𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell

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Personaje: Jaeden Martell
Advertencia: No todos los finales son felices :(

Os Adaptado 

-¿Cuántas veces vamos a seguir hablando de esto?- Jaeden se rió amargamente cuando un ceño apareció entre sus cejas. -Porque se está haciendo muy común ahora-.

La dureza en su tono dejó en claro que obviamente estaba harto del mismo viejo argumento que había estado sucediendo constantemente durante los últimos cuatro días.

Fue triste, de verdad.

Jaeden se iba pronto y todo lo que hicimos fue discutir sobre las mismas malditas cosas. Una y otra vez.

-Obviamente no por mucho más tiempo porque claramente no te importa-. Le respondí mientras levantaba una ceja condescendiente en su dirección.

Se recostó en el sofá, cruzando las piernas para hacer frente a la presión que se acumulaba en su cuerpo nuevamente. Sus dedos frotaban la tela de sus jeans ajustados negros en círculos repetidamente para aliviar un poco la ira que sentía bombear en sus venas.

-¿No me importa ahora?-

-Vamos, Jaeden . ¡No puedes continuar negándolo!-, Le dije, frunciendo las manos. -No me mudé a los jodidos angeles para quedarme sola. Nunca estás aquí Ya ni siquiera quieres estar aquí, estar cerca de mí-.

Sentí las lágrimas llegar a la superficie de mis ojos y me sentí más frustrado a medida que la situación entre nosotros se intensificó porque simplemente no lo entendió.

Nunca tuvo nada de eso.

-Eso no es justo, ya sabes que no es así-. Escupió, rodando los ojos con ira.

Por un segundo, solo lo fulminé con la mirada, completamente perdida por las palabras que respondieron como venganza. Cómo Jaeden podía ser tan jodidamente delirante fue un completo misterio para mí.

-El único momento en que quieres estar conmigo es cuando estás solo-. Dije bruscamente, cruzando los brazos en señal de protesta.

Sus ojos se encontraron con los míos por primera vez desde que llegó a casa, obligando a que un repentino pero agudo tirón apareciera en mi corazón.

Jaeden tenía los ojos más hermosos que había visto en toda mi vida y, desde la primera mirada que compartimos, esos ojos me hicieron caer en cuestión de segundos.

Ahora, no me parecían más que desconocidos e irreconocibles para mí.

-Porque todo lo que siempre quieres hacer es una puta pelea-. Jaeden insistió mientras sus ojos parpadeaban de nuevo.

Estaba demasiado molesto como para mantener sus descuidados ojos hacia la cara. No me importó mucho, la locura en su mirada era demasiado para mi corazón.

-¡Solo quiero hablar contigo, Jaeden! ¡No podemos seguir evitando todo lo que está mal en esta relación!-

-Bueno, no resolvemos mierda porque siempre te enojas demasiado y te alejas-

-Porque nunca escuchas de todos modos-, le dije sin rodeos, echando hacia atrás la cabeza cuando el dolor de cabeza apareció cerca de mis sienes una vez más.

Cada segundo que pasamos luchando entre nosotros, sentí que estábamos perdiendo un tiempo precioso, realmente no lo habíamos hecho. La idea de que Jaeden saliera para grabar, y dejara nuestra relación en este frágil estado, me inquietaba constantemente.

-Oh sí, todo es mi culpa, ¿verdad?-, Dijo Jaeden molesto, forzando a sus dedos a pasar por sus desordenados cabellos -Qué jodida sorpresa-.

-Nunca dije eso, Jaeden. Pero al menos podrías intentarlo.-