6. Temen saber de Bruno, tiemblan al oír de él.

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Bruno

Habían pasado ya meses desde aquel suceso en el que me habían descubierto, así que supuse que me habían vuelto a olvidar y regrese.

¿No eran meses? Mi percepción del tiempo se iba cada vez mas, solo regresaba en los cumpleaños de Julieta y Pepa. 

Veía como todo en la vida de la familia Madrigal iba bien. Sus dones florecían, maduraban y crecían.

Como los más pequeños de la familia ahora eran adolescentes, futuros adultos Madrigal.

Como ahora cargaban mucho más peso, ¿Cómo lograrían la perfección? ¿La familia Madrigal significaba perfección?

Me dolía ver como todos buscaban la aprobación de la abuela, también le temía, le temía a mi propia madre. Nadie era realmente feliz ahí.

♪♪

O. 

Toda la familia Madrigal estaba lista para comer, platos listos, vasos y cubiertos. La comida estaba a nada de servirse.

Pepa ayudaba a su hermana en la cocina. 

—¿Crees que la familia pueda soportar eso por mas tiempo? —suspiró —Siento que ni nosotros o los mas pequeños, si quiera, merecen tanta presión. ¿Que hay de nosotros y nuestra vida cotidiana?

—Hermana, sabes lo que mamá quiere para nosotros y no es fácil hacerla cambiar de opinión. He visto que le crece mucho la ambición por la "perfección familiar" y eso no esta bien. Tendrá su consecuencia a su debido tiempo.

En el cielo empezaban a aparecer nubes, Pepa estaba un poco preocupada por su madre, su familia y se preguntaba a que se refería su hermana.

—Tampoco me gustaría que le llamaras tan fuerte, es un interés que ella tiene por nuestro bien y por el del pueblo. Ella solo... solo quiere lo mejor para todos. Busca nuestro bienestar.

—¿Y alejar a Bruno de la familia era por nuestro bienestar? nadie merece algo así, nadie merece ser echado de su propia casa, de su familia..

—Sabes muy bien lo que Bruno hacía, no puedes cubrirlo siempre —Pepa se estaba enfureciendo, no le gustaba hablar del hermano prohibido, del desaparecido Madrigal.

Julieta preparo el guiso para llevarlo a la mesa, ya iba a volver a hablar cuando su madre Alma apareció.

—¿Esta listo? La familia espera, rápido. —Sin mas se alejo de la cocina para regresar a la mesa.

Ellas ya iban en camino. En la mesa, Mirabel había descubierto un "vidrio" roto color verde por la puerta de su habitación. Ella, al ser un niña pequeña, tenia curiosidad por lo visto así que se lo llevo a la mesa para preguntarle a su abuela, tía o madre.

—Abuela, he encontrado esto cerca de mi cuarto, ¿qué es? —La pequeña saco el pedazo de su bolso y apenas fue un poco visible la abuela se asusto.

—¡Mirabel! —sonrió a los pequeños después y se llevo a Mirabel donde la familia no pueda verlas —, ¿dónde haz encontrado eso, Mirabel? ¿cómo lo tomaste? sabes que en esta casa hay lugares a los que no puedes entrar, y todo tiene una razón de ser.

—¿Incluso el por qué no tengo un don? Me pone triste ser diferente a ustedes, no tener una puerta me hace sentir a un lado... Siempre me excluyen de todo desde que no obtuve un don, incluso Camilo ya no juega conmigo...

—Mirabel, eso es un tema diferente y va aparte. Solo necesito que no le digas a nadie más que viste esto, ¿si? puede causar problemas en la familia, y aquí no quieres problemas, ¿o sí? —Mirabel negó levemente con su cabeza —bien. Ve a la mesa como si nada hubiera pasado, actúa normal y guarda silencio. No le cuentes a nadie lo que hablamos, ni siquiera a tu mamá.

La pequeña nena estaba confundida, no sabia que pasaba, no sabia porqué había lugares a los que no podía entrar, ella quería saber todo, como una niña curiosa de su edad.

Ella y la abuela ya estaban cerca de la mesa, todos hablaban entre ellos. 

—Es que Mirabel solo trae problemas, no hay día que no haya conflicto por su culpa. —Isabela hablo en el mismo momento que su hermana menor llegaba.

Luisa se quedaba callada, sabia que no debía meterse en problemas y solo debía hacer su deber.

—¡Isabela, es tu hermana y no debes hablar así de ella! —Su padre Agustín era el que "regañaba" a las niñas, Julieta no era capaz siquiera de gritarles.

—¡Ya! A comer —. La abuela controlaba a toda la casa, miraba rápidamente a Mirabel y ella estaba en silencio absoluto.

Solo se le había olvidado un pequeño detalle: Dolores.

Aunque ella no diría nada, no le convenía, ella alguna vez ayudo a su tío y ahora ya no lo escucha tanto, había más ratas en las paredes que Bruno.

Toda la familia, o quizá solo pocos: Temen saber de Bruno, tiemblan al oír de él.




¿Don o Maldición? ♪Visiones♪ | Bruno MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora