ellos —el tono que uso Mirabel para soltar esa frase fue más que brusco—. Pero no lo es para mí. Ya no quiero seguir tratándote como un completo desconocido, debe haber una solución, no podemos simplemente ignorar lo que pasó.. pero no se me ocurre nada ahora.
El rostro de su prima expresaba cada vez más fastidio y estrés por pensar en el tema, sabía que terminaría comiendose la cabeza hasta el final de la noche si no hacía algo al respecto. Camilo se asomó un momento por el balcón del segundo piso y, a pesar de que las luces estaban encendidas, allí abajo no había nadie.
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Asfixia || Camilo Madrigal X Mirabel Madrigal || Encanto
FanfictionCamilo no podía entender por qué estaba tan mal sentirse tan completo al lado de Mirabel, nadie se lo había dicho, ¿cómo iba él a saber que le haría tanto daño sentirse así? Esta historia contiene Camilo x Mirabel. Si odias la pareja, por favor abs...