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Maratón (6/6)

Personaje: Aiden Hall
Advertencia: Contenido sexual, leer bajo su propia responsabilidad.
(Sin spoilers)



-¿Entonces no pasaras Navidad en tu casa?- pregunte

-No, papá quiere que vayamos a las montañas-

-Quería pasar Navidad contigo- hice un puchero

-Yo igual pero papá insiste en ir-

-¿Los acompañará Grace?- lo mire

-Si, es increible como quiere ocupar el lugar de mamá-

-Aiden, no creo que sea así- acaricie su brazo

-¿Porque estamos hablando de ella?- comenzo a besarme el cuello

-Aiden no, para- lo aleje

-Vamos, será tu regalo de Navidad adelantado-

-Mhh si insistes-. Besas a Aiden lentamente. La luz de las cortinas entra lo suficiente como para distinguir sus hermosos hoyuelos y su linda cabecera de la cama. Te mueves para balancear tu pierna sobre la suya, así que estás sentada encima de él, pero él empuja tu pierna hacia abajo.

-Uh uh linda, todo se trata de ti en este momento ____- Él te quita la camiseta y brasier y gime cuando ve tus pezones.

Las manos de Aiden cubrieron tu estómago antes de moverse lentamente para ahuecar sus senos. Dejas escapar un pequeño gemido cuando él te aprieta el pecho.

-Quiero hacerte sentir bien, hermosa-. Susurra antes de volver a trabajar tus pezones. Los duros brotes sensibles cuando él gira su lengua alrededor de uno, masajeando tu otro seno con sus manos. Dejaste escapar un gemido de su nombre entre tus labios.

Su cálida boca se siente increíble en ti. Lentamente, desliza sus manos hacia abajo, apretando tus caderas y luego los costados de la parte superior de tus muslos. Todavía no prestas atención a tu goteo de calor. Aiden abre más las piernas, una vista completa de tu coño goteando brillando para él, dejando besos descuidados y húmedos en la parte interna de tus muslos. Él siempre tuvo este efecto en ti. Desde la primera vez que lo conociste, fue como si los imanes se atrajeran. Apenas podían estar lejos el uno del otro sin que les doliera el corazón

-Aiden ... por favor- levantas las caderas al sentir que su aliento caliente golpea tu clítoris, con las piernas abiertas para él.

-Alguien esta necesitada- Él asoma la cabeza por su asalto a los muslos, sonriendo. Su brazo empuja tus caderas hacia abajo mientras finalmente le da a tu clítoris la atención que estás ansiando.

Sus largos dedos extienden tus pliegues y deja escapar un gemido al verte tan listo para él. Saltas hacia adelante cuando él lame una tira de tu calor, uniendo sus labios a tu clítoris. Suaves gemidos dejando tu boca mientras él trabaja tu clítoris con sus labios. Él mueve su mano izquierda de su cintura y deslizó dos dedos dentro de ti.

-Vamos bebé, quiero oírte-. Él habló en tu coño antes de bombear lentamente sus dedos más rápido.

Podía decir que estabas cerca de la cadena de palabras ininteligibles que salían de tu boca. Aiden lame una y otra vez, doblando su dedo para golpear tu punto g una y otra vez. Su lengua se sintió increíble en tu clítoris mientras te lamía y chupaba, su suave cabello cosquilleaba en tus muslos internos. Mueves tu mano hacia arriba para jugar con tus pezones, la otra pasa por su cabello, dándole un ligero tirón cada vez que golpea el lugar que te hace gritar su nombre.

-Joder, ahí mismo-. Hablaste frenéticamente, cerca de tu altura. Podías sentir la suave quemadura del calor que se extendía por tu pecho y hacia tus mejillas, la espiral en la parte inferior de tu estómago se apretaba más y más mientras la lengua te follaba.

-¿Ahí mismo?-, Murmuró Aiden levantando la cabeza mientras pasaba los dedos por el punto g de nuevo. Los ojos que te estaba dando casi lo suficiente como para enviarte al límite. Asintiste, apretando tus caderas con sus dedos y él los bombeó, chupando con fuerza tu clítoris acercándote a tu liberación.

-Vamos linda-. Se burló mientras los acurrucaba de nuevo.

Con eso venías con un fuerte -Aiden- saliendo de tu lengua mientras sacudías. Levantando las caderas cuando llegaste. Aiden siguió adelante, ayudándote a superar tu orgasmo con suaves lamidas de gatito en tu clítoris. A medida que desciendes de tu altura, él te sigue lamiendo.

-Siempre sabes tan bien para mí- susurra Aiden

No podías soportar lo que te estaba haciendo. Lo empujas hacia la cama, le desabrochas el cinturón y le desabrochas los jeans, los empujas por las piernas junto con su ropa interior. Ves su polla liberarse y golpear su estómago. Te quitas el resto de tu ropa y tomas tu posición anterior en Aiden.

-¿Listo?-, Preguntas. Él asiente y sus manos toman lugar en tus caderas. Lentamente te hundes en su gruesa longitud. Su polla te estira deliciosamente. Una vez que Aiden está completamente adentro, lo oyes gemir.

-No importa cuántas veces hagamos esto, siempre estas tan apretada-. Te sonrojas ante su comentario y comienzas a mecer tus caderas, te quejas cuando él comienza a contratar tu punto g repetidamente.

Sus manos deambulan por tu cuerpo pero vuelven a tus caderas para guiarte hacia arriba y hacia abajo sobre él. Tus ojos se cierran por el placer que te hace sentir. Escuchas suaves gemidos escapar de la garganta de Aiden. Construyendo tu confianza. Tomas sus manos y las clavas sobre su cabeza, tomando la delantera. Balanceas tus caderas más rápido contra las suyas. Sientes que el ardor en el estómago comienza a acumularse y por el gemido y el brillo del sudor, Aiden también.

Para su sorpresa, Aiden comienza a levantar sus caderas para encontrarse con las suyas, su boca se abre y libera un gemido roto por la repentina presión dentro de ti.

-Me voy a venir- te quejas. Las caderas de Aiden empujan más rápido dentro de ti, queriendo que te corras en su polla.

-Corre para mí, bebé-. Dice, queriendo ver tu rostro retorcerse de placer extremo, solo él sabe cómo darte. Ante sus palabras, sueltas su palpitante polla. Tus músculos lo aprietan involuntariamente.

-Dios- grita antes de correrse dentro de ti. Superas su altura y lentamente te bajas de él, cayendo a su lado.

-Te voy a extrañar demasiado- hablas

-¿Porque no vienes conmigo?- preguntó









-¿Porque no vienes conmigo?- preguntó

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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora