Capitulo 29: Atando Cabos

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☆.☆.☆.☆

Martes; Quedan dos días para entrega.

Viernes; Es la fecha de entrega.

Martes, Pasan de las 7p.m. de la tarde.

El joven había huido de una, pudo librarla sin problema, vaya que eso no era lo preocupante. Preocupante era lo que le pasaba justo ahora.

-¡Espera!- grito en vano, sintió un golpe claro en el rostro, cayó de espaldas una vez más. Que esta vez ni siquiera intento ponerse de pie, no podía razonar con el -¡Basta!-

-¡Inútil!- le contesto, a la vez que le propinó una patada en el cuerpo. Una y otra, donde el chico apenas se pudo proteger con los brazos en vano, ya no tenía fuerzas. Le dolía el cuerpo

》Solo era una maldita cosa la que tenías que hacer- le reclamo, deteniendo su ataque, inclinándose hacia el para tomarlo de las prendas del cuello y verlo frente a frente. Un golpe más, seguro ya le había roto el labio y sangraba su nariz.

-Eres un inútil Prosciuto- se quejó, viéndolo fijamente a los ojos entre cerrados del rubio.

-El director.. y esos dos entrometidos arruinaron todo- murmuró, sabiendo que sus palabras iban a ser ignoradas -Y el rubio de Giovanna ya no lo deja entrar en la biblioteca-  continuo diciendo, sintiendo como le empujo del pecho y se apartaba de él.

Aquel hombre de prendas negras le dio la espalda, respiraba profundo a la vez que trataba de pensar en algo. Los días se agotaban, ya no podía contar con el martes pues se habia acabado, ahora solo tenía dos días.

Incluso uno, no lo sabía. No podía confiarse.

-¿Ese rubio afeminado..esta en la biblioteca?- pregunto de repente, rompiendo el breve silencio. Dio media vuelta hacia el joven que estaba en el suelo.

-Tampoco podemos tocarlo, se ha hecho novio del amigo de Abbacchio- contesto Prosciuto, limpiándose el rostro con sus ropas.

-Esa no fue la pregunta que hice- le respondió el contrario, viendo fijamente al rubio negar.

-Supongamos que ya tienen todo el trabajo terminado, es probable que el imbecil de Abbacchio vaya a entregarlo mañana o sino sería el jueves- dijo de repente el alto, cruzándose de brazos y daba sutiles pasos de un lado hacia otro, dos a la izquierda, tres a la derecha.

》No será tan ignorante a entregarlo el viernes, pues es probable que el profesor le pida alguna corrección, o quizás no, pero aún así...no, no va arriesgarse- continuo diciendo, mientras una sonrisa diminuta se trazó en sus labios.

-Mas vale que no seas nuevamente un inútil Prosciuto, mañana vigila la escuela, avísame antes de que cruce la puerta. No podemos dejar que entregue su maldito trabajo- ordeno el mayor, dejando que el rubio se pusiera de pie, sin sacudirse las ropas se limitó a asentir  aquel hombre que se acercó a él.

Le tomo del rostro, deslizó su mano de su mejilla a su mentón, y lo miró fijamente. Prosciuto quedo totalmente quieto, solo pudo mirarlo.

-No me decepciones- susurró

-Jamas Risotto- le contesto con suavidad, sintiendo como le soltó de su barbilla y se apartó de el.

Una vez más, se marchó sin decir otra palabra y dejaba solo al rubio, debatiéndose con sus sentimientos.

No podía fallar

-¡Esta listo!- festejo con alegría, no pudo evitar dar dos aplausos y sonreír con obviedad. Provocando lo mismo en el contrario  que se limitó a darle una sutil sonrisa

Verano (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora