Capitulo 15 Domingo Pt. 2

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-¡Mista!- fue el primer grito que soltó, alzo la voz haciendo reaccionar a su acompañante, quien le vio confundido. El ambiente de romanticismo se había perdido, y es que el dúo se había marchado a pasear, después de que le leyera aquel mensaje de Abbacchio, avisando que se había ido para ellos ir al centro comercial.

Estaba la pareja tan a gusto, demasiado a gusto que incluso Giorno había perdido la noción de que día era: Domingo.

Domingo, día de compras para su familia.

Y a unos metros de distancia, en tan pequeña lejanía estaba una tienda de ropa y otra más de antigüedades. Fue ahí que, justo saliendo de ambos lugares, el joven rubio abrió los ojos tan grandes, redondos como platos y las mesas de los comedores apuntaban a ambas entradas del lugar.

-¿Gio...Giorno que sucede?- pregunto el joven enarcando una ceja, y ahí fue cuando sintieron ambos, la sangre congelar.

-Es mi padre- murmuro

-¡Giogio!- oyeron ambos la voz suave y un par de carcajadas. Haciendo que una segunda persona, de traje colorida mente amarillo, con cabello igual de dorado que Giorno, con extravagancia y aspecto atemorizante, volvió la vista hacia donde su acompañante grito.

-¿Giorno está aquí?- pregunto, alcanzo la ceja y rápidamente busco a su hijo por aquel peculiar peinado. Había alguien más con él, un chico de gorra roja y chaqueta azul, que no se dignó a voltear a verlos, tan pronto el hombre hizo contacto con su hijo. -¿Quién demonios es ese?- se quejo

-Debe ser un amigo de Giogio- sonrió su pareja de cabello corto en color negro y azul. A diferencia del rubio, él en lo más mínimo atemorizaba, al contrario. Era un claro ejemplo de un hombre joven, maduro y todo caballero.

-Jojo, él no parece ser digno de ser amigo de nuestro hijo- siguió quejándose entre dientes, viendo como Jojo, alzo la mano para recibir a cambio, el mismo gesto de su hijo.

-Tenemos que ir a saludar- hablo Giorno, levantándose de su asiento y Mista, entre temor y nervios, copio el mismo gesto que él. Dando media vuelta, seguir detrás del rubio, notando con rapidez a una pareja al pie, junto a la entrada de la tienda de antigüedades.

-Giorno- dijo Mista rápidamente, tomando de la espalda con discreción y nervios la camisa del rubio, haciendo que éste volteara de reojo hacia él -¡Giorno!- insistió, tratando de alentar los pasos

-¿Qué?- se quejó el rubio, caminando al lado y a la parte de él. Mista tuvo que tragar saliva y controlar el miedo.

-Tu... ¿tu papa es...? -

-¡Giogio!- se oyó la sonrisa, la voz amable y noto junto a Giorno, al hombre de cabello azul

-Director- murmuro Mista, tragando saliva, viendo al hombre junto a él, quien a cambio volvió a repetir el mismo gesto. Una sonrisa amable, que después de una pequeña calma, se corrompió por un tercero.

-Giorno, no dijiste que vendrías al centro comercial- se quejó, en lugar de saludar. Mista sintió que sudaba frio, al notar al hombre rubio interponerse entre ellos y acercarse directo a Giorno -Sabes que no me gustan las mentiras-

-Papá- murmuro el joven, haciendo que Mista quedara confundido. Abrió los ojos, intento ser discreto viendo a todos y opto por intentar quedarse callado. Aunque se conocía, sabía que no tardaría demasiado en quizás arruinarlo.

-Dio, nuestro hijo no está mintiendo, seguro él no sabía ¿verdad? - hablo el hombre de cabellera azul, quien, con suma tranquilidad, hizo que el mayor callara y solo los mirara.

-Eh... si... padre- murmuro Giorno, intentando no ser avergonzado, y se limitó a sonreír a todos

-¿Y dónde está Bucciarati?- interrumpió de nuevo Dio, cruzándose de brazos. Mista se mordió los labios -¿Acaso están ustedes dos solos?- pregunto de nuevo, mirando esta vez al acompañante quien solo sonrió torpemente y desvió la vista.

-Dio- canto su pareja de nuevo, tocando su hombro para llamar la atención del rubio. Ambos hombres se miraron, la forma serena y suave en que le miro, hizo que su pareja sonrojada y Giorno, soltó una risa muy discreta

-No me avergüences frente a nuestro hijo Jonathan- hizo su reclamo en un intento de tono bajo, discreto y con alto poder autoritario. Pero como siempre, entre ellos dos era en vano, a diferencia de Mista que el simple hecho de ver al trio interactuar entre sí.

Pudo darse cuenta de quien había heredado aquella forma de ser, aparentemente, malvado y cruel. Y también, aquella forma coqueta, sonriente y suave, que había sido de ambos, aunque para ser sinceros, no se esperaba que Giorno tuviera dos padres, y uno de ellos fuera el director.

-Bruno fue con Abbacchio, están trabajando- le explico Giorno a ambos, aunque uno fingió atención, el más cariñoso hacia todo lo contrario.

-Eso lo explica todo- contesto Jonathan, y fue ahí cuando Giorno miro a Mista, intento tomarlo de la mano. Aunque él la aparto con gentileza y discreción, pues la mirada del hombre rubio hizo que se intimidara. -Y tú eres ... ¿Wuido?-

-Guido, señor, Guido Mista- le corrigió el chico, inclinando un poco la cabeza y dio un paso atrás. -Mucho gusto- se presentó, haciendo que Giorno le mirase algo confundido. Conocía a su padre Dio, intento darles unas miradas tanto a su padre como al chico, pero Mista lo evitaba.

-Un placer Mista- contesto Jonathan, señalándose a sí mismo y al rubio -Jonathan Joestar, y él es Dio Brando- se presentó a la par del movimiento de sus manos, logrando que el rubio tronara los labios

-¿Y qué haces con Giorno, solo?- pregunto finalmente Dio, sobresaltando un poco a Mista, quien solo dio otro paso hacia atrás. -¿Son amigos ustedes o algo más?- insistió

-Padre- defendió Giorno, pero una risa torpe de Mista, llamo la atención.

-De hecho, su hijo, me pidió que lo acompañara en lo que ustedes llegaban- mintió, Giorno volvió la vista a él confundido. Jonathan solo miro -¿Verdad?- continuo diciendo, volviendo la vista al rubio y enseguida su padre Dio, él sonrió.

-Excelente, tienes un guarda espaldas- dijo el rubio, haciendo que Mista diera otro paso hacia tras. -Aunque aún te falta mucho para poder cuidar bien a mi hijo- se quejó, con aquel tono déspota y sin cautela. Jonathan reacciono, y cruzo la mirada con el rubio, quien ignoro aquella señal, volviendo la mirada a Mista.

-Ya te puedes ir- le corrió, haciendo que Giorno le mirara sorprendido.

-¡Padre!- reclamo Giorno

-Dio- dijo Jonathan, mientras Mista alzo las manos

-Con su permiso- fue lo único que dijo el muchacho, quien sin titubeo ni pensar se marchó. Giorno volvió la vista a su padre, le amenazo sin pena y sin discreción alguna al mayor quien ni siquiera se dejó provocar por aquel acto de su hijo.

-¿Cómo te atreves...?-

-Giogio- interrumpió Jonathan, tomando con delicadeza del hombro a su hijo -Tranquilo-

-Él ni siquiera es digno de ser ni tu amigo- se quejó Dio, haciendo que el menor apretara los puños.

-¡Mista no es solo un amigo!- le reclamo su hijo, amenazando a su padre -Así que más vale que lo aceptes- le alzo la voz, soltándose del agarre de su padre. Para ir en búsqueda del chico, que había desaparecido del lugar.

Giorno corrió, Jonathan solo se atrevió a mirar a su hijo partir y volver la vista al rubio, quien tenía su mira de molestia, de disgusto.

-No puedes controlar la vida de tu hijo- le dijo Jonathan, haciendo que de nuevo Dio tronara la boca -Y en la cena, le vas a decir eso, y te vas a disculpar-

-Jojo-

-No te estoy preguntando Dio- termino el hombre la charla, haciendo que su pareja bajara la mirada. Esas ciertas ocasiones, con las palabras indicadas, hacía que el rubio callara y accediera a su palabra.

Podrá ser Dio el padre biológico de Giorno, pero Jonathan, había conocido tan bien a Erina, que aprendió de ella, para tener al hombre en cintura, y cuidarlos a ambos, como ella lo habría hecho en vida.

-¡Mista!- grito en la salida de la plaza, pero no vio nada, no vio a nadie. Así que tan pronto recobró el aliento, tomo el móvil para hacer la llamada.

-¡Hey!-

-¡Mista! ¿Dónde estás?-

-Soy Mista, por el momento no puedo contestar. Deja tu mensaje, yo te llamo- se continuó oyendo su voz, seguido de un pulido, que había mandado directo a buzón.

Giorno se enojó.

-¡Maldito!- reclamo entre dientes, lo único que pensó fue en mandar un mensaje, antes de poder hacer algo. Y el hombre al pie de la puerta de la tienda, sintió el teléfono vibrar.

Dio volvió a su camino, para ir a la siguiente tienda y continuar con las compras. Mientras Jonathan, detuvo el paso para hacer una llamada, tras leer aquel mensaje.

-Nana- reacciono el hombre, tan pronto levantaron la bocina -Espera en la entrada a Giogio- ordeno, oyendo la voz femenina -Solo paga el taxi, por favor, gracias- pidió y colgó la llamada, volviendo a leer aquel mensaje que mandó su hijo.

"Voy a casa. No me hablen" leyó en su mente y solto un suspiro. Penso que si había peleado con su amigo, tras la platica con su padre, el joven no quería ver ni a su sombra. Por lo que mientras Dio continuaba con lo suyo, el se fue con calma a la tienda de repostería, pues lo único que le ayudaría con Giorno, seria una enorme dosis de pudin.



-¡Fugo!- alzo la voz tan pronto cruzo la puerta al interior y vio poca gente en el lugar. Tan pronto hicieron contacto visual, el alzo la mano y le saludó.

Tenia que esperar que terminara de atender una mesa, para ir a cocina y luego ir con el.

-Pero que sorpresa- se oyó la voz seria y serena. Abbacchio reaccionó en sorpresa y ambos hombres se miraron entre sí. De nuevo una sonrisa al rostro, se acomodo en su silla mientras Abbacchio permanecia de pie, limitándose a dar unos pasos hacia el.

-Tsk- trono los labios, mientras el joven sentado hizo un gesto a la silla del otro lado de la mesa. -¿Qué es lo que quieres?-

-¿Acaso no viniste a comer, Leone?- pregunto, diciendo su nombre con tal sarcasmo, haciendo que el joven de pie le amenaza con la mirada -Oh espera, estas trabajando ¿cierto?-

-Asi es- contesto Abbacchio, tomando la silla para sentarse y quedar ambos frente a frente -Nero- acentuó su nombre, Risotto reacciono. Dejando que Abbacchio alzara las manos al aire, sabían que estaban en un lugar público, y no era opción, a diferencia de la escuela.

》¿Me estas siguiendo, a caso? - se limitó a preguntar, inclinándose hacia el -¿Tienes miedo de que termine mi trabajo?- sonrió

-Tu no lo estás haciendo- le contesto el muchacho de camisa roja. Siendo ambos interrumpidos por Fugo, quien no perdió el tiempo al notar a ambos jóvenes sentados a la mesa.

-¿No van a ordenar nada, cierto?- les pregunto, viendo que el dúo no se dejaba de ver entre si.

-No gracias- contesto Abbacchio, sin dejar de ver al contrario -Solo vine por mis cosas- señaló

-Yo ya pedí para llevar, solo estoy esperando- respondió Risotto con la sonrisa Al rostro, sin quebrar aquel juego de miradas.

-Bien, vuelvo en un minuto- dijo Fugo, dejando al duo solo un instante. Y ellos seguían viéndose fijamente.

-¿Entonces...- hablo Risotto -¿En que estábamos?-

-¿Cuál es tu problema Risotto?- tomo Abbacchio la palabra, ambos jóvenes seguían mirándose entre sí -¿Te preocupa que pase la materia? ¿No quieres que me gradúe primero que tu?- se burló, provocando que el contrario golpeara la mesa

-¡Oye!-

-Voy a delatarte- le contesto Risotto, recuperando la compostura -Se enteraran de que tu no estás haciendo el trabajo- sonrio

-Eso es mentira- le respondió Abbacchio, viendo como el hombre se inclinaba hacia la mesa, para acercarse a el.

-La primera vez hiciste trampa, es obvio que habrá una segunda- le dijo Risotto manteniendo la sonrisa al rostro.

-Vamos arreglar esto afuera- dicto Abbacchio sentencia, levantándose de su asiento, pero antes de poder decir alguna otra palabra o escuchar alguna respuesta, Fugo interrumpió de nuevo, entregando una bolsa a Abbacchio, tan pronto estuvo de pie.

-Tu orden aún no está lista- dijo Fugo a Risotto, para volver la vista a Abbacchio, quien lo miro. Intentando ignorar la tensión entre ellos dos -Ahí esta todo, avísame si falta algo- le dijo a su amigo, quien solo asintio en señal de adiós, no dijo una sola palabra. Fugo se distrajo con su trabajo, y Risotto aprovecho el momento para salir detrás del aalbino.

-¡¿Es Bucciarati, no es así?!- le alzo la voz al chico que ya caminaba y le daba la espalda. Paro en seco -¿Bruno Bucciarati?- pregunto Risotto de nuevo, provocando que Abbacchio diera media vuelta y caminara hacia el, con rapidez y sin titubeo.

Risotto espero paciente, apretó los puños y le vio venir hacia él. Abbacchio casi tiraba la bolsa, incluso también había cerrado las manos y se había precipitado. Sin embargo, una vez más, los habían atrapado.

El supervisor asomó a la puerta, Fugo estuvo atento tras su comentario, y el empleado entregaba a Risotto su comida para llevar. Ya había pagado. Pero el trabajador no se metió, al contrario quedó fuera del lugar, viendo a ambos muchachos amenazar entre miradas, no decir una sola palabra, hasta que Risotto soltó un "Gracias"

-No te atrevas a tocarlo- amenazo Abbacchio, viendo ahora que era Risotto quien le daba la espalda al intentar marcharse. El hombre dio media vuelta, ambos se vieron en el estacionamiento, el empleado ahora miraba de lejos.

-¿A él?- se burló, soltando una corta risa, levantando la vista al cielo -¡Seguro es igual que el rubiecito, un maldito mari...-

-¡Callate!- alzo la voz Abbacchio, oyendo a la vez, una palabra no entendible por parte del empleado, que los seguía mirando a lo lejos

-Estas advertido Risotto, toca un solo pelo y no me importará perder la graduación- solto Abbacchio una última amenaza, intento no perder la compostura. Incluso Fugo se atrevió a mandar mensaje, soltar una llamada para que su amigo se marchara.

-No gracias, me dan asco- se burlo de nuevo Risotto, quien esperaba otra reacción, una queja, un golpe, un reclamo. Pero Abbacchio sintió de nuevo el teléfono vibrar, era Fugo. Quien colgó, y mandó un mensaje que el albino pudo leer.

"Ve con Bruno. Es tarde" leyó y reacciono, respiro profundo y opto por una vez más. Ignorar a Risotto para irse de ahí, se estaba tardando más de lo pensado y no quería dejar a Bruno esperando.

-Estas advertido!- le grito Abbacchio una vez más, para enseguida ir a su auto y dejar al otro atrás. Tan pronto abordo, prendió el auto y manejo de vuelta a casa, tratando de relajarse. Respirar profundo y volver a concentrarse en su trabajo.

Solo tenía un trabajo que hacer, y era aprivechar el domingo para pronto terminar su proyecto.

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Hiii
Lo logré! Un episodio de 2k y un poquito más!
Por cierto el episodio pasado se me pasó preguntar

¿Les gustó que metiera, aunque sea de ocasión y espontáneos , a más personajes?

¿Y les gusto las referencias?


Espero y si, porque por cierto

Sigo sin internet
Me mandaron de vuelta a hacer trabajo en casa
Y me estresa que sin wifi no puedo trabajar al 100

Bueno ya me emocioné escribiendo bastante, espero haya gustado.
Cuídense mucho
¡Y muchísimas gracias por leer!

Verano (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora