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Personaje: Jaeden Martell
Advertencia: Contenido sexual, leer bajo su propia responsabilidad

-¡Jaeden!- Grité, al segundo que abrió la puerta del camerino.

Inmediatamente, una enorme sonrisa corrió por los labios de Jaeden. Cerró la puerta detrás de él, antes de correr a medias hacia ti, levantarte del suelo y abrazarte con fuerza.

-Estás aquí, en realidad estás aquí-, dijo Jaeden, enterrando la cabeza en tu pecho.

-Finalmente-

-Ha pasado tanto tiempo que ni siquiera puedo- murmuró Jaeden, si es posible, abrazándote aún más fuerte.

-Dios, te he extrañado-, le dije, mientras me bajaba de nuevo.

-Yo también-, dijo Jaeden, besándome con entusiasmo.

Jaeden estaba sudando un poco, acababa de regresar de filmar una escena, pero de alguna manera, logró oler increíble y tener el cabello perfecto. Sintiendo las manos de Jaeden frotando tu espalda, me excite bastante rápido.

Dejé que mis dedos se perdieran en su cabello húmedo, bajando sus labios hacia los míos nuevamente. Hambrientamente, Jaeden se encontró con mi beso. Dejó que sus manos se deslizaran alrededor de mi cintura, acercando mi cuerpo al suyo. 

--Cuando¿En cuanto tiempo debes regresar?- jadeé entre los besos de Jaeden en mis labios.

-Aun falta mucho-

-Bien- respondí.

Jaeden se apartó de mis labios y me miró. Levantó una ceja, enviándome un petulante.

-¿De verdad?- Sus ojos se iluminaron; Como un niño en la víspera de Navidad. Me reí cálidamente, sacudiendo mi cabeza ligeramente hacia él. Dejé que la punta de mi dedo acariciara sus temblorosos labios, antes de plantar otro beso húmedo y rápido.

-Sin embargo, tienes que darte prisa, no puedo hacer que pierdas tanto tiempo- me reí. Jaeden me agarró por las caderas y me levantó para sentarme en la mesa detrás de nosotros.

-Estoy seguro de que no les importará- Jaeden sonrió, comenzando a desabotonarse los pantalones.

-Sé que lo harán- me reí de él.

No tuvimos tiempo de quitarnos la ropa, principalmente porque el tiempo no estaba funcionando o no, pero también porque tener que quitarnos la ropa el uno al otro, nos haría tener que esperar mucho más tiempo, y honestamente, yo no creo que pueda soportar eso.

Lo anhelaba; sus toques, sus labios, sus manos en mi cuerpo. Solo pensar en eso hizo temblar todo mi cuerpo.

Jaeden levantó un poco el vestido que llevaba puesto, revelando mis bragas rosas, sonrió al ver el color.

-Me veo bonita con ese color- me defendí.

-Seguro que sí- Él sonrió de vuelta.

Con avidez, se apresuró a tirar de ellos por mis muslos, dejándolos caer al suelo. Me mordí el labio, mirándolo fijamente.

Estaba a punto de follar a Jaeden en un camerino en el lugar. Podríamos ser atrapados, alguien podría escucharnos; simplemente lo hizo mucho más emocionante.

Jaeden se estaba frotando contra mi clítoris, sin presionarse contra mí, despejando un poco las burlas. 

-Por favor, Jaeden, no tenemos mucho tiempo-, le rogué.

Lo agarré por el cuello, dándole un beso mojado. Jaeden raspó mi boca abierta cuando mi lengua entró en su boca. Las cálidas manos de Jaeden estaban frotando mis muslos suavemente.

-Quiero sentirte, Jaeden. Ahora- Él sonrió ante mis palabras.

Se aferró a mi trasero, empujándose lentamente hacia mí. Jaeden dejó escapar un fuerte gemido cuando comenzó a moverse de un lado a otro. Me apresuré a cubrir su boca con mi mano, preocupado de que alguien nos escuchara. 

Jaeden burlonamente me mordió la mano, haciéndome tirar hacia atrás. Mis manos estaban en la espalda de Jaeden, empujándolo aún más dentro de mí.

Cada vez que sacaba un poco para empujarse de nuevo hacia mí, lo hacía cada vez más fuerte, haciéndome gritar cada vez más fuerte.

-Joder- Jaeden jadeó, mordiendo mi piel alrededor de mi hombro. Me aparté bruscamente de su cabello, mientras el placer me consumía.

-Joder Jaeden-, lo agarré, sintiéndome cada vez más cerca del punto de ruptura.

Jaeden cubrió su boca con su mano, sabiendo cuán fuerte estaba a punto de hacerme gritar. Hizo un movimiento, estrellándose tan profundamente como pudimos, antes de explotar dentro de mí. Sentía que estaba gritando de placer, pero las manos de Jaeden sobre mi boca se aseguraron de que el ruido no fuera demasiado fuerte.

Jaeden se mordió el labio con fuerza, haciendo su mejor esfuerzo para gemir también. Se derrumbó sobre mí, dejando que su cabeza descansara sobre mi pecho, tirando suavemente hacia afuera.

-Santo cielo, eso era justo lo que necesitaba-, dijo, cerrando los ojos.

Mi corazón latía con fuerza y ​​con su cabeza sobre mi pecho, sabía que Jaeden lo sentía. Dejé que mis dedos acariciaran su cabello húmedo, permitiendo que su pesado cuerpo descansara sobre mí. Un golpe sonó en la puerta, tanto Jaeden como yo nos congelamos.

-¿Jaeden? en cinco minutos retomamos la escena-

Me hizo reír, mordiéndome el labio. Jaeden se aclaró la garganta, tratando de no sonar sin aliento.

-Sí, estaré allí-, gritó. Puse un beso en los labios de Jaeden .

-Será mejor que te vayas- le dije.

Jaeden se levantó de la mesa y me levantó para sentarme en ella. Se puso los pantalones y se limpió una pequeña gota de sudor de la frente. Su cabello estaba tan desordenado; la gente se daría cuenta.


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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; jaeden martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora