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Personaje: Jaeden Martell
Advertencia: Ninguna

Os Adaptado


Lloraste por mucho tiempo ese día. sucedió en la mañana, exactamente a las 11:09. Eso es lo que decía el recibo del mensaje, al menos. Se llamaba Nick, y pensaste que pasarías la vida con él hasta que te dejó por teléfono.

A lo largo de todo el día pasaste un ciclomotor, una manta envuelta a tu alrededor como un burrito mientras caminabas por la casa, comiendo más que tu porción justa de dulces y helados.

Una violenta vibración a tu lado te hizo saltar hasta que miraste tu teléfono. Tu mejor amigo, Jaeden, te estaba llamando. pausando el programa en tu televisor, respondiste.

-¿Hola?- Tu voz sonó como si gritaras en la montaña rusa durante días, probablemente por todo el llanto.

-____, tengo que decirte, lo más gracioso que acaba de pasar- Jaeden hizo una pausa por un segundo, -¿qué pasa? suenas como si te estuvieras muriendo-.

-Nick ...- fue todo lo que pudiste decir.

-Voy a matar a ese hijo de puta hasta que no pueda ver más. Espera, voy a ir ahora mismo-, oíste un susurro detrás del teléfono hasta que él respondió: -y te traigo tu helado favorito, porque sé que ya te has comido lo que tenías-.

-Gracias-, dijiste.

-No es problema. te amo, hasta pronto-.

-Yo también, adiós- y te acurrucaste en las mantas aún más mientras mirabas la pantalla.

Unos quince minutos después, Jaeden abrió la puerta con su llave de repuesto, con una bolsa de papel marrón en la mano. Dejándolo sobre el mostrador, se giro hacia ti. Sonreíste y él te saludó.

-Bien. ¿chocolate caliente, café o té? -, buscó en los armarios las cosas que había puesto en su máquina.

-Chocolate caliente. y un gran tazón para el helado también-, respondiste, frotando tus sienes.

-Así de malo, ¿eh?- Gruñiste mientras él se reía entre dientes, sacando la taza y el tazón de cerámica.

En cuestión de minutos tomó un chocolate caliente con crema batida y galletas y crema apiladas como una montaña en el tazón. Jaeden tomó el cartón para sí mismo y lo atacó con su propia cuchara.

-Vemos, alguna pelicula - escogio una pelicula

-No, lo siento-, dijiste, con el tono de tu voz en aumento, -Yo la escogere, y no me importa si te quejas-.

Él se echó a reír y sacudió la cabeza, envolviéndole el brazo con comodidad. se sintió bien tener a alguien cercano a ti. se podía escuchar los latidos de su corazón rápido. boom, boom, boom. Olía familiar, como a casa y a algún tipo de fruta.

Jaeden limpió amablemente los platos, pero cuando regresó, agarró el control remoto y apagó la televisión.

-¡Hola, se estaba poniendo bien!- Lo miraste y levantaste una ceja.

Se sentó en el sofá, tomando tu mano.

-Necesitas hablar de eso. ¿Cómo te sientes?-

Negaste con la cabeza, -siento que quiero golpear una pared o algo violento-.

Jaeden extendió ambas manos y levantaste la vista de tu regazo, con una sonrisa amenazando con aparecer en tu rostro.

Apretaste los puños y golpeaste tan fuerte como pudiste hasta que viste sus manos ponerse rosadas y manchadas.

-Yo-yo-- antes de que pudieras completar tu oración, él te atrajo hacia su pecho mientras intentabas controlar tu respiración. no estabas llorando, habías terminado con eso. Querías olvidar todo sobre Nick.

-¿Cómo puedo ayudar?- Jaeden frotó círculos en tu cuero cabelludo, jugando con las puntas de tu cabello.

Tu voz amortiguada contra su camisa, -hazme olvidar-.

-¿qué?-

-Hazme olvidar. sobre todo. distraeme, solo haz cualquier cosa ...-

Jaeden levantó la cabeza por la barbilla y se inclinó lo suficientemente lento para que pudieras ver sus ojos, pero lo suficientemente rápido como para no darte cuenta de lo que sucedió hasta que ya lo hizo. sus labios eran suaves y su beso se sintió vacilante. nunca te sentiste así antes.

Jaeden fue tu mejor amigo. nada más, pero ahora con él besándote sentiste que lo amabas toda tu vida. cuando te soltó sus ojos se oscurecieron y te miró a los ojos.

-Sabes que Nick cometió el mayor error de su vida al dejarte ir-. No respondiste y volviste a sus labios, el siguiente se intensificó por el segundo.

Pasaste los dedos por su cabello y te arrodillaste para mirarlo. sus brazos se envolvieron alrededor de su cintura, deslizándose en su lugar como si hubieran estado allí millones de veces antes. Jaeden guió tus piernas hacia su cintura mientras las unías, sentándote a horcajadas sobre él.

Levantando el torso, salió de la sala y se metió en tu cama, dejándote saltar del impacto mientras te besaba una vez más, mordiéndote el labio. Jaeden floreció besos en tu cuello, dejando que tu estómago cayera cada vez que hacía un solo movimiento.

En un movimiento rápido, te quitaste la camiseta y dejaste que Jaeden te besara de nuevo.

-Nunca te mereció-, se detuvo, mirándote.

-¿Quién?- Sonreíste, llevando sus labios a los tuyos.







-¿Quién?- Sonreíste, llevando sus labios a los tuyos

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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora