Capitulo 23: ¡Giorno! (Pt. 1)

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Se que me pase de la semana... pero aquí está.
Gracias por leer

☆.☆.☆.☆

De pronto, se escuchó un ruido, la pareja reaccionó, temerosos a lo que oyeron, volvieron la vista a la enorme ventana del rubio, quien para ser más exactos, tenía un muy pequeño balcón.

-¿Qué fue qué?- pregunto temeroso, en espera de su respuesta, de alguien.

Un ruido más, sono al exterior.

-¿Giorno, no se supone que tienes un perro?- le preguntaron al rubio que intento acercarse a las cortinas y atravesar el ventanal hacia su balcón.

-S-Si- tartamudeo sintiendo como le sujetaba su amigo del brazo -¡Danny!- grito a su puerta, olvidando que estaba cerrada.

-Espera, no te asomes- murmuró su amigo al notar como se alejaba de él, liberándose de su agarre -¡Giorno!- reclamo él susurro

-Tranquilo Bruno, solo voy a ver. Abre la puerta para que venga Danny- le ordeno, acercándose más a su destino y de un tirón abrió la cortina.

Un grito soltó.

-¡Giorno!- grito Bruno, corriendo en su ayuda. Y solo oyó una carcajada de un tercero.

-¡Sole de mia vitta!- escucho una voz diferente, Bruno se asomo al balcón, reconociendo aquel intruso y dio un paso atrás, para esconderse tras la cortina. Y aunque se viera, seguramente el intruso ignoraba su presencia.

-¿Qué haces aquí?- se quejó Giorno entre dientes, penso en gritarlo pero no pudo, su rostro estaba ligeramente coloreado -Mista…- susurró.

El chico había usado el papel, con el código de seguridad que le habia escrito y compartido Jonathan, con la estricta condición de romper el papel después de cruzar la puerta, y lo hizo.

Entro, atravesó el jardín y en sorpresa de todos, cuando Nana había salido a alimentar con la cena a las mascotas de la familia, al jardín, le miro.

-¿Tu..?- murmuró ella, antes de poder decir algo y reconoció que el joven, bien arreglado, peinado y con manos ocupadas en detalles, iba caminando sigiloso.
Mista estaba tan concentrado en su labor, que ni siquiera se había percatado que la chica le estaba mirando. Y ella le dio la ventaja, de meter a las mascotas al interior de su casa, para darles de cenar ahí.

Ya tenía el camino libre para ir hacia su destino, y lo logro, adentrándose con la valentía de trepar su balcón. Pues cuando el joven rubio gritó, vio al chico de pie, mordiendo una flor entre dientes, apenas sacudiendo sus manos.

Tan pronto Giorno se controló, pensó en hacer algo, pegarle, incluso abofetearle pero su mente se ponía en blanco, al notar lo diferente que el muchacho estaba.

-Giorno- habló el tercero, tras tomar la flor en mano y la extendió hacia el, provocando que el rubio sintiera su rostro acalorado, cruzando los brazos para controlarlo.

-No creas que eso será suficiente para…- intento hablar, sintiendo como el recién llegado, le tomaba de los brazos, tirándole con rapidez hacia el.

Su joven amigo, se limitó a ver la escena desde la distancia, ocultándose de la vista de la pareja, que aún así, sabía que el intruso le ignoraria, pues no habría hecho aquella acción.

Acercarse al rubio, tomarle de los brazos y darle ese tirón hacia el, sin pedir una pizca de permiso.

-¡Mista!- apenas se oyó el grito de reclamo de Giorno, provocando que el muchacho le soltara los brazos para sujetar su rostro.

El chico cerró los ojos y tiró hacia el, para levantar un poco su rostro al suyo y le beso. Bruno se limitó a mirar asombrado y contento, desviando la vista para darle privacidad a la pareja.

Giorno intentó  ciegamente sujetar a Mista de los hombros, con el fin de apartarlo, pero la forma en que el chico le besaba y más ahora sin su permiso, le encantaba.

Pero no debía acceder.

Fue tan rápido perder el aliento ambos, aprovechar ese momento, separarse, mirarlo y alzo su mano en contra de el, para abofetearle.

-¡¿Cómo te atreves a venir así?!- se quejó, viendo como aquel chico ni siquiera se toco el rostro, al sentir que ardía su mejilla por aquella acción. Al contrario, Mista solo soltó un suspiro suave y asintio, tomando la mano zurda de Giorno en las suyas.

Giorno sintió su sangre entrar en calor, su rostro no tardaría en sonrojar más.

-Se que  fui un tonto, no debí dejarte… y ahora que lo hice, me arrepiento- dijo Mista, viendo fijamente al rubio directo a los ojos -Perdoname Giorno-

-¡No!- le alzo la voz el rubio, soltandose de su agarre -Estas loco si crees que voy a perdonarte, eres un idiota- se quejó el rubio, cruzando de brazos ante la vista de el. Mista a cambio le sonrio, provocando al corazón de Giorno, quien intentaba seguir con su postura fría, desviando la mirada

-Si, soy un idiota- le contesto Mista, llamando la atención de reojo del rubio -Pero soy tu idiota- enfatizó, logrando su cometido, que el rubio bajará su guardia.

Mista puso una mano detrás de el, se inclinó con una rodilla al piso y levantó sus manos frente al muchacho, mientras Bruno vio asombrado a aquel intruso.

-Espera…- hablo Giorno, tan pronto miro al joven hacer aquel acto -Mis..Mista.. ¿qué estás haciendo? Espera…-

-¿Te quieres prometer conmigo?- le pregunto Mista, alzando su vista hacia el rubio que estaba aun de pie frente a el.

》Giorno, yo quiero estar contigo… aunque tenga que enfrentarme a tus padres, todos los días de mi vida, con el fin de estar a tu lado- continuó diciendo el muchacho, al notar como Giorno intentaba tapar en vano, con una mano su rostro.

Ya, dile que si.

-¿Giorno…tu…?- intento seguir hablando Mista, al notar el silencio del chico. Quien claramente se veía con el rostro Colorado y en su interior, el corazón latía con rapidez y sin descanso. Hizo que el chico se levantara del suelo, intentará verlo con claridad, preparándose para el rechazo.

Giorno seguía ocultando su rostro en vano, tras una mano que fue apartada, para que Mista pudiera verlo con claridad; estaba intentando no llorar.

-¿Giorno?-

-¡Si quiero, si quiero idiota!- le contesto, provocando un estallido de alegría en el muchacho, quien tomó al joven rubio entre brazos, lo levantó del suelo, lo hizo gritar en alegría, para después bañarlo en besos a sus mejillas.

El enojo había pasado.

Mista bajo al muchacho con suavidad, para que tocara el piso de nuevo con sus pies y ambos se miraban, el rostro acalorado pero con un brillo en sus ojos.

-Ahora vete- ordeno Giorno, recuperando la compostura -Vete antes de que lleguen mis padres- insistió

-No, aún no me puedo ir- le contesto Mista  -Te has prometido conmigo, y si nos vamos a casar  cuando tengamos la mayoría de edad, necesitamos la bendición de tus padres-

Oh no…

-Espera… ¿dijiste casarnos?- hablo Giorno confundido, viendo las expresiones del joven, quien asintió. Jamás había estado tan seguro de algo, como ahora, era la primera vez.

-Tu, te vas a casar conmigo-  respondió Mista con una sonrisa al rostro, pequeña y orgullosa. Oyendo el sonido de un claxon al exterior.

Oh no…

Lo que paso, fue  como una reacción en cadena, a esas palabras, se oyó el sonido de un auto al exterior. La mascotas que traía Nana al interior del hogar, probando su cena, reaccionaron aquel ruido y se precipitaron a la entrada del hogar, donde ella no hizo más que abrir la puerta para dejar a las mascotas correr con total libertad. Alguien había llegado.

Bruno reaccionó al escándalo, mientras Giorno sentia que sudaba frío y Mista se mantenía sereno ¿cómo podría estar tan tranquilo?

Aunque la verdad, en su interior, estaba hecho un manojo de nervios.

Mista se atrevió a buscar valor en su interior, abrazo al rubio por la cintura, tiro de su rostro hacia el suyo y de nuevo le beso, le beso una y otra vez anhelaba robar el aliento del muchacho sin descanso, quien sin duda correspondió.

Apenas pudo tocarle de los hombros, cerrar los ojos y corresponder hasta que la falta de aire lo detuvo. Giorno miró a Mista directo a los ojos y oyó una sonrisa como un susurro.

Se apartó del rubio, y a paso apresurado corrió a la ventana del balcón y se inclino sobre el barandal, para tirar de algo hacia el. El muchacho había pensado en todo, pues de repentina sorpresa, reveló que no venía con manos vacías.

-Estoy listo- hablo Mista, Giorno le miro confundido.

-¿Cómo… de donde…sacaste eso?- pregunto confundido, el chico soltó un  respiro y trago saliva.

-Vamos- le dijo Mista a Giorno, dirigiéndose a la puerta de su habitación.

-No ..No, Mista espera- reaccionó Giorno -¡Mista espera!- alzo la voz, pero el chico ya había emprendido su marcha escalera abajo, hacia la sala de estar. Dejando a Bruno escondido en el clóset del rubio, para no ser descubierto por Mista, aún así, no se quedo atrás y fue con la pareja, tomando su precavida distancia.

Y al exterior de la casa, los padres de Giorno finalmente llegaban.

☆.☆.☆.☆

Holaaaaa!!!
¿como les va? Espero que bien y mucho mejor que a mi,
Se que me tarde más de la semana, y quizás pase lo mismo esta vez también.

Solo trataré de no perder el ritmo... y... ¿os gusto?
Yo ando emocionado, tengo mi excusa para descargar algo de Mista y... ¡me encanta!

Aunque hice unos borrones porque no se me ocurría como pediría disculpas ¿creen que sea capaz de hacer esto?

¿O me habré salido mucho de su...forma de ser?

Aaahh, aún así, 3espero que haya gustado. Deseo Bonita noche y cuidense mucho
Mil gracias por leer!!!

Verano (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora