Diego
—Tal vez un poco más que eso— confesé al fin.
—¿A–a que te refieres con más que interés?— preguntó con timidez poco disimulada.
—Yo en realidad me fui por que me di cuenta de que estaba sintiendo algo por ti, no podía asumirlo por lo que cuando tu dijiste eso fue perfecto solo me fui, lo que no tuve en cuenta fue que cuando estuve de vuelta en Italia te extrañaba tanto, en mi viaje a Dubai descubrí con ayuda de que en realidad me había... enamorado de ti— me costó decirlo, al levantar la mirada su boca estaba entreabierta, sus ojos muy grandes, tan sorprendido que no salió ninguna palabra de su boca— no me atrevía a venir y decirte todo, por que no sabia si a ti te pasaba lo mismo, también por que eso no es lo que yo haría normalmente pero me convencieron de venir, por eso es que vine a Las Vegas— confesé.
—T–t– tú quieres decir que... ¿enserio estas enamorado de mi?— preguntó sin poder creerlo.
—Si— dije en un susurro bajando la mirada un poco avergonzado y nervioso por lo que diría, mi estómago se contraía a cada segundo.
—Yo...— una risita salió de su boca— yo...— volvio a reír— ¿Estas muy, muy seguro de ello?— preguntó mirándome fijamente mientras sonreía un poco.
—Lo estoy, me costó asumirlo pero es lo que siento realmente— dije agarrando su rostro con mis dos manos— Tú me has enseñado a amarte durante todo este tiempo, no se mucho de gestos pero puedo aprender, solo para hacer que sientas lo mismo que yo, nunca eh sentido algo así, nunca, jamás, no quiero que este sentimiento se termine, por eso regresé— dije dispuesto a todo— Jimin a estado ayudándome todo este tiempo— agregué para dejar en claro que no había nada entre él y yo.
—¿Él te está ayudando sin ningún tipo de recompensa?— preguntó con una rara expresión en su rostro.
—Bueno no ninguna— su seño se frunció— tuve que pagar los vuelo cuando fuimos a Corea por que él tenía que pasar a visitar a sus padres y luego pagar los vuelos a Las Vegas, pagar su comida todos los días y dejame decirte que come mucho más que tú siempre recordando todo las veces que tuve que pagar sus comidas cachureo.
—¿Nada más?— preguntó inseguro.
—Nada más ¿Por qué?— pregunté sin entender— ¿acaso sigues pensando que nosotros tenemos algo?
—No lo sé dime tu— dijo a la defensiva.
—Lo primero, ningún contacto de tipo íntimo— dije sonriendo mientras lo atraía hacia mi— eres un celoso— dije tocando la punta de su nariz— ¿Entonces? ¿Me dejaras conquistarte y lograr finalmente enamorarte?— pregunté con seriedad.
—No— dijo secamente, mi corazón calló— no puedes... por que yo me enamoré de ti hace mucho—dijo finalmente mientras sonreía dulcemente, él estaba sonriéndome dulcemente!
Debía aprovecharlo al máximo y grabarlo en mi memoria, él nunca me había sonreído así.
Lo apagué más a mi cuerpo y sonreí con nuestras frentes juntas.
—¿Estas queriendo decir que como que nosotros podemos... podemos tener más que una relación de solo sexo?— pregunté sobre su boca mientras todavía sonreía feliz.
—Si pero debes prometer que seremos exclusivos completamente, esta relación debe ser con muchos, muchos sentimientos, muchos gestos de amor y también mucho sexo— dijo mirándome seriamente.
—Lo prometo, todo lo que quieras, desde ahora en adelante todo lo que quieras y tengo es tuyo— dije besando su frente, mejillas y nariz— me siento tan, tan, ni siquiera sé como explicarlo, lleno, nunca me había sentido tan bien, tú, esto es tan perfecto— dije acariciando su cabello, sus manos estaban entrelazadas en mi cuello, bajé mis manos a su cintura.
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Aprendiendo a Amar
Novela JuvenilDiego decide cautivar al mesero de una cafetería hasta tenerlo en su cama, cuando lo consigue decide que era mejor repetir, hasta que Sander le confiesa de que todo era una apuesta, que ya había ganado y que no quería seguir mintiéndole por lo que D...