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Olivia terminó por quedarse dormida justo a las 3:00 am. Las voces no la dejaban en paz ni en sus sueños, incluso con las luces prendidas. Como todas las noches, cada que cerraba los ojos veía a una gran sombra que se acercaba a ella con intensiones de consumirla. Ese era un sueño recurrente desde que tenía memoria y la única forma de espantarlo era mentalizarse de que no era real.
Barnes, por otra parte, no cerró los ojos en ningún momento de la noche. Su mente estaba repleta de imágenes de una vida que parecía de otra persona a pesar de ser de él.
Cuando la pelinegra despertó gracias a la alarma de su celular, Bucky ya tenía las cobijas tendidas y estaba sentado en la sala, viendo la pared, tan callado como si de una estatua se tratara.
La menor de los Stark estaba bastante nerviosa de salir de su habitación, pues temía que al abrir la puerta él ya no estuviera, o peor, que en su lugar estuviera el soldado del invierno esperando a matarla.
Se puso alerta en el momento en el que lo vio tan serio, pero se tranquilizó luego de que él volteara a su dirección y le diera una mueca en forma de sonrisa.
Le correspondió la sonrisa de manera tranquilizadora y se dirigió a la cocina, arrastrando sus pantuflas de conejo.
─¿Cómo dormiste? ─preguntó al mismo tiempo que sacaba un vaso de la alacena.
─Mucho mejor que en la calle, eso es seguro─Olivia se giró a verlo, incrédula de escuchar una respuesta que no fuera un sí o un no.
─¿Fue acaso eso una respuesta de más de dos palabras? ¿Te lavaron el cerebro durante la noche o qué?
Se arrepintió de haber dicho eso en cuanto cerró la boca. Bucky regresó a la expresión seria que había tenido durante todo el día anterior, perdiendo cualquier rastro de amabilidad. Se quería golpear a sí misma por ser tan estúpida.
─Mierda, perdón, fue un mal chiste.
─Está bien─no estaba bien, pero sabía que no lo había dicho con una mala intención, así que trató de restarle importancia─. ¿A dónde iremos hoy?
─Te presentaré al maravilloso Walmart─respondió formando su sonrisa, aún un poco apenada por su comentario imprudente.
Sirvió un poco de té que había quedado de la noche anterior y le tendió un vaso a Bucky. Él no lo tomó, en cambio, se puso de pie y miró a Olivia con desconfianza.
─¿Quién es Walmart? ─cuestionó amenazante y Olivia soltó una risita ante su actitud paranoide, desconcertando a Bucky.
¿Se estaba burlando de él? Porque así lo sentía.
─Walmart es una tienda, Barnes, una tienda en donde venden cosas para la casa.
Sintió como su cuerpo se destensaba ante la respuesta. Estaba en su sistema mostrar desconfianza de todo, luego de años siendo utilizado solo podía esperar lo peor de todo y todos.
