Diego/ Paris
2 semanas después...
Abrí la puerta de la casa, caí en cuenta de que mi hermano estaría enojado conmigo por mucho tiempo después de eso, desde que le había confesado que ya sabía donde estaba Azúl, él pasó de saludarme todos los días a ignorarme por completo, esta semana Ariel estaba demasiado raro, nuestros guarda espaldas todavía seguían con nosotros, dijo que así era mejor, en el momento en que tocaron Francia, fuimos informados por Emilia que todos nos iríamos a vivir allá, al parecer Ariel y Azúl habían decidido venir a vivir a Francia por que les parecía mejor, tuve que vender mi departamento en Roma, esa tarde viajamos todos a Paris, nuestras casas ya estaban ubicadas, elegimos y luego ya estaba viviendo con Sander en ella por que obviamente no lo dejaría en Italia, él trabajaba conmigo en la sede de aquí, solo que por ser hermano del dueño tenía unas horas de trabajo y responsabilidades, saqué mi abrigo, lo colgué en el perchero de la entrada, al pasar por la sala deje mi maletín ahí.
Caminé directo a la cocina donde olía de maravilla, Mi chico estaba cocinando, cortando verduras, de espaldas, con una suave música de fondo, tomando su cintura, besé su cuello.
—Eh llegado a casa— susurré.
—Ya lo veo— dijo dándose la vuelta, enredando sus brazos en mi cuello.
—Ariel sigue ignorandome— dije melancólico.
—Se le pasará, solo esta sentido, son hermanos no estarán enojados por toda la vida, además no podías solo traicionar la confianza de tu cuñado— dijo tranquilizandome.
—Lo se, pero en cuanto se trate de Azúl para él todo es extremo, además lo entiendo, si hubiera estado en su lugar y él me hubiera escondido tu paradero mientras estaba desesperado, estaría mucho más que molesto— dije juntando nuestras frentes.
—Tiene sentido— nos quedamos un momento en silencio, luego solo sonreímos, sin decir nada, ambos sabíamos lo que significaba, estos momentos eran tan especiales, parecíamos mucho más que novios— vuelvo en un momento, debo revolver la olla— dijo soltándose de mi agarré.
Tomó la tabla donde había cortado algunas verduras antes y las soltó en la olla, luego revolvió— sentémonos— dijo llevándome a la sala donde me tiro en el sillón y subió sobre mi.
—¿Que cosinas?— pregunté casual y por que el olor me volvía loco.
—Estoy cocinando Boullion o caldo de verduras aunque también lleva pollo— habló quise cocinar para ti, no tenía ganas de salir hoy de casa— dijo recostandose en mi pecho— ¿Hice bien o tenía planes?
—Hiciste bien, tengo muchas ganas de comer de tu comida— besé su mejilla.
—¿Enviaste a Tear a casa?— preguntó viendo que no estaba por ninguna parte.
—Si, quería descansar, estar solo con mi novio— dije agarrando sus mejillas— te has vuelto un consentido.
—Bien, lo reconozco, en el fondo me encantan tus cariños— dijo fundiéndose en mi.
—¿Esta bien si estamos aquí? ¿No le pasara nada a la comida?— pregunté viendo preocupado en dirección a la cocina.
—Nop, le faltan aproximadamente 20 minutos, así que no puedes escapar de mi.
—No estaba planeado escapar— me levanté y con el control cambie la música, a música lenta— ¿Bailamos?
—En realidad no se como hacerlo— confesó un poco nervioso y avergonzado.
Tomé su mano y lo jalé, tropezó creyendo en mi pecho.
—Tendré que enseñarte— tome posición, posicioné manos en mi cuello y coloqué las mías en su cintura— solo debemos mover los pies al mismo lado, derecha, derecha, atrás— al principio le costo, luego dio en cuenta de que eran los mismos pasos pero invertidos y sincronizados, dejo de mirar el suelo seguro en mis brazos, en un movimiento agarré su mano y le di una vuelta, río mientras volvíamos a la posición original.
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Aprendiendo a Amar
Teen FictionDiego decide cautivar al mesero de una cafetería hasta tenerlo en su cama, cuando lo consigue decide que era mejor repetir, hasta que Sander le confiesa de que todo era una apuesta, que ya había ganado y que no quería seguir mintiéndole por lo que D...