Verano (AbbacchioxBruno)

Capitulo 8 - Fin de semana (Parte 1)

Sé que tiene mucho que no he actualizado aquí, no lo olvido. Es solo que en estas fechas decembrinas me ha sido más complicado

Lo siento!

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Sábado: Cinco días para la entrega.

El sonido de una alarma fue lo que le hizo volver a la realidad. Ya tenía los ojos abierto, ya estaba despierto, pero aún no se levantaba de la cama. Solo extendió su mano para apagar el ruido y sonrió, sonrió como un tonto mientras hundía su rostro en la almohada.

Bruno Bucciarati había pasado la tarde con Leone Abbacchio, hablaron de cosas sin sentido, hablaron con Fugo y también le había invitado a comer, vaya, había pasado tanto en tan poco tiempo. Y la mejor parte, fue que Abbacchio no le discriminó en lo más mínimo, aunque jamás pensó que se delataría con él.

Vaya, vaya, vaya.

Hundió más su cara contra el cojín, sonrió y sintió el pecho acelerar. Ya no importaba si correspondía, el punto es que ambos ya se llevaban tan bien, y era suficiente para él. Suficiente como para después pensar que se volverían a ver, tenía que ir a la biblioteca a seguir con el trabajo, eso sí no podía olvidarlo. Sin embargo, tan pronto pensó en el lugar, recordó la llamada que había hecho con Giorno para avisar que no volverían.

Tras la comida, y la convivencia, Abbacchio le llevó a su casa, por lo que llamó a su amigo para pedir que guardará las cosas. Eso hasta que Giorno le mando un recado

"Nos vemos mañana temprano, dile a Abbacchio que llegue más tarde. Tenemos algo que hablar" fue parte del mensaje apresurado que no logró entender.

Se levantó de la cama, tan pronto salió de su mar de pensamientos y se arregló rápidamente para ir con Giorno Giovanna. Quien ya le esperaba en puerta de la biblioteca.

-Buenos...- intento hablar Bruno, pero Giorno le tomo del brazo y huyeron de ahí. Vigiló, observó a su alrededor.
Nadie.

-¡Hey, Giorno! ¿Qué sucede?-

-Shh- repitió el rubio, caminaron a un rincón del edificio, nadie les miró y espero que así fuera -Bruno tenemos un problema-

-¿Que sucede?- repitió Bruno confundido.

-Es Prosciutto, ¿te acuerdas de él?- contesto Giorno, su amigo intentó hacer memoria -Vino ayer, y está exigiendo que arruinemos el trabajo de Abbacchio-

-¿Qué?- reaccionó el pelinegro -Hay que decirle a Abbacchio-

-¡No! No podemos hacer eso-

-¿Eh? ¿Por qué no?-

-Abbacchio ya tiene dos llamadas de atención, una más y lo echan de la escuela- respondió Giorno preocupado

-¿Qué? ¿Cómo sabes eso?- pregunto Bruno confundido.

-¿En serio eres tan distraído?- contesto Giorno preocupado -Mira, eso es lo de menos... el punto es que Prosciutto, quiere que le ayudemos a que Abbacchio repruebe y no podemos decirle, porque de lo contrario irá a pelear con él, y si lo hace Abbacchio de cualquier forma reprobara- continuo diciendo, mientras veía a Bruno ahora preocupado como él.

-¿Y qué hacemos ahora?-

-No puede venir ya aquí- respondió Giorno decidido -Mira, ellos no saben que tú eres quien le ayuda así que eso es algo de ventaja, pero Abbacchio ya no puede venir a la biblioteca- dictó sentencia, Bruno se confundió.

-¿Ellos?- pregunto Bruno -¿Qui...-

-¿Cómo que ya no puedo venir?- preguntó un tercero, antes de que Bucciarati pudiera preguntar. Giorno se asustó, al igual que Bruno se puso nervioso.