YA ES TARDE

329 34 0
                                    

Los días pasaron rápidamente, al punto de que estaban a la vuelta de la esquina para realizar su plan de matar a Korosensei, pues habían sido excluidos y ahora el gobierno se querían encargar del hombre.

Ese sábado, Itona estaba en su departamento mirando un punto cualquiera, perdido en sus pensamientos. En esos últimos días había notado algo raro entre Maehara y ______, parecían más unidos y no le gustaba para nada, más él no le reclamaba nada, de todos formas, no son nada; él mismo lo dijo.

Flashback.

A la hora de la salida, los únicos que aún seguían en la sala eran _______ e Itona, quien la miraba mientras guardaba sus cosas para después acercarse a ella.

Itona: ¿Iras a tus clases?
______: -indiferente- Hoy son las últimas clases, así que si.
Itona: ¿Qué harás después?

La chica volteó a verlo confundida, el chico pudo ver como la melena de la contraria estaba trenzado, su cabello carmín natural con varios mechones celestes le quedaban bastante bien según muchos y él, era como ver a la del pasado fusionada con la del presente.

______: ¿Por qué lo preguntas?
Itona: Porque quiero saberlo obviamente.
______: -entrecierra los ojos- Y dime, ¿para qué debería decírtelo?
Itona: Porque--

Allí algo hizo click en la cabeza del peliplateado, ¿por qué él le exigía saber eso? Él no quería saber nada de alguien con la que no estaba relacionado.

Itona: Olvídalo, no tiene sentido...
______: -lo mira extrañada- Como sea...
Itona: Ya que no somos nada.

El silencio reinó en la sala, él miraba fijamente a la chica, quien cerró el cierre de su mochila con la mira distraída para luego verlo.

______: Así es, no eres nada para mí, así que déjame de perseguir de una vez.
Itona: Hago lo que se me antoja.

Al segundo, su espalda chocó fuertemente con la pared y terminó en el suelo algo adolorido para alzar la vista, encontrándose con una mirada antipática, fría y profunda de la de orbes zafiros.

_______: Aléjate de mi.

Ella caminó hasta el con un cuchillo en mano, se agachó para estar a la altura del contrario, quien lo miraba algo sorprendido, y su expresión confundida no se espero cuando el cuchillo rozó su mejilla izquierda, haciendo un corte que empezó a sangrar.

______: No soy un juego, no soy alguien a quien deben proteger, no soy una damisela.

El cuchillo fue recorriendo el cuello del chico paralizado, pasando por el abdomen del mismo, causando cierto miedo en él; esa era la verdadera ______ Handal.

______: Soy una asesina profecional.

Ella clavó el cuchillo a un lado de su muslo derecho, provocando un roce que cortó esa área, para después levantarse e irse con sus cosas del lugar, dejando al chico mudo.

Itona: ¿Qué?

Fin del flashback.

Al mirar la ventana, notó que la tarde ya había caído, estuvo casi todo el día sumido en sus pensamientos, donde terminó con una conclusión; él la necesitaba porque la amaba.

Decidido fue a comer algo rápido para ducharse e ir a hablar con ella, se disculparía por sus palabras y acciones, porque la realidad era otra.

Temía perderla.

Ni bien se vistió, fue por sus zapatos a la puerta de su departamento y abrió la con una sonrisa, todo se resolvería y ellos estaría mejor que antes, y si ea que era posible, estarían juntos.

Se divertirían, hablarían hasta e amanecer, saldrían a dar paseos, comerían cosas juntos, se tomarían de la mano, tal y como había visto el como todos trataban a sus parejas, estaba feliz.

No debió salir.

Maehara: -feliz- ¡Gracias ______!

El pelinaranja besó dulcemente los pequeños labios de la chica, quien sonreía tranquila en aquel beso, sin percatarse de la presencia del otro.

El corazón del de orbes amarillos dejó de latir, su cuerpo se quedó paralizado, su respiración se hizo entrecortada, tenía un nudo en la garganta, sus ojos ardían y sus labios entreabiertos.

El chico abrió la puerta del departamento de la chica para adentrarse con ella, donde escuchó una voz conocida, era el hermano de la fémina, parecía feliz por la llegada de los dos.

Haru: Oh, llegaron temprano, pero me alegro que estén bien, bien hecho Maehara.
Maehara: -avergonzado- No es nada, sabe que por _____ siempre estoy dispuesto a todo -sonrie-

Antes de que la puerta se cerrará, el peliplateado miró por aquel espacio que iba desapareciendo a la chica, quien sonreía tiernamente, nunca le había sonreído así.

El flequillo cubrió sus ojos, haciendo pasar por desapercibido algunas lágrimas que amenazaban con escaparse de sus ojos amarillentos.

Itona: Ya es tarde... -murmura-

Ya la perdí.

El Destino Del Peliplata Y La Peliceleste (itona y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora