Capitulo VI

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— Hey ¿Que tienes? ¿Estas bien? — pregunto mamá detrás de mi, lo que me hizo dar un brinco del susto y pegar mi espalda contra la puerta.

— Am si estoy bien y no, no tengo nada ¿porque? — conteste nerviosa, lo que hizo que dudara un poco.

— ¿Te venían persiguiendo? — Ignoro completamente mi pregunta y me regreso otra mientras movía la cabeza como tratando de mirar tras las cortinas.

— No mamá, estoy bien te lo prometo — trate de zafarme.

— ¿Estas segura? — Continuo con las preguntas.

— ¡Que si mamá! estoy bien. Solo que estoy agitada porque no quería llegar tarde y corrí — Conteste mientras me quitaba de la puerta y empezaba a subir las escaleras rápidamente.

— Sigo creyendo que tienes algo niña — Dijo ya cuando me encontraba al final de las escaleras.

Así que hice como que no la escuche y entre a mi cuarto.

Mierda, mierda.

Que suerte que no vio por las ventanas si no se hubiera dado cuenta que si estaba así era por Derek y sus "acompañantes"

Pero ¿Que había sido lo que paso haya afuera?

¿Porque el tipo me sonrió? ¿Habré sido muy obvia y se habrá dado cuenta que quería verle la cara? Uy tan solo de pensarlo me ruborizo de nuevo.

¡Que vergüenza!

Tomo una almohada de mi cama y la pego contra mi cara.

¡Soy una estupida! ¿Porque me tengo que meter en todo?

Esta vez si la cague.

Aunque tengo que admitir que el hombre tenía una sonrisa de los mil demonios.

Uh Lea que dices, seguro y el tipo ya está casado y con hijos y tu aquí sabroseándotelo con los pensamientos.

Además no parece un buen tipo.

¿Seguirán allá afuera? ¿Y si vuelvo a mirar?

Nono no te puedes arriesgar mas ¿Y si piensan que trato de averiguar su negocio y me matan? Uy no mejor así le dejo.

Pero es que...

Tengo ganas de verlos otra vez, quisiera saber de que hablan...

La curiosidad estaba ganando contra mi cordura, tenía unas ganas de volver a ver por la ventana pero sabia que si lo hacia seguro me estaría arriesgando mucho.

Estaba a punto de ir a fijarme cuando mi bolsillo empezó a vibrar.

Saque mi teléfono y vi la foto de Ale y yo en la pantalla.

Ya en la escuela le había estado pasando mi numero a algunos de mis amigos y había aprovechado para agregarles una foto de contacto.

— ¿Si? — pregunte cuando conteste aunque ya sabia que era Alejandra.

— Ay que emocionante es poder hablar contigo por teléfono — dijo riendo — solo quería saludarte para ver lo que se sentía — esta vez la que río fui yo.

— Si yo fuera tu no desaprovecharía mi saldo para este tipo de cosas, aunque tienes razón nunca había hablado por teléfono con alguien y se siente genial — Solté una carcajada. Pareciera como si estuviéramos hablando de algo enserio muy sorprendente.

— Bueno bueno aprovechando la llamada cuéntame ¿que estas haciendo? — pregunto.

Con su llamada se me habían quitado por completo las ganas de fijarme por la ventana.

Tu solo me haces dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora