♦️3. Ambos somos solteros♦️

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Diego

No podía creerlo ayer en la noche el chico no había querido acostarse conmigo, no podía creerlo, nadie se resistía a mi!

No entendía que estaba pasando, tal vez ya no estaba causando el mismo efecto en los chicos por lo que volví a la disco para confirmar mis sospechas, al llegar me bajé del Uber y me adentre en la disco con ansiedad.

Fui a la parte VIP donde podía ver desde las alturas a la gente bailar debía escoger a un chico con cautela, recorrí mi mirada por todo el lugar hasta ver a un chico rubio, de cuerpo bien, con mi objetivo ya visto caminé hasta la pista de baile en busca del chico, al estar a unos metros de distancia el chico ya me había visto me miraba con hambre, caminé hasta él.

—Hola, ¿Cómo te llamas?— pregunté con una sonrisa cautivadora.

—Hola me llamo Abiel— dijo un poco tímido.

Su nombre era lindo, el chico también pero prefería a los chicos con carácter, decididos, pícaros y un poco descarados de ese tipo.

Me acerqué a él, bailamos un rato, hasta que empezamos a besarnos, decidí que el baño de la discoteca era una buena opción, solo era una prueba.

Al llegar el se dejó follar a mi antojo, ahí supe que no era yo, solo era Sander, me iba a costar follármelo pero lo lograría, siempre lo hacía, quería tenerlo en mi cama algo me decía que él sabía moverse, lo deseaba, me ponía duro él solo imaginar su culo en mi polla.

Luego de follar con el chico en el baño, lo dejé ir y me fui a la cabaña, estaba agotado, el día había sido largo.

ווווווווו×

Llamada

—¿Aló?¿Cuñadito?

—Hola Diego.

—¿Cómo estás después de lo de ayer?

—Bien, no pasó nada

—Que bueno, entonces ¿Cuál era la razón de tu llamada?

—Hace como dos horas fui a buscar a Linda al aeropuerto y antes de salir Ariel dijo que también saldría ahora estoy en casa, todavía no vuelve así que pensé que podrías venir a hacernos compañía, podrías traer a Sander también, estaría genial.

—Bueno, invitaré a Sander, estaré por ahí en cualquier momento, quiero conocer a tu amiga, tengo curiosidad.

—Entonces nos vemos, adiós.

—Adiós.

Fin de llamada.

Estaba un poco preocupado por Azúl, no cualquiera estaría igual que él después de ser casi abusado, él era muy fuerte.

Salí y me acordé que mi auto estaba en Italia, no me gustaba andar en Uber todo el tiempo, decidí que compraría una moto, pero primero debía ir a buscar a Sander, no le avisaría solo lo iría a buscar a la cafetería, por que si le avisaba estaba seguro de que él se negaría.

Al entrar por la puerta de cafetería dirigí mi vista directo a mi objetivo de cabello rubio, él atendía con gentileza a los clientes, me senté en una mesa, esperé a que alguien me atendiera, fue un chico de pelo castaño, pude ver su nombre en el delantal de trabajo que traía puesto, se llamaba Martín.

—Hola buenas tardes, que le gustaría ordenar?— preguntó sonriendo amablemente.

—Hola buenas tardes, en realidad no estoy aquí para ordenar— dije discretamente acercándome un poco a él— ¿Me podrías ayudar en algo?

Aprendiendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora