Sander
Sonreí al ver quién estaba esperándome afuera del auto negro, caminé hasta él, colgando mis manos en su cuello y besándolo profundamente.
—¿Como está mi bello príncipe?— preguntó suavemente sobre mis labios.
—Mucho mejor ahora— dije besando muchas veces sus labios.
—Que mierda está ocurriendo aquí!— dijo alguien detrás de nosotros.
Al volverme estaba viendo a un Joshua muy enojado mientras que Martín me miraba con un poco de vergüenza y pena.
—Lo siento, no pude tranquilizarlo— habló Martín.
—Esta bien Martín, Joshua, te lo explicaré, pero no aquí, todos estaba mirándonos, vamos a conversar a otra parte— dije tratando de calmar el ambiente.
Joshua no me miró ni por un segundo, estaba mirando con una furia inmensa a Diego, estaba seguro de que en cualquier momento se le lanzaría encima, no podía permitirlo.
—Tranquilo Sander, creo que ambos deberíamos hablar de una buena ves, pueden subir al auto por mientras, los llevaré al centro comercial a comer algo, deben estar hambrientos— dijo pidió Diego.
—Martín no, no iremos a ningún lugar, ni menos contigo—dijo Joshua.
—Entonces deja que suba mientras nosotros hablamos— dijo Diego mirándolo fijamente.
Después de un momento en él que Joshua no protestó nos subimos al auto, tenía miedo, no quería que se hicieran daño.
—Hola Tear— saludé todavía nervioso.
—Hola— también saludó Martín.
—Hola señores— correspondió el saludo Tear.
Sin prestarle mucha atención miré por la ventana, Diego que hablaba calmadamente, no podía escuchar mucho, pero luego dijo algo que logró tranquilizar un poco a Joshua, Joshua respondió y luego se dieron la mano como un trato de paz, me tranquilice, suspirando tiré mi cabez hacia atrás en el asiento.
—Sandi, así que ahora están juntos?— preguntó Martín sonriendo mientras subía y bajaba las cejas.
—Si— dije sonriendo un poco avergonzado.
Luego la puerta trasera fue abierta, Joshua se subió más relajado, cerró la puerta y seguido se abrió la del copiloto, entrando Diego.
—Al centro comercial, Tear— pidió Diego, a lo que este asintió.
Miré de reojo a Joshua.
—Espero que cumplas tu palabra por que si no, no te escaparas de mis puños— dijo Joshua a Diego.
—Tranquilo no tengo intenciones de hacer sufrir otra vez a mi hermoso príncipe— dijo mirándome a mi Diego a lo que me sonrojé.
Estar enamorado y ser correspondido era lo más maravilloso pero frustrante a la vez, uno me volvía débil, vergonzoso, cariñoso y un sin fin de cosas, sonreía por todo a esa persona, tenías pensamientos muy impuros y también unos muy románticos al punto de que estaba imaginándome como seríamos en muchos años más, como nos casariamos, cuantos hijos adopatariamos, en que casa viviríamos, era tan absurdo pero lindo a la vez.
ווווווווו×
Al llegar al centro comercial fuimos a comer cosas chatarras, carne, papas fritas, nuggets de queso y pollo, hamburguesas y muchas cosas más, al terminar estábamos muy agitados pero nuestro don de niños tiernos convencieron a nuestros hombres de comprar entradas para ir a ver una de las películas en cartelera.
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Aprendiendo a Amar
Novela JuvenilDiego decide cautivar al mesero de una cafetería hasta tenerlo en su cama, cuando lo consigue decide que era mejor repetir, hasta que Sander le confiesa de que todo era una apuesta, que ya había ganado y que no quería seguir mintiéndole por lo que D...