Michelle:
No, te dije que noEs la casa de Franco
El de la mañana
Te acuerdas?
Mamá:
No lo conozco¿Por qué me lo dices ahora?
Michelle:
Fue plan de última horaPor favor
Mamá:
¿Y cómo sé que vas a estar ahí?¿Puedo llamar a su madre?
Michelle:
Supongo que síMamá:
Lo has hecho adrede, ¿verdad?Porque sabes que estoy en el trabajo y no me puedo asegurar
Michelle:
No todas somos tan calculadorasPor favor
Me dejas ir?
Mamá:
¿A qué hora regresas?Michelle:
No muy tardeMamá:
Esa no es una horaMichelle:
Sea como seaPapá ya va a estar en casa cuando llegue
Por favor
Puedo ir?
Mamá:
Quiero hablar con su madre ni bien lleguesMichelle:
BienComo digas
Mamá:
Hablo en serioMichelle:
Yo tambiénMamá:
Cuídate, por favorGuardando el teléfono otra vez en su mochila, Michelle resopló. Se preguntó si acaso los trámites que debía a hacer para pedir permiso prácticamente por cada respiración acabarían alguna vez.
Dejando de lado el rato agridulce, volvió a tomar el teléfono (cosa que empujó su ánimo hasta las profundidades de su alma) le envió unos mensajes a Franco, poniéndose ambos de acuerdo casi al instante para encontrarse.
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De cómo conocí a los Beatles ©
Teen FictionLo que empieza como una amistad de verano terminará siendo el descubrimiento de las experiencias de la adolescencia para una chica que no se sentía preparada para crecer. *** Michelle ama dormir. Quizás es por eso que odia ser despertada temprano e...