Capitulo 35: No, es Jueves.

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La alarma, de nuevo quizás, había sonado tarde.

El joven propietario, ya estaba despierto, incluso se había ido a tomar una ducha antes de que sonará la aclamada alarma, y había caminado directo hasta la cocina para hacer algo de comer.
Tenia que hacer tiempo, darse cuenta que primeramente, no era viernes. Y por poco se confundía, todo debido a que estaba algo ansioso.

Estaba exactamente a tan solo un día de ser viernes, hoy era jueves. El día de la entrega y el ya solo miraba el reloj una vez más, y apagaba la tardía alarma de su celular, donde después miraba hacia el exterior.

Despues de comer no quiso tocar el móvil más de una vez, no otra vez, después de haber apagado  aquella alarma, cocinar algo rápido, ya ansiaba marcar al número del profesor para entregar aquella aclamada tarea que le aseguraba su pase a la graduación.

Ahora solo sería una pesadilla si el maestro no le pasaba, pero tenía a Mista y el tenía a su novio, que era hijo del director. Si el maestro no le pasaba, por algún simple berrinche, el sin duda iba acusarle como su última opción.

Bebió el té, miro de nuevo el reloj y suspiro.

El tiempo se le hacía eterno y lo único que pudo hacer fue tener todo listo, sentarse en el sillón, para ver algo en la televisión. Honestamente no sabía cómo hacer tiempo, como lograr que avanzara mas rápido el reloj.

Eso, hasta que los anuncios publicitarios hicieron el trabajo en la televisión, el mayor se durmió.

-¿Padre hoy irás a la escuela?- hablo el menor una vez había estado esperando que su padre apareciera escalera abajo. Ambos se miraron, el le sonrio.

-Si Giorno, serán vacaciones para ustedes pero yo aún tengo cosas que hacer- confeso el mayor de cabellos azules, terminando de servir el te para beber

-¿Y puedo acompañarte?- pregunto el rubio, algo insistente, el también estaba ansioso

-¿Por qué?- contesto confuso -¿Paso algo con Dio?-

-No, para nada- le dio una sutil sonrisa, para no alarmar a su padre -Solamente iré a revisar que la biblioteca esté totalmente ordenada para cerrarla, también invite a Bruno para que me ayude- contesto Giorno dando una sutil explicación, con una mentira ligeramente piadosa. Pero es que había pensado  en que decir a su padre para que les dejase volver a la escuela, si es que les prohibía volver a pisarla, por lo que ocurrió con Prosciutto.

-¿Bruno ya se fue a su casa?- contesto Jonathan, tras haber tomado un sorbo de te, su hijo negó.

-Se trajo ropa para cambiarse aquí..  creo- dudó, intentando mantener la sonrisa.

-Si quieren que nos vayamos juntos, ya debería estar despierto- le respondió su padre, viendo a su hijo volver por las escaleras animado. Sin esperar alguna respuesta adicional del menor, sabía que su padre tenía razón y antes de desaparecer, Giorno de nuevo bajo las escaleras para volver con el y besar su mejilla.

-¡Gracias padre!- se atrevió a decir Giorno, sabiendo que con esas palabras había obtenido el permiso, y ahora solo debía hablarle a su amigo.

Camino escalera arriba,  con entusiasmo y cautela fue hasta su alcoba para buscar al joven de cabellos negros, y despertarlo de aquel sueño que le tenía cautivo.
Busco su mochila, hurto entre sus cosas y cuando pensó que tenía todo resuelto...

-¿Qué  haces?- balbuceo el joven de cabellos negros, quien intento verle y busco sus lentes para vestirlos y mirarlo con dificultad

-¡Vamos!- hablo Giorno emocionado  -Anoche dijiste que Abbacchio entregaría hoy su trabajo, tenemos que irnos- dijo animado, pero no miro nada de su interés en la mochila del nombrado.

Verano (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora