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Personaje: Jaeden Martell
Advertencia: Contenido sexual explícito (leer bajo su propia responsabilidad).



-¿Qué te sucede? - preguntaste cuando por fin estaban en tu habitación.
Jaeden te recogió después del trabajo  llego justo cuando un chico te estaba  dando su número.

-Sabes lo que me sucede- se acerco a ti

-Creí que solamente éramos amigos, acostandonos de vez en cuando-

-Nunca establecimos lo que éramos-

-Por eso mismo creí que no importaba si coqueteaba con alguien más- bajaste la mirada negandote a verlo

-Mírame-  dijo agarrando tu mandíbula y obligándote a encontrar su mirada.  Sus ojos estaban oscuros y su rostro enrojecido.

-Jae- te interrumpió con sus labios chocando contra los tuyos, presionando su mano en la parte baja de tu espalda para empujarte más cerca de él.

Caminó lentamente hacia tu cama sin soltarte, acostándose y tirando de ti para mantener tu cuerpo encima del suyo con una mano en tu cabello, manteniendo tu boca sellada contra la suya en desesperación.  Podías sentir su erección presionando contra ti y eso te volvía loca, moviendo tus caderas contra el buscando algún tipo de fricción.  Esto hizo que gruñiera, sus dientes atraparon tu labio inferior y su mano en tu cabello se tensó. 

-¿Qué estamos haciendo? -   Dejaste escapar un gemido involuntario cuando su mano tiró de tu cabello hacia atrás, exponiendo tu cuello.  -Eres mía-

Podías sentir el placer crecer en tu estómago cuando sus labios se unieron a tu cuello y sus caderas se movieron para igualar las tuyas.  - Eres mía, necesito que lo recuerdes-  De repente, te volteaste debajo de él.  Su boca bajando hasta tu clavícula, besando tu escote expuesto y sus dedos bailando bajo el dobladillo de tu blusa
- ¿Necesitas esto?-

-No cuando estoy contigo-  Arqueaste ligeramente la espalda en la cama, ayudándolo a levantar la camisa por encima de tu cabeza para exponer tu pecho desnudo.  - Joder, eres tan hermosa - su voz estaba llena de lujuria mientras sus largos dedos recorrían tus pezones, pellizcando y tirando suavemente.  - Voy a hacerte sentir tan bien- Su cabeza bajó, su lengua aplanándose contra tu pezón mientras sus dedos todavía tiraban del otro.

-Jaeden-, un gemido desesperado salió de tu boca y su mano dejó tu pezón, envolviéndose suavemente alrededor de tu garganta.  - No te desesperes nena-  Tenías la boca seca, la espalda arqueada y el pulso entre los muslos casi te hacía llorar.  Necesitabas que te tocaran.  Te dio un suave apretón en el cuello antes de retirar la mano y besar tu estómago, desabrochando los botones de tus pantalones. - Quítate esto- Él ordenó y tú obedeciste.

Gimió al verte, tu braga cubierta de humedad.  Sus dedos trazaron la parte superior de la ropa interior, jugando con ella mientras continuaba besando.  Su boca aterrizó justo donde necesitabas que estuviera, pero la estúpida ropa interior se interpuso en el camino.  Su lengua salió disparada, lamiendo y perdiste todo el control final que te quedaba.  - Fóllame Jaeden, por favor.-

Él se rió entre dientes, mirándote entre los muslos y sonriendo. Retiro tus pantis, sus dedos presionando contra tu clítoris y su lengua finalmente haciendo contacto.  Cada vez que lo hacía se sentía como magia.  Pero esta vez estaba tan lujurioso, tan necesitado, tan hambriento de ti que te volvía loca.

-Mía-  Él hablo contra tu coño, su boca chupando y lamiendo.

Un dedo largo se hundió dentro de ti y casi gritaste mientras movía su boca y con los dedos continuaba. Gritaste, sintiendo una ola de placer envolviéndote.  Tu mano presionando su cabeza contra ti para mantenerlo en su lugar mientras cabalgabas tu orgasmo contra su lengua y dedos. -Jaeden, mierda- cerraste los ojos por un momento

Los abriste cuando sentiste el miembro de Jaeden debajo de ti, rosandote. - Deja de jugar- lo miraste ansiosa

Entro lentamente en ti, tomando tus caderas, queriendo más trataste de aumentar sus movimientos pero el te detuvo saliendo de ti. - ¿Qué mierda haces? - lo miraste confundida

-¿A quién le perteneces?- su mirada era intensa

-A ti.... Joder..., te pertenezco a ti- era difícil formar una oración cuando estaba hundiendo la punta dentro de ti, empujando antes de sacarla de nuevo.

-¿Quién te hace sentir tan bien?-

-Tú- Susurras, moviendo tus caderas para tratar de meter todo su miembro en ti.

-Repitelo- si sonrisa lo decía todo, lo estaba disfrutando

-¡Tú, Jaeden, soy tuya!-  Estabas casi llorando, desesperada por que él te hiciera correrte de nuevo

-Eso es lo que pensé.- empujo todo su cuerpo contra ti, haciendo que jadearas y arquearas la espalda.

Sus caderas se movieron contra las tuyas, una mano permaneció en tu garganta mientras la otra encontraba su camino entre tus piernas y comenzó a moverse sobre tu clítoris.

-Jaeden.... Jae voy a... -

-Hazlo, no te detengas- Apretó los dientes, tratando de contener su propio orgasmo.

Eso es todo lo que necesitabas, tus piernas envolviéndose alrededor de su cintura y manteniéndolo allí, follándote, tus uñas raspando su espalda.

-¡Jaeden! - Gritaste, apretando alrededor de su miembro y empujándolo al borde contigo.

Él gimió, sus caderas se movieron lo más rápido posible contra las tuyas mientras lo sentías correrse.  Haciéndolo colapsar repentinamente contra ti, jadeando.

Los dos se quedaron allí, sin hablar, solo tratando de recuperar la compostura y disfrutando el momento en el que estaban. Sus dedos recorrieron su cabello y él tarareó contra su cuello donde su rostro estaba enterrado, dejando suaves besos a lo largo de su piel.  - Tengo que ser decir algo... te amo-  dejo un beso en tu cien.

-Yo también te amo, Jae Jae-

Finalmente te soltó y se acostó a tu lado, rodeándote con los brazos y acercándote a él.






Último one shot
Algunos ya lo habían leído.

𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora