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Personaje: Jacob Thrombey
Advertencia: Contenido sexual, leer bajo su propia responsabilidad.


La pelicula se tornaba cada vez más aburrida, Jacob con intensiones de jugar, acariciaba tu pierna sin problemas alguno y sin temor a que los vieran ya que tenias una manta en tus piernas.

-¿Qué haces?- susurré sonrojada

Sin haber respuesta siguió con lo suyo.
Aparte su mano y me levante caminando a una de las habitaciones, por supuesto Jacob me siguió.

-¿Que te ocurre?- pregunté

-Crees que no vi como Alex te coqueteaba- se acerco a mí

-Deja tus celos de lado, él y yo solo somos amigos-

Se acerco aún más y tomó mi nuca acercándome  más a el hasta juntar sus labios sobre los mios, el beso se torno salvaje.

-Mierda- dice Jacob al separarse

No dices nada sobre lo sucedido, simplemente te quitas la blusa y el sostén y vuelves a besarlo.

Jacob baja sus besos por tu cuello hasta llegar a tus pechos, los cuales besa y muerde con suavidad.

Sigue con su camino de besos hasta tu estomago, topándose con tu pantalón, sin pensarlo dos veces lo desabrocha y jala de el junto con tus bragas.

Antes de dejarlo continuar lo separas de ti y quitas cada prenda de su ropa, Jacob vuelve a su trabajo y reparte besos alrededor y sobre tus labios vaginales.

Maullas contra el cuerpo de Jacob, sabiendo que cuando las palabras sucias comienzan a salir de su boca, seguramente alcanzarás tu liberación en cuestión de segundos, lo cual es algo vergonzoso, considerando que solo comenzó a tocarte ni siquiera treinta segundos.

-Te gusta cuando te toco y te digo lo lista que estás para mí-. Dos dedos se agachan para deslizarse dentro de ti, escondiéndose en sus paredes rosadas.

Mantiene la mano quieta, sin mover ningún dígito.

-Dilo-Te has puesto caliente en la cara, y tu pecho se siente apretado, pero eso es por toda la excitación.

-Me gusta cuando hablas de mi ...- te vuelves tímida, mordiéndote el labio. -Yo ... allá abajo-.

-¿Tu qué?- Él te alienta con unos pocos movimientos de sus fuertes dedos, acariciando tu cálida y húmeda olla de miel entre sus piernas.

Te quejas, su puchero más prominente. Tu amas y odias ser molestada durante cualquier cosa sexual que te excite.

-Ya sabes.-La sonrisa de Jacob se multiplica por diez, trabajando con su pulgar sobre tu clítoris.

-Está bien, no voy a hacer que lo digas-, sus dedos se curvan dentro de ti, ganándose un gemido, -esta vez-.

Cada dígito trabaja en en su mano, rodeando tu clítoris con movimientos diligentes, y su medio y anillo llenándola por completo, girando y girando a medida que salen.

Siempre has sido una fanática de las manos de Jacob, siempre queriendo abrazarlas cada vez que están juntas o darles besos, por lo que no es de extrañar que te vuelva absolutamente loca cuando él tiene una entre sus muslos, haciendo que tu pequeña flor florezca con cada toque .

-Jacob, estoy ... estoy casi ...- no puedes decir las palabras, demasiado cautivado en su estado de euforia.

-Lo sé, pequeña-. Cada vez que sus dedos entran en ti, los riza, queriendo estimular cada centímetro cuadrado de sus paredes blandas y empapadas.

-Aprietas mis dedos con tanta fuerza, apuesto a que ni siquiera podía meter mi polla dentro-.

Hecha la cabeza hacia atrás, empujando tu pecho hacia el de Jacob en los primeros momentos de su orgasmo.

-Sí, sí-, dice él, -correte por mí, sobre mis dedos, pequeña-. Tus muslos se tensaron, casi como si pudiera sentir un calambre en la parte posterior de tus piernas por apretar los músculos con tanta fuerza. .

-Ah-, gimes, inclinando tu cabeza hacia adelante para recostartse contra la de él, dejando que Jacob respire, sus gemidos, sus labios manchados.

Te tomas un momento para relajarte de tu orgasmo, apoyando la mejilla en el hombro de Jacob para disfrutar el aroma de su traje y bajarla.

Minutos después, sabes que ya estas lista, te separas de Jacob y te colocas sobre el tomando su miembro con calidez, para después deslizarlo sobre tu entrada.

Aprietas tus muslos cuando lo tienes todo dentro de ti, colocaste tus manos sobre su pecho y comenzaste a dar pequeños saltos ganandote grandes gemidos por parte de Jacob, y claro los tuyos también.

Jacob tomo tus pechos con sus manos acariciando y dando pequeños pellizcos mientras seguías saltando sobre el.

Llegando al orgasmo lo besaste con intensidad y te recostaste sobre el

-No sabes cuanto te desaba- mencionas









-No sabes cuanto te desaba- mencionas

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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora