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En el camión todos iban bastante callados. Steve parecía ido, Natasha estaba desangrándose, Sam veía a todos lados y Olivia estaba intentando no quejarse de la herida de su abdomen, al mismo tiempo que escuchaba las voces en su cabeza repetirle las mismas palabras que el agente le había dicho.
A decir verdad, estaba a nada de golpearse a sí misma para dejar de escuchar a las estúpidas sombras.
─Era él─murmuró Steve luego de un rato─. Me miró como si no me conociera.
─¿Cómo es posible? Han pasado como 70 años─preguntó Sam con escepticismo.
─¿No tiene el capi 96 años?─el rubio rodó los ojos por el apodo─. Todo es posible ─terció Olivia─. A todo esto... ¿de quién hablamos?
─Bucky─respondió Steve con voz monótona─. Zola capturó su unidad en el 43 y experimentaron con él. Lo que le hayan hecho evitó que muriera ese día, debieron hallarlo y...
─Nada de esto es tu culpa, Steve ─le recordó Natasha, pues Rogers parecía bastante afligido.
─Cuando no tenía nada, tenía a Bucky.
Olivia volteó a ver al Cap con pesar. No podía imaginarse el dolor que sentía por no haber podido ayudarlo, y aún peor, que este ni siquiera lo recordara.
─Necesitamos un doctor ─exigió Sam a los guardias cuando cayó en cuenta de la herida de Natasha, la cual estaba cada vez peor─. Hay que poner presión en la herida o se va a desangrar.
Uno de los guardias sacó teaser y amenazó a Sam, pero al contrario de lo que creyeron, atacó a su compañero de al lado y con una patada lo noqueó. El guardia se quitó el casco y reveló a Maria Hill, la mano derecha de Fury.
─Siento mi cerebro aplastado─quitó un mechón de pelo que caía frente su rostro y los recorrió a todos con la mirada─. ¿Y el quién es? ─señaló Sam con la cabeza, para luego dirigir su mirada a Olivia─. ¿Y tú qué haces aquí?
─Evitar un incómodo reencuentro con Tony.
─Ah...
★
María había logrado hacer un hoyo en el camión en el que iban, uno bastante grande, lo suficiente como para que incluso Steve pudiera bajar por ahí.
Habían parado justo en un callejón obscuro, así que Olivia tomó ventaja de ello y se escondió en una sombra a esperar a la persona que iría a recogerlos. Si los encontraban, no la verían a ella.
Minutos después llegó un auto negro, probablemente blindado. Olivia salió lentamente de las sombras, asustando a Sam que no había notado que estaba detrás de él.
─¿Cómo haces eso? ─se puso una mano en el pecho, intentando regular sus latidos luego del susto.
─No tengo idea─contestó encogiendo los hombros─. Lo hago desde que tengo memoria.
