Diego
Ese tipo, realmente lo odiaba, se atrevió a besarlo.
BESARLO!!
Y EN FRENTE DE MI!!!
Esto se había convertido en una guerra pero no era solo por el hecho de que lo halla besado si no que también por que fueron al mismo lugar donde yo lo llevé para que nos divirtiéramos, esto estaba cada vez más malo, si ese tipo seguía así podría ser que Sander se enamore de él y nadie quería eso o bueno yo no quería que eso pasara.
Debía acelerar mi plan.
Mañana era día lunes, al terminar su última clase iría a recogerlo, le llevaría su batido favorito y también algunos rollitos de Canela, él no se resistiría, lo invitaría a comer, tenía que hacer que él se enamorara de mi primero, él no podía tenerlo.
וווווווו×
Estaba un poco nervioso pero no tanto, luego de vestirme con un pantalón de tela, una camiseta con cuello alto y un abrigo largo salí de la habitación de mi hotel, instantáneamente mi guardaespaldas se adhirió a mi como un chicle en el zapato, esto era un fastidio pero tenia que aguantarlo hasta que las cosas se solucionaran.
Mi guardaespaldas condujo por mi llevándome a la universidad de Sander, al llegar salí del auto y esperé a que él saliera, después de unos largos minutos vi como el salía envuelto en la bufanda que le había regalado, sonreí instantáneamente, aparte de la bufanda traía puesto un poleron y un abrigo de color negro, sus pantalones también de color negro y sus zapatillas blancas.
Venía caminando con con la cabeza agachada y sus manos en los bolsillos de su abrigo.
Vi como ese mocoso quería acercarse a él por lo que decidí adelantarme esta ves llegaría primero, caminé lo poco que nos distancia y levante su rostro para que me miraba, coloque mi mejor sonrisa.
—Al fin tenemos la oportunidad de hablar— dije mientras tomaba su brazo por que estaba seguro de que si no lo hacía el saldría corriendo para que lo dejara en paz.
—¿Que es lo que quieres?— dijo dudoso y un poco nervioso.
—Nada, solo tenemos que hablar, tengo algo para ti dentro del auto— dije mientras tomaba su mochila que estaba un poco pesada, la coloque en mi hombro sin soltarlo.
—Devuelveme mi mochila y no voy a ir contigo, no quiero hablar contigo— dijo esta vez enojado, alzó su mano para jalar de mi hombro su mochila pero en un movimiento rápido esquivé su mano, lo jalé hasta el auto, abrí la puerta trasera para él y luego lo hice entrar, rodeando el auto entre para sentarme a su lado.
—Tear, coloca el seguro a las puertas y llévanos al restaurante donde hice reserva, por favor— pedí mirándolo por el espejo retrovisor.
—Claro señor— dijo asintiéndome.
El auto empezó a moverse, había hablado con Tear, a pesar de ser mi guardaespaldas seria como mi mano derecha, me ayudaría en todo lo que le pidiera, a cambio yo le pagaría extra.
—Estoy aquí sabes! Por que haces esto, no entiendo por qué quieres hablar conmigo— dijo cruzándose de brazos.
No respondí en vez de eso busqué lo que tenía para él, tomé la bolsa de color café claro y el batido, sonreí, mostrandoselos.
—Se que tienes hambre así que traje esto para ti— los tomó con agresividad de mis manos, abrió la bolsa y empezó a comer sus rollitos de Canela mientras sorbe su batido.
—Que conste que solo acepto la comida por que tengo hambre, esto no significa que ya no esté molesto contigo o que quiera volver a verte— dijo mirándome con el seño fruncido, estaba sentido y furioso.
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Aprendiendo a Amar
أدب المراهقينDiego decide cautivar al mesero de una cafetería hasta tenerlo en su cama, cuando lo consigue decide que era mejor repetir, hasta que Sander le confiesa de que todo era una apuesta, que ya había ganado y que no quería seguir mintiéndole por lo que D...