0. PRÓLOGO

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La familia Madrigal era bastante unida, o al menos así se presentaban frente a los ojos de los demás. Era una familia perfecta, una familia con dones increíbles y mucho amor entre sí.

Pero, ¿esto era real?

Detrás de las paredes de aquella casita sucedía lo que nadie veía, pleitos, gritos, regaños y odio.

Mientras la pequeña Dolores se tapaba los oídos, su familia gritaba a excepción de Félix, su padre, Agustín, Julieta e Isabela.

Isabela con delicadeza trataba de calmar a Dolores, pero el ruido era insoportable para ella.

—¿Creen que no me he cansado de que me echen la culpa de todo? También siento, soy... tu hijo, Bruno. ¿Por qué no me tratas como tal? — El joven Bruno sentía una gran tristeza al ver y escuchar como querían que guardara silencio y no ayude más.

—Te trato bien, solo que... —la abuela Alma no encontraba las palabras —quiero que está familia sea perfecta, y tu no traes más que tragedias a esta casa.

Pepa no sabía sus emociones en ese instante, así que el clima no estaba definido.

Pepa y Julieta pronto tendrían a sus hijos, Pepa con sus cambios de humor hacía el clima muy repentino, pero Julieta era muy tranquila.

Pepa se enojaba más de lo normal con Bruno. Aún así, era su hermano querido.

Después de peleas por unas visiones, volvieron a salir dando una sonrisa al pueblo.

Bruno tenía más visiones que no quería que nadie más se enterara. Julieta cocinaba sin descanso aún exhausta, Pepa trataba de estar feliz todo el tiempo aún con sus cambios de humor, Isabela trataba de ser perfecta, y Dolores no quería escuchar más de lo que ella debía.

¿Cuánto duraría esto?

¿Cuánta presión aguantarían más?

¿Esto terminaría mal?

¿Don o Maldición? ♪Visiones♪ | Bruno MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora