Diego
Si no había muerto de celos el día en que volví a Las Vegas ahora realmente lo estaba haciendo, ese maldito mocoso estaba en este mismo momento dándole una rosa de color roja mientras le guiaba el ojos.
Mientras que Sander lo único que hizo fue sonreírle coquetamente, había olvidado lo descarado que era.
Tenía unas ganas de salir del auto y darle un golpe a ese maldito mocoso, aparte de que encontraba excusas para topárselo en la calle me había enterado de que el tipo vivía en los mismos edificio de dormitorios que Sander, realmente Dios me estaba castigando, el mocoso había aparecido solo para ponerme más difíciles las cosas pero no lo iba a dejar por que en cuanto Sander me viera él iba a quedar en el pasado.
Yo era quien le daba los más grandes orgasmos en la cama, quien lo hacía tierno por dentro y por fuera, nadie más solo yo, no iba a dejar que nadie más conociera esa faceta de él, no permitiría que fuera otro hombre al que Sander sometiera a la sumisión cuando el estaba enojado, yo era el único al que el sometería, yo seria el único siempre, aunque él no lo sabia ya me había decidido por conseguir que él volviera a mi aunque tuviera que rogar y si, aunque había dicho que nunca me humillaron más a estas altura no me importaba por que si no lo hacía ese mocoso se quedaría con Sander y no lo permitiría, ahora todo valía, solo faltaban 2 días para que fuera Sábado, estaba realmente ansioso.
Ahora estaba realmente fastidiado.
—Cálmate que ya me imagino llamas saliendo de tu cabeza— comentó Jimin mientras comía unos Snacks, al parecer todo esto a él le divertía bastante.
—Solo quiero que llegue el día sábado para aparecer en por esa cafetería y que Sander se olvide de ese mocoso— dije enojado mientras miraba todavía la escena, ellos hablaban coquetamente, lo más horrible y frustrante es ver como Sander le sonreía y tocaba su hombro levemente.
—Yo también estoy ansioso por que llegue el día sábado para que podamos al fin empezar a ejecutar nuestro plan, además me encanta el papel al que tengo que representar, esto será realmente divertido.
No respondí por qué estaba muy concentrado mirado intensamente a esos dos.
Respiré hondo, esto no podía estar pasando, hace dos meses ni siquiera planeaba enamorarme o bueno no en tan pocos tiempo ni a esta edad y resulta que ahora estaba tan celoso que ni siquiera podía pensar con claridad, esto estaba horrible, aunque a pesar de todo no me arrepentía, lo había conocido a él y sinceramente me parecía la persona más especial en mi alrededor, él era arrogante, tierno, inteligente, con buen fisico, expectativas grandes, convicción y ni hablar de lo bueno en el sexo, sus movimientos, su trasero, realmente me gustaba, también me encantaba cuando me gemía en el oído, lo hacía tan a propósito, recordar todas las noches de sexo me hizo tener una gran erección, al parecer había pasado de la furia a la frustración sexual y aunque podía conseguirme a cualquier cuerpo para satisfacerme no me parecía correcto, el solo pensar que me correría pensando en él con otra persona me hacía sentir muy mal, me empezaba a doler la polla por los pantalones y tenía una inmensa calor por lo que abrí la ventana, lo que fue mala idea por qué estaba empezando a lloviznar ya que era invierno.
—¡¿Que rayos te...?! Oh ya veo creo que vas a tener que solucionar tu problemita— dijo Jimin mientras me miraba burlón— lo entiendo pero por favor enciende la calefacción estás mojando el auto que ni siquiera es de nosotros y además hace mucho frío— dijo mientras se frotaba las manos.
—Si, tienes razón— volví a cerrar la ventana y prendí la calefacción lo más helada y la dirijo a mi dirección específicamente a la parte baja, encendí el auto y arranque debía llegar pronto al hotel para satisfacerme a mi mismo en la ducha completamente solo por primera vez en muchos años.
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Aprendiendo a Amar
Fiksi RemajaDiego decide cautivar al mesero de una cafetería hasta tenerlo en su cama, cuando lo consigue decide que era mejor repetir, hasta que Sander le confiesa de que todo era una apuesta, que ya había ganado y que no quería seguir mintiéndole por lo que D...