Verano (AbbacchioxBruno)

Capitulo 3: Invitado

Gracias por la paciencia.

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-Tu y tu bocota arruinaron todo- reclamo Fugo, después de sabrá cuantos días que habían pasado con el incidente en biblioteca. 

Leone conducía el auto, en busca de un lugar donde pasar el rato amargo, ya asimilaba la idea de que jamás llegaría a graduarse, justo como lo había planeado, pero al menos el lado positivo de las cosas es que iba a esperar a sus amigos, que iban un grado menor que ellos dos. 

-Dije que lo sentía, ¿Acaso eso no basta?- se defendió Mista, mirándolos a ambos y jugaba con el cigarro entre sus dedos. 

-Si no hubieras dicho nada, Leone hubiera empezado su trabajo- le contesto Fugo, y Leone respiro profundo, llamando la atención de los dos. Pero a él, el ver a un joven caminar, por las calles, mientras el manejaba lentamente, le llamo la atención a él.

Freno el auto de repente, y eso confundió a sus amigos. Pero él, tenía un plan en mente y no quería que alguno de ellos le arruinara su segunda oportunidad. 

-Bájense- ordeno, sin mirarlos a ellos y solo miraba hacia donde el joven caminaba. 

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué le  pasa al auto?- reacciono Mista de repente, pero Fugo no pregunto nada y  obedeció, como siempre jalando a Mista de la chaqueta dejaron al joven en el auto pero Leone miro como el joven a lejos cruzaba una puerta. 

-¡Fugo!- alzo la voz Leone, bajando del automóvil y saco su mochila de la cajuela, le aventó las llaves del auto y corrió hacia el otro lado. Confundiendo mas a sus amigos, de como los había dejado hacia unos minutos, y ahora les dejaba el auto a ellos. Pero ya no le preguntaron nada y dejaron que el joven se marchara. Fugo condujo el auto y en menos de un minuto, junto con Mista, se había marchado.

Leone lo miro de pie ante la puerta, quieto y al parecer esperando. Se le hizo extraño pero aun así no quiso pensarlo más y corrió hacia él. 

-¡Bruno!- alzo la voz, tras solo recordar su nombre, y el muchacho reacciono incapaz de poder moverse de donde estaba -Bruno, necesito que me oigas- repitió pero antes de que el joven pudiera a decir algo, abrieron la puerta del hogar. 

-Cariño, eres tu- oyó la voz de la señora y sonrió a su hijo, mientras Leone solo pudo mirar -Y veo que traes un amigo contigo- saludo 

-Mamá, no él...- 

-Sí, así es- interrumpió Leone, y saludo a la señora con respeto -Me llamo Leone Abbacchio  soy compañero de clase de Bruno, y me esta ayudando con un trabajo escolar- mintió, arriesgándose a todo o nada justo en ese momento y Bruno solo pudo amenazarle con la mirada. Se estaba pasando de listo. 

-Ya veo, Bruno siempre ayuda a quien puede- contesto ella, y Leone sonrió -¿No tienen hambre? la comida ya esta lista- los invito 

-Mamá no- reacciono -Él ya se iba- 

-Bruno, no seas descortés- le contesto su madre y Bruno solo suspiro.

-No se preocupe señora, me encantaría- le respondió Leone, recibiendo a cambio la invitación de pasar, seguido de Bruno, quien fue directo a su habitación sin avisar una palabra. Leone no dijo nada, solo espero en la sala mientras la mamá de Bruno serbia la mesa, a pesar de que él insistió en ayudarla. 

Bruno corrió directo a su habitación, tomo el teléfono de la casa y no tardo en llamar, mientras trataba de mantener la calma y espero a que contestaran.

-¡Giorno !- alzo su voz, sin dejar que saludaran -Giorno , maldito ¿Tu mandaste a Leone a la casa?- reclamó 

-¿Qué dices?-

-Leone esta en mi casa- le contestó 

-¿Leone qué? ¿Como supo dónde vivías?- pregunto Giorno  confundido, mientras Bruno evito desesperar