Personaje: JaedenMartell | Cuarentena Advertencia: Contenido sexual, leer bajo su propia responsabilidad
La tensión sexual que había en el habiente se pudo sentir por media semana, estar en cuarentena y su madre cerca de nosotros fue difícil
Y digamos que para nuestra suerte la alacena no duro llena mucho tiempo implicando que su madre saliera de casa para hacer las compras
-Jae no- dije al sentir su miembro rozando mi trasero
-Oh vamos tenemos tiempo- acaricio mi trasero
-Tengo que acomodar esto- dije en un hilo de voz
-Estoy seguro de que no necesitas hacer eso- me giro y me beso, un beso intenso pero torpe
Rodee mis brazos en su cuello, me levanto y me sentó sobre la cama, retiro mi blusa sin dejar de besarnos, bajo sus besos hasta la copa de mis senos sobre la tela de mi sosten
-Mierda- dije cuando se escucho la puerta principal
-Se supone que regresaría en aproximadamente media hora- Jaeden me miro
-Quedate aquí- dije colocandome la blusa
Baje las escaleras y vi a Angela en la cocina
-Olvide mi teléfono- sonrió
Espere a que se marchara y volví a subir
-¿Que paso?- Jaeden preguntó
-Ya se fue- me acerqué a el para besarlo tumbandome en la cama
Jaeden desabotonó mi blusa, quitando el sostén y liberando mis senos, y no perdió el tiempo en chupar un pezón en su boca. Arqué la espalda, después de haber sido privada de los toques de Jaeden después de varias semanas
Desabroche sus pantalones y lo ayude a deslizarlo junto con sus boxers por sus piernas mientras él levanta rápidamente su camisa sobre su cabeza. Sus dedos se sumergen en mis bragas, y él se burla de mi al pasar el pulgar sobre mi clítoris antes de quitar las bragas por completo.
Estire mis manos para alcanzar la mesita de noche, abrí el cajón y saque un condón
-El último- se lo di
Una vez que se lo colocó, él se desliza dentro de mis paredes, y un suspiro de alivio sexual deja sus labios.
Gemí cuando las manos de Jaeden se movieron hacia mi cuerpo y pellizca mis pezones o frota mi clítoris con el pulgar. Tiemblo sobre él, seguramente causando que mi orgasmo esté cerca del borde.
-Me vuelves loco- habla entre dientes
-Y por eso no pudiste esperar más-
-Tú también lo querías-
-Si, pero no con tu madre aquí-
Jaeden apoya su frente sobre la mia, cerrando los ojos mientras sus caderas aún están quietas, disparando su pegajoso interior dentro de mi al mismo tiempo que me aferró a él
Jaeden rueda a mi lado y recupera el aliento, con la mejilla presionada contra las sábanas.
-Extrañaba esto- Jaeden dijo en un susurro
-Yo igual- respondí de la misma manera
-Tenemos que vestirnos antes de que mi madre llegue-
-Eso es obvio- lo miré
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