DECISIONES

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Había pasado tiempo de la visita de mi hermano...ahora todos estamos en una situación...¿extraña?...si esa seria la palabra...creo.
Ahora mismo, nos están tirando de todo después de la actuación de nuestro grado...aunque ciertamente haría lo mismo...ni yo entendí...
Cuando todo terminó, ya era de tarde y me estaba llendo hacia la academia de danza cuando de repente siento una punzada en mi pecho...siempre que pasa esto es por un presentimiento...y no me gusta para nada...
Al día siguiente, todos estábamos llegando a clases y yo seguía con este mal presentimiento.

Narrador omnisciente:
En el transcurrir des tiempo llegó el descanso, todos se estaban riendo y hablando entre ellos o con Koro-sensei.
Kaede aparece tras la puerta llamando a Nagisa para que le ayudara a limpiar el depósito porque mientras arreglaba se le cayeron las perlas que cierto tiempo las utilizaron.
Koro-sensei al rato fue a ayudarles, dejando a los alumnos en el salón.
En una de las ventanas, estaba sentada en la orilla de esta mirando hacia el cielo viendo las nubes moverse al compás del viento, junto a sus hebras ya un poco más desteñida, dando la apariencia de un color cercano al púrpura suave.
Aún persistía su mal presentimiento pero de un momento a otro sintió como que algo le quema en su pecho, dándose cuenta que ya se iba a cumplir su presentimiento.
Segundos después, un fuerte ruido junto a un temblor se presentó por todo el lugar, haciendo que los alumnos salgan a ver lo que ocurría.
Fueron al patio donde vieron a Koro-sensei algo agotado y luego salió una figura femenina con dos tentáculos, era Kayano Kaede.
Cuando ella dijo su verdadera identidad, un látigo con punta iba directo a la chica, quien no se dio cuenta al igual que los demas, a excepción del profesor y Handal, quien fue la que actuó rápidamente y tiró una piedra que estaba a su alcance, desviando el arma dirigido a la peliverde.

Nagisa: ¡¿pero que...?!
Handal: -seria- conocería ese látigo donde sea...tanto tiempo sin verte...primo Edward...

Al instante, un chico de cabellera rojiza salía de la oscuridad del bosque mostrando una sonrisa pretubante y una mirada profunda de color ámbar.

Edward: tiempo sin verte...primita...
Handal:-seria- ¿Que haces aqui?
Edward: fácil...matar a este alien amarillo...algo que debías de hacerlo hace tiempo...

La de ojos zafiro afila su mirada y le sigue el de ojos ámbar, era una competencia de mirada, que no tenía intención de acabar hasta tener un ganador.

Edward: -cierra los ojos y sonríe maliciosamente- ja...pero que patético...eres la supuesta mejor asesina que es capaz de matar en un segundo...pero por lo visto ya no sirves para estas cosas...¡¡jajaja!!...-se agarra la panza-
Handal: al menos yo si termino a tiempo los trabajos...no como otros que van y no lo termina por ser muy arriesgado o "fácil"...yo aunque sea soy mejor en todo lo que incluya el asesinato, espionaje, supervivencia y demás...¿no?-sonrie de lado-
Edward: -enfadado- ¡tch!...como sea...tu...el ser que está en el techo de color verde...-Kaede voltea para él-...muere...

El quita rápidamente una pistola y dispara en dirección al corazón de la misma.
Todo pasó en segundos, Handal saltó hasta el techo, se puso frente a la peliverde y con su cuchillo desvia la bala.

Edward: -furioso- maldita...deja de interponerte en mi trabajo...eres una molestia, un estorbo.
Handal: esa es mi línea...Edward...

El Destino Del Peliplata Y La Peliceleste (itona y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora